El Correo de Burgos

PATRIMONIO

El Museo del Retablo, un producto de temporada

San Esteban abre el lunes hasta el 13 de septiembre, de nuevo por el convenio de apertura de templos jacobeos, mientras espera un padrino para todo el año

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Burgos

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A.S.R. / BurgosEl Museo del Retablo continúa siendo un producto de temporada. Llega el verano y la carta cultural de la ciudad le incluye para que peregrinos, turistas y los propios burgaleses puedan disfrutar de sus encantos. La iglesia de San Esteban volverá a abrir sus puertas el lunes y así seguirán hasta el 13 de septiembre, un milagro que se produce de nuevo por obra y gracia del convenio de apertura de templos del Camino de Santiago promovido por la Junta de Castilla y León.El centro abrirá seis horas al día, de lunes a viernes de 11 a 14 y de 17 a 20 horas. Las entradas costarán 2 euros, 1 euro para niños, estudiantes y jubilados.Muy bien se tienen que dar las cosas para que la llegada del otoño no condene al Museo del Retablo a la oscuridad. Nadie ha tocado todavía a sus puertas para apadrinar su apertura durante todo el año, que tiene un coste que la Diócesis hoy por hoy no puede asumir, tal y como reiteró ayer el delegado diocesano de Patrimonio.Juan Álvarez Quevedo es pesimista, aunque no tira la toalla y mantiene la esperanza de encontrar a un mecenas que se comprometa con este atractivo turístico y cultural de la ciudad. Las negociaciones que apuntaban maneras el verano pasado se truncaron, aunque anota que ya ha entablado relaciones con una nueva entidad.El responsable de Patrimonio guarda silencio sobre estos posibles padrinos. Prefiere guardarlos en un segundo plano para no asustarlos, aunque confiesa que el avance está siendo más lento de lo deseado.La crisis económica agrava esta situación puesto que la contención del gasto alcanza tanto a las entidades públicas como a las privadas.Hasta que el reloj dé las doce campanadas el viernes 13 de septiembre, la Cenicienta de los museos de la capital burgalesa podrá brillar con luz propia en las faldas del Castillo.Álvarez Quevedo señala que el contenido expositivo es el mismo que el verano pasado. No han entrado retablos ni objetos litúrgicos nuevos. Y es que aunque quisieran tampoco hay espacio para más.Lejos queda el viejo sueño de la ampliación, que preveía habilitar la sala capitular, el claustro y el piso superior del templo. Un deseo que ronda en la cabeza de sus responsables desde hace una década, pero que siempre se ha encontrado con la falta de rentabilidad y la fuerte inversión necesaria.Nacido de la necesidadLa oleada de robos en las iglesias de la provincia en la década de los setenta y la progresiva despoblación rural, que añadía leña a la falta de seguridad, propiciaron la apertura del Museo del Retablo en la iglesia gótica de San Esteban en el año 1993, cuando dejó de servir al culto. El templo acogió entre sus nobles piedras retablos de iglesias de pueblos azuzados por el fantasma de la despoblación, ermitas alejadas de los caseríos y jugosas para los amigos de lo ajeno u objetos de uso litúrgico que por su valor necesitaban un extra de seguridad. San Esteban se convertía en su hogar tras su paso por el taller diocesano de restauración.Tras una primera época de bonanza, en la que abría sus puertas con alegría todo el año, enmudeció. Algún que otro conflicto laboral y unas arcas empobrecidas le condenaron a la oscuridad y a ver la luz solo en verano, gracias al programa de apertura de templos en el Camino de Santiago, que ahí sigue.

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