El Correo de Burgos

FÚTBOL / Tercera División. GRupo VIII

Triunfo a medio gas ante un rival inofensivo

El Burgos CF fue muy superior al Aguilar y tuvo un partido muy cómodo / Los segundos 45 minutos sobraron / Zazu y Nel fueron los goleadores

Burgos

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BURGOS CF    2

CD AGUILAR    0

Burgos CF: Aurreko, Urbano, Nené, Colina, Jonathan, Jacobo (Maureta, min. 69), Espinosa, Borja (Manel Sala, min. 46), Nel (Pablo Sierra, min. 62), Txitxo y Zazu.

CD Aguilar: Alfonso, Felipe, Chechu, Falo (Iván, min. 78), Sergio, Albillos (Charles, min. 67), Chema, Rubio, Apa (Julián, min. 67), Bruno y Dela.

Árbitro: Humanes Balmont (colegio leonés). Mostró tarjeta amarilla a los locales Borja y Txitxo, así como a los visitantes Felipe, Chema, Rubioi, Apa y Bruno.

Goles: 1-0, min. 1: Zazu. 2-0, min.32: Nel.

R. MENA / Burgos

Lo que ocurrió ayer en El Plantío fue pura selección natural. Se medían dos rivales con objetivos, proyectos y números bien distintos. El pez grande se comió al pequeño simplemente porque su potencial era superior. Sin más. El Burgos CF venció al Aguilar en un partido sin historia, sin ritmo, ni intensidad  y que cuando sólo habían pasado 52 segundos ya estaba a favor de los de casa. El conjunto palentino en ningún momento fue rival para un Burgos que jugó con el freno de mano echado y aún así le sobró para vencer y tener suficientes ocasiones para que el choque hubiera acabado con un marcador más amplio. La segunda parte sobró y sólo los dos goles salvaron la primera. Parecía como si ambos bandos hubieran dado por supuesto de inicio que los puntos se quedarían en casa. Ni los blanquinegros temieron por el resultado, ni los de Palencia llegaron a soñar con poder arrancar algo positivo de su visita al feudo del líder.

El partido estuvo adormecido durante los 90 minutos y sólo alguna acción individual sacó a la grada del aburrimiento. El conjunto burgalés trató de hacer un juego combinativo una vez comprobado que su oponente era inofensivo.

Fue entonces cuando el choque se convirtió en un cúmulo de errores. Ninguno de los dos equipos lograba poner orden en su juego y los minutos fueron pasando sin pena ni gloria. La única ocasión de los rojiblancos llegó en el 89, mientras que su primer disparo con cierta intención en el 72. Mikel Aurreko fue un espectador de lujo.

Una de las notas positivas es que Nel regresó tras superar una rotura de fibras y marcó. No obstante, el gallego está a años luz de ser ese delantero que la pasada campaña marcaba las diferencias y los goles. Si las lesiones le respetan puede llegar en un buen estado a la parte decisiva del curso, aunque aún le falta mucho rodaje.

La hegemonía del Burgos CF en la clasificación cada vez es más clara. Tiene ya un hueco de 7 puntos reales con respecto al Real Valladolid B y ayer aseguró de forma matemática el play off, aunque este aspecto era algo que tenía conseguido hace mucho de forma virtual. Con que los burgalesistas ganen un partido fuera y los tres que le quedan en casa tendrá también asegurada la primera plaza. Su situación en estos momentos es inmejorable.

El partido no pudo comenzar mejor y es que en la primera llegada Borja colgó un balón desde la derecha y Zazu fusiló a Alfonso Estéfano, el mejor del Aguilar en la tarde de ayer, ante la pasividad de la defensa en general y de Dela en particular. Los blanquinegros encarrilaban de esta forma el partido, aunque quizás fue este tanto el que provocó que el choque se anestesiara desde el comienzo.

La superioridad del Burgos había quedado de manifiesto a las primeras de cambio y en el primer ataque su rival se había desplomado sobre la lona. El conjunto local se dio cuenta de que no hacía falta poner la maquinaria a pleno rendimiento y pese a que nunca pisó el acelerador a fondo gozó de ocasiones para aumentar la renta. En el minuto 7 una buena jugada de Borja no encontró rematador por muy poco, mientras que en el 21 un libre directo de Jonathan salió desviado por centímetros. El segundo se estaba cocinando y dos minutos después de que se cumpliera la primera media hora de juego Nel hacía el 2-0.

La jugada volvió a nacer en la derecha y en los pies de Borja, Espinosa remató de forma defectuosa el pase, pero Nel estaba en boca de gol, con la caña preparada, para remachar a puerta vacía. O el encuentro cambiaba de forma radial o el gol del gallego suponía la puntilla. Sucedió lo segundo.

Colina estuvo cerca de conseguir el tercero en un saque de equina, pero su remate de cabeza se fue alto. Llegó el descanso con la sensación de que todo el pescado estaba vendido, pese a que quedaran 45 minutos por delante.

En la reanudación De los Mozos puso a Manel Sala como acompañante de Nel y Borja fue el sustituido. En una decisión rocambolesca el colegiado le endosó una amarilla en la primera mitad al interior diestro burgalesista y el cuerpo técnico prefirió dejarlo en el banquillo para evitar males mayores. La segunda mitad fue soporífera. El Burgos quería tocar, pero se equivocaba continuamente y su juego carecía de continuidad, de mordiente y de intensidad. El Aguilar ni tan siquiera se acercaba a la meta de Aurreko y las llegadas del Burgos CF eran esporádicas y motivadas por arranques individuales.

Entre tanto, Txitxo forzó la quinta (no podrá jugar ante la Cultural B) en el 65, pero el banquillo blanquinegro se lió y cambió a Jacobo. Fue una anécdota que ante la ausencia de juego sirvió para que la grada tuviera algo que comentar. La salida de Maureta dio mayor mordiente y llegada al centro del campo local, y suya fue una buena ocasión en el minuto 73. El burgalés Alfonso Estéfano respondió a la perfección y evitó el gol. Manel Sala estuvo también cerca de el tercero en una jugada individual, pero el remate del catalán también se encontró con una feliz intervención del guardameta.

El partido agonizaba y lo mejor que podía ocurrir es que el colegiado pitara el final, aunque en el último minuto el conjunto de la localidad galletera tuvo la mejor ocasión del encuentro. Charles se fue bien por la banda izquierda y puso un excelente pase en el corazón del área, Chema llegó con todo a favor, pero cuando sólo tenía que empujarla fue incapaz de rematar.

Fue lo último de interés que sucedió en el partido. Los tres puntos se quedaron en casa y a falta de seis jornadas para que concluya la competición liguera el cuadro de la ribera del Arlanzón ve por el retrovisor a todos sus rivales y además cuenta con una ventaja que se antoja más que suficiente para acabar primero. Mucho tienen que cambiar las trayectorias de Burgos y Valladolid B para que la situación dé la vuelta.

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