Una ruta por la edificación defensiva

El Monasterio de San Juan acoge hasta el próximo 24 de abril la exposición ‘Arquitectura defensiva en España’. La muestra, que ha desarrollado la Asociación Española de Amigos de los Castillos y Acción Cultural Española realiza un recorrido por diversas fortalezas del territorio nacional, que ya ha sido expuesta en el Museo de Ejército de Toledo y en la antigua Capitanía General en la ciudad condal.«El objetivo es dar a conocer el valor histórico, simbólico, patrimonial, turístico y paisajísitco, entre otros, de estas edificaciones», explica Isaac Rilova, doctor en Geografía e Historia y presidente de la asociación. Mediante 24 paneles luminosos, el visitante se adentrará en la vida pasada y presente de estas edificaciones. «De algunos de ellos aún se conserva gran parte de la estructura, de otros sin embargo solo quedan restos, vestigios de lo que un día fueron», explica Rilova.Y es que ha habido un antes y un después en el cuidado y conservación de estas edificaciones. «Hasta 1931, año en el que se desarrolla una ley que declaraba bienes nacionales a ciertos monumentos nacionales, no hay ninguna protección desde el sigo XV, que es cuando se abandonan». Durante cuatro siglos «los castillos están abandonados y esquilmados», no solo por las diferentes contiendas bélicas- Carlistas, de Independencia o Civil- sino porque «se usan como canteras para hacer otras construcciones, circunstancia a la que se suma la desaparición de escudos, artesonados, emblemas, etc». Será en 1949, «cuando se emite el decreto que declara Bienes de Interés Cultural a todos los castillos y fortalezas de España, se encuentren en el estado que se encuentren». Un decreto que se completará «con la Ley de Patrimonio Histórico de 1985».En la provincia de Burgos, la delegación provincial de la asociación tiene catalogadas 571 referencias históricas y es que «no podemos olvidar que Castilla y León cuenta con el patrimonio histórico más abundante del territorio nacional». Precisamente la recuperación y restauración de estos castillos y fortalezas es otro apartado fundamental de la muestra. Un trabajo arduo y complejo que «exige grandes cantidades de dinero, que en muchas ocasiones no se tiene» y es que, Rilova recuerda que del total de edificaciones defensivas, el 50% son de titularidad pública o desconocida y la otra mitad, privada». Explica que el proceso restaurador está regulado por el Plan Nacional de Arquitectura Defensiva de 2012, para que se «desarrolle con equilibrio y no se caiga en el falso histórico».Los amantes del cine también disfrutarán de esta exposición ya que dedica uno de sus espacios a la utilización de castillos y fortalezas como escenario de películas y series. «Todos tenemos en la memoria la cinta ‘El Cid’ con Charlton Heston y Sofía Loren a la cabeza, que se rodó en Belmonte (Cuenca)», apunta Rilova quien asegura que «esta es una parte muy llamativa para el gran público».

Otro apartado interesante recoge el patrimonio fortificado del Ministerio de Defensa. «Cuenta con 140.000 hectáreas de bienes patrimoniales como el Alcázar de Segovia, el Alcázar de Toledo o la Ciudadela de Jaca, etc». Un enorme patrimonio que «no solo tiene referencias en España sino que salió a América, como es el caso Castillo de los Tres Reyes Magos del Morro en La Habana», apunta el historiador.También tienen su espacio los paradores nacionales, que «son una forma perfecta de utilizar elementos catellológicos, y que además implican una restauración bien hecha», explica y recuerda que «el primer parador fue inaugurado en 1928 en Gredos».Otra parte de la muestra hace un recorrido por la historia de la asociación. «En 1952 surge la entidad nacional, con el Marqués de Lozoya como primer presidente».Actualmente, cuenta con delegaciones en prácticamente todas las provincias y desarrolla «una gran labor por ejemplo con el desarrollo de un inventario nacional o la publicación de la revista monográfico Castillos de España», explica Rilova. La delegación burgalesa nacía en el año 2000 de la mano del arquitecto Álvaro Díaz Monero.La exposición, con un marcado espíritu didáctico, quiere «no solo visibilizar estas edificaciones sino que la ciudadanía valore el impresionante patrimonio con el que contamos en la provincia, en la región y a nivel nacional». Pequeños y mayores podrán disfrutar de esta muestra ya que «cuenta con una gran cantidad de fotografías, muchas de ellas además muestran el antes y el después de estas fortificaciones». Podrá visitarse hasta el próximo 24 de abril.