La música de Burgos, en las mejores manos

Podría decirse que la culpa fue de los Denuncia. Y de su buena amiga Ana Andueza, por supuesto. Fue ella quien llevó el último disco de la banda burgalesa, allá por 2010, a la biblioteca pública Miguel de Cervantes. Por aquel entonces el préstamo de discos ya estaba de capa caída, pero mucho menos que ahora. Abundaba la música comercial, triunfitos y demás. Ya iba siendo hora de barrer para casa y planteó la posibilidad de crear un archivo sonoro para almacenar el talento local y ponerlo a disposición de quien quisiera escucharlo. En poco tiempo, el boca a boca hizo el resto: «La gente venía y dejaba sus discos, fue un subidón».

La propuesta cuajó y acabó extendiéndose a las bibliotecas del Teatro Principal, Gonzalo de Berceo y Teresa León. Entre las cuatro albergan cerca de 2.000 discos, aunque la Cervantes atesora la mayoría. Normal si tenemos en cuenta que Andueza, melómana hasta la médula, trabaja allí y se codea habitualmente con un montón de bandas y artistas. Lo mejor, confiesa, es que a pesar de que la demanda «ha ido cayendo» todavía quedan románticos del CD que «se llevan exclusivamente música local». Para facilitar la búsqueda, los álbumes se separan en función del género. Y aunque abunda el pop-rock, lo cierto es que «hay de todo» y la colección continúa ampliándose.

De la mesa al escenario

No contenta con impulsar este legado histórico, Andueza quiso ir un paso más allá promoviendo la Semana de la Música Local. La iniciativa funcionó de maravilla desde la primera edición en 2010. Exposiciones, charlas, conciertos... El principal objetivo, intacto hasta la fecha, no era otro que «crear transversalidad entre sectores culturales».

Las primeras entregas sirvieron para analizar la evolución de la escena local desde sus orígenes hasta los primeros compases del siglo XXI. No tardaron en subirse al barco colectivos como Espiral Sonora o Panic Room, veteranos de la movida burgalesa, jóvenes promesas e incluso expertos en etnografía burgalesa como Alfonso Díez Ausín. Por desgracia, el ciclo se interrumpiría abruptamente en 2014 por falta de presupuesto. Y aunque pudo retomarse al año siguiente, se produciría un nuevo parón que no impidió el desarrollo de actividades paralelas.

Menos mal que el que la sigue la consigue, aunque haya que insistir hasta la extenuación. Lejos de tirar la toalla, Andueza tenía claro que la Semana de la Música Local constituye un punto de encuentro único para dar a conocer un amplio espectro de propuestas cercanas. Dispuesta a abrir el abanico lo máximo posible, la Miguel de Cervantes encara por fin la sexta edición de esta cita con buenas dosis de heavy metal, pinceladas de indie, música urbana y un micrófono abierto para dar voz a quienes luchan por hacerse oír.

La Semana como tal arranca el viernes 26 de mayo y finaliza el sábado 3 de junio. No en vano, la Asociación Burgos Heavy Metal, inmersa en su décimo y atronador aniversario, abrirá fuego el viernes 19 con un videoforum a partir de las 19 horas. Entretanto, los asistentes podrán disfrutar de la exposición, ya montada, con infinidad de discos y material de bandas locales.

Inaugurando el ciclo como tal, el escritor y artista plástico Ismael Alí de Unzaga se marcará un doblete el día 26 con su muestra One eyed portraits, donde retrata a músicos a los que admira, y la presentación de su desternillante y sonora novela Será como aquella canción de los años 80, protagonizada por Julio Iglesias y los hermanos Iván y Amaro Ferreiro. Ya para bingo, por aquello de cerrar en alto, nada mejor que sus amigos de Four Fiesta en directo.

Llegamos al miércoles 31 con una mesa redonda a cargo de Metal Castellae, promotores del Zurbarán Rock. Su objetivo: desgranar la evolución del festival no solo desde su primera edición, sino desde el mítico Valdorrock que, sin lugar a dudas, les sirvió de trampolín para encaramarse a lo más alto del calendario heavy nacional.

Cambio total de registro para el jueves 1 de junio. Andueza quería atraer a un público más joven y no se lo pensó dos veces a la hora de contactar con Ana Maes, que actuará en el patio de la biblioteca. En ese mismo enclave, que «suena brutal», Burgos Open Mic dispondrá todo lo necesario para que el público descubra tesoros en bruto sobre el escenario.

«Falta de oportunidades»

«Ha habido un resurgir, bandas de toda la vida que han cogido impulso otra vez y están tirando como antes y un montón bandas nuevas», señala Andueza entusiasmada aunque esto de la música en tierras castellanas sea una de cal y otra de arena. Porque al final «es lo de siempre: falta de salas, de oportunidades, de ayudas, de implicación de las instituciones...». Dada su experiencia, que no es poca, ha llegado a la conclusión de que éste es el «problema endémico de Burgos».

Por todo ello, se afana en seguir recopilando trabajos y difundiendo cada evento en el tablón de la biblioteca. Una suerte de red social en el mundo real, tangible, que, de un solo vistazo, nos permite ver lo que se cocerá próximamente en una ciudad en plena ebullición de directos pese a todo.