No es lugar para indecisos

«Frente al discurso vacío, a la división, a ese ataque permanente al otro y a las líneas rojas, esta candidatura se basa en el lenguaje universal de la música, capaz de unir, en la multiculturalidad y, sobre todo, es una invitación a compartir, comprender e incluir a los demás».No se confunde el lector de sección. Esto es cultura. Y, aunque no aparece en el discurso de los candidatos que estos días se patean televisiones y mercadillos, Óscar Martínez, responsable de Acción Social y Cultural de la Fundación Caja de Burgos, que gusta de juegos metafóricos, se vale de la política para confesar su voto por el Tablero de Música -también por los Conciertos Jacobeos- y «pedir el sí por la cultura, la música, la tolerancia y la comprensión que desgranan todas las propuestas de este programa que nos hacen mejores ciudadanos y, probablemente, también mejores personas».He ahí las bondades de este ya clásico encuentro del verano burgalés, que, ambicioso, pero sin querer perder su identidad, se suelta con un cartel muy cosmopolita y muy exótico, en el que la apuesta por artistas emergentes se combina con la presencia de grupos internacionales, que incluyen al Tablero en sus giras por España, en palabras del director de Actividades Culturales de la Universidad de Burgos, Carlos Lozano, encargado de desgranar el programa de este año, y ya van dieciséis.Quantic abrirá la fiesta el jueves 7 de julio con dj Gufi, alias del crítico musical burgalés especializado en flamenco José Manuel Gómez, como prologuista. Le seguirán Shirley David & The Silverbacks con dj Theo Marmot (Grotesque Club) (jueves 14); Sonido Vegetal con Ángel Mitchum, nombre de la escena indie local, a los platos (jueves 21); y la orquesta de salsa colombiana La-33 precedida por una sesión de los dj Calceto Chacho Boys (jueves 28).Las entradas costarán 3 euros y ya están a la venta en Cultural Cordón y el CAB. El abono por 8 euros para los cuatro conciertos también está disponible en Teleentradas.Detrás de Quantic se encuentra el músico británico Will Holland, artífice de la renovación de las pistas de baile con el afrobeat, funky y soul en los albores de este siglo, que llega al campus con su nuevo trabajo, Mil vatios, a punto de salir, en el que explora las músicas caribeñas. «Es una oportunidad y un privilegio tenerle aquí», advierte Carlos Lozano al tiempo que señala que su tourné solo arribará en Cataluña y País Vasco, además de en Burgos.El relevo llega con otra británica, la diva del soul funky Shirley David, cantante afincada ahora en Madrid, que se sube a la furgoneta con un grupo de músicos de la Villa y Corte, The Silverbacks, y su nuevo trabajo, Black Rose, publicado este mismo año.Desde Granada viaja Sonido Vegetal, la banda que por su energía, frescura y mestizaje más se ajusta al modelo típico del Tablero. «Son una fiesta continua y un nivel de ritmos y formas impresionantes», se refiere el responsable de Cultura a estos gipsy punkis.E inimaginable resultaba hace unos años la posibilidad de tener a una orquesta como la colombiana La-33 en el Tablero de Música. Los sueños a veces se cumplen y esta es una de ellas. Desembarcará con su salsa clásica y renovada, sus ritmos exóticos e infernales, para poner la guinda a esta cita que no es lugar para indecisos. Su voto por la música y la cultura es sin medias tintas.Conciertos Jacobeos, descanso musicado para el romero Alfonso VIII fundó el Hospital del Rey para aliviar las heridas de los peregrinos camino a Santiago y, aunque ahora los exámenes han relevado a las curas, estas vetustas piedras continúan tendiendo su consuelo a los romeros. Lo hacen alimentando su espíritu con música. Y no solo a ellos. Ofrece su mano divina a todo el que por allí pase. La Universidad de Burgos y la Asociación de Amigos del Camino de Santiago, con la colaboración de la Fundación Caja de Burgos, se confabulan para conseguirlo. Desde hace ocho años es así.Kousa, Gonzalo del Val Trío y Calle 8 Tango son los llamados este año a subir el ánimo de los peregrinos, y a los que no lo son, los martes 12, 19 y 26 de julio en el Patio de Romeros del Hospital del Rey (20.15 horas, entrada libre).La primera velada contará con un dúo de mujeres palentinas, Aire Conesa y María Alba, que, procedentes de grupos como La Familia Iskariote, El Naán o Carrión, decidieron juntar sus caminos hace cinco años con un ritmo que, partiendo del jazz y las músicas afroamericanas, se pierde por el soul-reggae y la bossa quitándose el sombrero ante otras mujeres cantantes como Aretha Franklin, Concha Buika, Sara Tavares...La pincelada burgalesa de este ciclo llega con el batería mirandés Gonzalo del Val, acompañado por el contrabajista David Mengual y el pianista Marco Mezquida. El trío elige el marco del Hospital del Rey para presentar su segundo disco, Koiné, donde el jazz manda sin perder la frescura de la improvisación y la interacción entre los músicos.Y hasta Argentina, y hasta las sensuales composiciones del maestro Astor Piazzolla, viaja la formación Calle 8 Tango, integrada por profesores del Conservatorio Profesional de Burgos, que tocará a la luna del último martes de julio.¿Nuevo festival y unos tacones?La cultura se mueve en el campus. René Payo, vicerrector de Cultura, Deportes y Relaciones Institucionales, adelantó que barajan diseñar un nuevo festival de verano para dar vida a los jugosos jardines del Hospital Militar. «Muy probablemente el año que viene saquemos partido a esos espacios», observó. Carlos Lozano lanzó igualmente la posibilidad de que el escenario del Tablero de Música gane altura para mejorar la visibilidad desde todos los ángulos del espacio. La idea, lanzada y barajada, pero no decidida, es levantarlo a base de arena de modo que la obra sea mínima y no se altere la mágica estampa que se dibuja en este lugar.