El Correo de Burgos

El cuadro que se pinta con letras

Jaime Manrique guarda los pinceles para dibujar su primera novela 'Horizonte de luz'

Jaime Manrique presentará mañana en Burgos su novela en un acto en el Hotel NH Burgos a las 20.30 horas.-ISRAEL L. MURILLO

Jaime Manrique presentará mañana en Burgos su novela en un acto en el Hotel NH Burgos a las 20.30 horas.-ISRAEL L. MURILLO

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MARTA CASADO BURGOS
Burgos

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marta casado BURGOSSus cuadros cuelgan por las paredes de galerías de medio mundo. Este burgalés vive a caballo entre Londres y Marbella donde sus exposiciones mueven a lo más granado de la sociedad de ambas ciudades. Vuelve a su ciudad tras dos años de ausencia pero esta vez no le acerca una nueva muestra de sus pinturas. Esta vez ha cambiado los pinceles y la imagen, por las teclas del ordenador y las palabras. Tras la presentación el pasado verano en Marbella de su primera novela Horizonte de luz, mañana hace lo propio en su tierra. «Siempre me había divertido escribir, pero todo lo que hacía lo guardaba, hasta que alguien lo leyó y la bola empezó a rodar», recuerda. Tanto ha rodado que la editora de Horizonte de luz ya le avisa que hay que sacar una segunda edición (de la primera se han sacado 2.000 copias) y le urgen preparar una segunda novela que ya tiene título La corte de los delfines.Para Jaime Manrique perfilar el peregrinaje de Enrique desde Santa María de los Ríos, un pueblo de Burgos, hasta Estados Unidos y de un matrimonio con hijos pero sin amor a una historia de pasión le ha supuesto descubrir un nuevo camino creativo. Tras dominar el pincel, ha conseguido jugar con las metáforas y las palabras cual óleos para perfilar una novela en la que sus conocidos ven tintes autobiográficos. Pero «no es autobiográfico aunque sí es cierto que hay hechos reales en algunos momentos porque como me decía mi profesor de literatura no puedes escribir de aquello que no conoces», recuerda.En su novela Enrique es el protagonista. La trama está ambientada en el verano de 1964 cuando marcha de su pueblo de Burgos a Estados Unidos. La emigración genera «una incertidumbre que oscurece su porvenir pero ahí siempre hay una luz, una esperanza que en el caso de Enrique viene de una mano amiga que le ayuda a salir adelante», resume.En Estados Unidos perderá a su mujer, que le abandona, y a sus hijos. Iniciará un proceso de búsqueda que le llevará a convertirse en actor conocido y protagonista de dos películas. En una de ellas, ‘La guindalera’, regresará a su ciudad natal. Así, Jaime Manrique, recrea el Burgos de los años 60. Anécdotas de paseos por las cafeterías del Espolón, las salidas nocturnas a la sala de fiestas de Gran Teatro o del Hotel Landa... Burgos está presente en esta primera novela.Más información en edición impresa.

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