El Correo de Burgos

CICLISMO / Vuelta a Burgos

Samuel Sánchez, un escalón por encima del resto

El asturiano se llevó el triunfo en la etapa reina y en la general después de ser el más fuerte de todos los aspirantes al maillot morado definitivo

Burgos

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Cuando y como quiso. Samuel Sánchez demostró en Las Lagunas de Neila que estaba un escalón por encima de todos sus oponentes y se llevó la Vuelta a Burgos 2010. La clasificación reza que la distancia entre el del Euskaltel y Ezequiel Mosquera ha sido sólo de un segundo, aunque las sensaciones que han quedado sobre la carretera es que la superioridad del asturiano ha sido mayor. Era el favorito número uno y todo el pelotón estaba convencido de que el maillot morado definitivo acabaría en las espaldas del campeón olímpico. «Tiene ese punto que te da haber disputado el Tour de Francia», destacaban sus colegas. Todo lo anterior le sirvió para ganar en Neila y celebrar su reciente renovación con el equipo vasco con el triunfo en la clasificación general.

Si al excelente golpe de pedal del asturiano le unes un equipo, que ayer también demostró ser el más fuerte cuando la carretera se puso cuesta arriba, es impensable que el jersey de líder acabara en otro ciclista. Euskaltel Euskadi ha sido el dominador de la ronda burgalesa y es que a los dos triunfos de Samuel Sánchez hay que sumar el que logró Koldo Fernández de Larrea en Medina de Pomar. Pese a todo Liquigas le ha superado en la clasificación por escuadras, aunque le botín más importante ha sido para el conjunto naranja.

Como ya hiciera en San Juan del Monte, Samuel Sánchez supo aguardar su momento y dejó que Mikel Nieve, Romain Sicard y sobre todo Igor Antón hicieran el trabajo sucio antes de la hora de la verdad. Para entonces Caruso se retorcía en las duras rampas y perdía más de un minuto, Nibali había cedido en el último intento de Mosquera por separar de su rueda a Samuel, mientras que del Caisse d’Epargne no había noticias, por lo menos positivas, y es que Gutiérrez, Arroyo y López desaparecieron cuando se comenzó a usar munición real.

A falta de un kilómetro la Vuelta a Burgos era cosa de dos: Ezequiel Mosquera y Samuel Sánchez. Nibali venía por detrás y estaba pagando en el tramo final el desconocimiento de la ascensión. Ambos corredores estaban en el mismo tiempo, aunque el gallego tenía muy claro que de llegar juntos a meta el campeón olímpico era una de las peores parejas de baile que le podían tocar. En un último intento de soltar a su oponente, el del Xacobeo apretó los dientes y tiró con todo, pero comprobó que Samuel seguía allí. Fue entonces cuando optó por la vía diplomática y dijo aquello de: «Para mí la etapa y para ti la general».Si llegaban juntos el puestómetro iba dar como vencedor al del Euskaltel pese a estar en el mismo tiempo.

Pero el pinganillo de Samuel Sánchez echaba chispas. Gerrikagoitia no quería ni oír hablar de pactos y le dijo a su pupilo que el objetivo era el lote completo. Ezequiel asumió entonces el segundo puesto y simplemente esperó su ‘ejecución’. Llegó a falta de 75 metros, justo después de que el cuarto clasificado en el Tour de Francia bajara un par de dientes en su desarrollo. Al igual que le ocurrió en Miranda con José Iván Gutiérrez, un sólo acelerón fue suficiente, ya que Mosquera no hizo ni el amago de ir a por él. Giró la cabeza a falta de 25 metros, respiró y volvió a tensar para evitar sustos finales.

Xacobeo y Liquigas

Fueron los dos equipos que demostraron mejores maneras a lo largo de la jornada. Se temía al Caisse d’Epargne, que tenía a tres de sus hombres más fuertes en la pomada (José Iván Gutiérrez, David López y David Arroyo), aunque siempre fue a contrapié y nunca tuvo ninguna opción. No entró ni en el podium. También el Katusha preocupaba a sus rivales y no precisamente por Caruso, quien parecía lógico que cediera en Las Lagunas, sino por Karpets, que llegaba por delante de los favoritos. Pero el ruso explotó a 5 de meta, mientras que el hasta ayer líder se topó con sus limitaciones como escalador. Por su parte Xacobeo demostró durante la etapa estar muy metido en carrera y Liquigas estuvo poderoso en los kilómetros finales.

La carrera fue siempre muy rápida y Toribio (Andalucía), Neirynck (Vlaanderen) y Hovellynck (Quick Step) protagonizaron la escapada del día. Le cogió el testigo otra fuga en la que se reenganchó Toribio, quien rodó con Agnoli (Liquigas), Cioni (Sky) y Marcos García (Xacobeo). Fue entonces cuando comenzó la táctica de equipo y todos quisieron lanzar a sus segundas espadas por delante. Pero Euskaltel se hizo con las riendas antes de la subida final y ahí se comenzó a escribir la verdadera historia de la etapa. Dejaron a su líder en el sitio adecuado y la clase de Samuel Sánchez hizo el resto.

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