Pensar, sentir y actuar en verde

J.C.R. / BurgosParece una llamada al optimismo. Y acaso lo sea. Al mismo tiempo que en Quintanilla Vivar un grupo de artistas inauguraba la muestra ‘Verde de verdad’, a 240 kilómetros, el ministro De Guindos anunciaba el rescate económico de los bancos españoles, que uno no sabe si es buena o mala noticia, pero que por fin se ha tomado. El caso es que al margen de ello, estos artistas quisieron dejar de lado los ‘malos rollos’ que desde la política y la economía acechan a la sociedad para lanzar un rayito de esperanza. En verde.Esa fue la invitación que les hizo la propietaria de la Sala Río Diez de Quintanilla Viva, Mónica Freijo, a una veintena de pintores venidos de acá y de allá, burgaleses y foráneos para colgar sus obras en la coqueta galería. La respuesta fue inmediata y esta muestra colectiva se va a convertir en una de las más visitadas de toda la provincia por su calidad y variedad en estilos y colores, porque aunque el protagonista es “el verde”, como subraya Freijo, no se cierra “a otros tonos”, apuntaba.Antonio Sanz de la Fuente; Arancha Goyeneche; Diego Carmona; Fran Herreros; Francisco Ortega; Gerardo Ibáñez; Guillermo Sedano; Inés Santamaría; J. Ángel Saiz Manrique, J. Antonio Quintana Susilla, J. Miguel Arranz; Joaquín M. Cano; Juan Manuel Fernández-Pinedo; Juan M. Moro; Lucía Huertas, María José Castaño, Paula Sampelayo, Rubén Arroyo; Rubén Martín De Lucas; Teresa Akkerman De La Cal; Vanesa Amutio; Víctor Alba y Virginia Calvo. Ellos son los protagonistas de la muestra que permanecerá abierta hasta el 31 de agosto, como reza el cartel, de martes a viernes de 18.00 a 21.00 horas; los sábados de 10.30 a 13.30 horas y de 18.00 a 21.00 horas y las visitas fuera de horario han de concertarse con cita previa. Todo tipo de estilosEste verano toca, entonces, pensar en verde, sentir en verde y acostumbrar la vista a la esperanza. Y para ello que mejor que dar un vuelta por la galería de Mónica Freijo y empaparse de ese espíritu provocador de la pintura y de la escultura de la sala. Porque uno puede encontrarse todo tipo de obras y estilos en las 113 piezas que se exhiben. Desde técnica mixta a óleo, pasando por pastel y por el collage. Todo tiene cabida.Es una exposición que “ha tenido que esperar un poco”, señalaba Freijo, porque “pensábamos tenerla para un poco antes, para el inicio de la primavera”, pero por las obras de ampliación y mejora de la galería,  ha tenido que esperar casi al comienzo del verano (de hecho, el sábado era el famoso 40 de mayo). ProvocadoraY si algo tiene la colección en verde es la capacidad de “provocar”. Y es una nota que no sólo la señala la propietaria de la sala. En la inauguración de la muestra, algunos de los autores ya hablaban de esa provocación con la que intentaban tocar la sensibilidad del público. VentaLas obras están todas a la venta. Desde precios más o menos asequibles de 110 euros hasta los 5.700 euros de otras. Freijo dice que intenta ser “optimista” y que en materia de arte estamos “sembrando”. Apuntaba que mantener una galería es costoso, no sólo desde el punto de vista económico y la prueba es que en Burgos la vida media de este tipo de negocios es “muy breve”. Galería Río Diez lleva seis años en la brecha, tratando de innovar y como la exposición actual de provocar al autor y al espectador.Quienes se acerquen hasta Quintanilla Vivar pueden contemplar a artistas “de primera fila mundial”; alguno de ellos “ha participado en Arco, en Madrid”, y eso sí que son palabras mayores. Freijo espera que la muestra tenga, al menos tanto éxito como la que tuvo la del año pasado, ‘Femenino singular’, que supuso una éxito de presencia de público.