El Correo de Burgos

>FÚTBOL / Tercera División. Grupo VIII

El Burgos se deja robar la cartera

Marcó a los 50 segundos, jugó 32 minutos con un hombre más, le pitaron dos penaltis a favor, se adelantó hasta en dos ocasiones y aún así acabó empatando ante la Ponferradina B

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Burgos

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BURGOS CF    2

PONFERRADINA B    2

Burgos CF: Aurreko, Urbano, Herrero, Colina, César, Jacobo, Maureta, Lobera (Espinosa, min. 78), Pablo Álvarez, Hugo Salamanca (Guille, min. 73) y Javi Ramos (Torres, min. 46).

Ponferradina B: Omar, Benavides, R. García, Alberto, Raúl, Moisés, Abraham (Rafa, min. 71), Pablo, Puente (David, min. 68), Ivi y Borja (Álvaro, min. 88).

Árbitro: Ruiz Sánchez (León). Mostró tarjeta amarilla a los locales maureta y Jacobo, así como a los visitantes Omar, R. garcía, Moisés y Borja. Expulsó al jugador de la Ponferradina B Raúl en el minuto 58.

Goles: 1-0, min. 1: Jacobo. 1-1, min. 14: Borja. 2-1, min. 66: Higo Salamanca, de penalti. 2-2, min. 81: Borja.R. MENA / Burgos

El Burgos CF sigue sin dar buenas sensaciones. Ayer lo tuvo todo a favor para conseguir la victoria y aprovechar los empates de Valladolid B y Arandina, pero ni supo ni pudo ganar el partido ante una Ponferradina B que aprovechó sus opciones. Los blanquinegros marcaron a los 50 segundos, jugaron durante 32 minutos con un jugador más, tuvieron dos penaltis a favor (fallaron el primero) y se adelantaron hasta en dos ocasiones, pero ni ese cúmulo de circunstancias fue suficiente para que los puntos se quedaran en casa.

El equipo crea oportunidades y es el máximo goleador del grupo, pero tiene un problema en las labores de contención. Su presión en muchas ocasiones no es efectiva y cualquier rival le hace daño, a lo que hay que añadir que la estrategia sigue siendo su talón de Aquiles. Ante la Ponferradina B le faltó contundencia en ambas áreas. Ni supo cerrar el partido con un tercer tanto, ni tampoco controlarlo para evitar que su rival, en inferioridad numérica, lograra el empate.

Que algo falla es evidente. El Burgos no acaba de ser un equipo con autoridad, un gallito con letras mayúsculas y el partido de ayer es un claro ejemplo.

Lo de corroborar el 6-0 que se consiguió ante el Aguilar se quedó en el camino y ahora toca visitar el campo del Huracán Z con la necesidad de conseguir el triunfo si se quiere evitar que los rivales directos tomen ventaja.

No obstante, el cuadro burgalesista sigue primero en la tabla clasificatoria, aunque el coliderato ya no es cosa de dos, sino de tres. La Segoviana ya está empatada a puntos con los blanquinegros y el Valladolid B y amenaza con sobrepasarles si ambos no espabilan.

Al igual que sucedió en el choque ante el Lermeño, los blanquinegros se adelantaron a la primeras de cambio. A los 50 segundos Jacobo hacía el primero de la tarde tras rematar de cabeza un golpe franco botado por Herrero. Las circunstancias eran las idóneas para que los de casa lograran otra victoria contundente y reconstituyente.

El cuadro leonés acusó el golpe y Javi Ramos tuvo una buena ocasión para hacer el segundo en el 5, aunque su remate se fue arriba. Todo rodaba a favor, aunque una vez de que los blanquiazules asumieron el varapalo comenzaron a mostrar sus garras. De esta forma en el minuto 9 Puente la ganó la espalda a la defensa burgalesa y sólo su mal control y la buena salida de Aurreko evitó el empate.

El Burgos respondió de inmediato y un envío al área de Javi Ramos, que dejó pasar Pablo Álvarez, Alberto estuvo a punto de marcar en propia meta. El choque era de ida y vuelta, ambos equipos intercambiaban golpes, aunque la mala noticia llegó cuando  fue la Ponferradina la que acertó. Borja remató al fondo de la red un saque de esquina.

La Ponferradina crecía con el paso de los minutos y el gol le dio la confianza que le faltó en los primeros minutos. La defensa burgalesa sufría con la rapidez de sus puntas y, siete minutos después del 1-1, Aurreko salvó el segundo de los del Bierzo metiendo una mano a un remate de Puente que se colaba en su puerta. Los problemas defensivos de los blanquinegros eran cada vez más evidentes y en el 37 Puente le volvió a ganar en velocidad a Colina, pero no supo batir a Aurreko en su salida.

El intercambio de golpes continuaba y cuatro minutos después el colegiado pitó penalti sobre Pablo Álvarez en una jugada que llegó desde la derecha. Herrero fue el encargado de lanzar la pena máxima y Omar le ganó la partida. La inmejorable ocasión se fue al limbo y la grada enmudeció. Antes de que llegara el descanso, el Burgos pasó un último susto.

Ivi combinó a la perfección con Puente, se fue por la izquierda, la puso atrás y el delantero centro berciano, con todo a favor,  la pifió en el remate. Se llegó al descanso y las sensaciones seguían sin ser las mejores. Tornadijo movió ficha y buscó tener más el balón con la entrada de Sergio Torres por Javi Ramos.

La variación surtió efecto y el conjunto blanquinegro inició el segundo periodo con mayor control  del juego y más posesión. El panorama cambió y la Ponferradina no encontraba a sus puntas con tanta facilidad, dejó de crear peligro y el Burgos lo agradeció. El cuadro de Tornadijo ganó en confianza, aunque le costaba hacer ocasiones de verdadero peligro.

La balanza se desequilibró a favor de los de casa en el 58 cuando el central visitante Raúl vio la segunda amarilla. La situación volvía a ser favorable para el Burgos CF y en el 65 encontró el premio. Lobera le robó la cartera a Moisés, que posteriormente le hizo penalti. Hugo Salamanca no perdonó desde los once metros y volvió a poner a los locales por delante.

Tocaba nadar, guardar la ropa y tratar de sentenciar, ya que la Ponferradina no daba señales de vida en el ataque. Lobera tuvo la ocasión para cerrar el partido en el 75 tras una buena jugada de Pablo Álvarez, pero el soriano, en una posición inmejorable, mandó el balón por encima del larguero.

Los minutos iban pasando y aunque el Burgos estaba cómodo, no acaba de tener bajo control el partido. De esta forma llegó la jugada del empate. Corría el minuto 81 cuando Ivi estuvo más listo que Jacobo y Sergio Torres, se llevó el balón en la medular, oteó el horizonte y dio un pase de tiralíneas a Borja, quien batió por segunda vez a Aurreko en la tarde de ayer. La jugada dejó en evidencia los problemas de contención locales.

A partir de ese momento el conjunto de Carlos Tornadijo se fue con todo a por la victoria. El corazón comenzó a mandar más que la cabeza. El Burgos trataba de embotellar  a su oponente a base de pelotazos con Colina como delantero centro La Ponferradina B se defendía como gato panza arriba para evitar un nuevo tanto burgalés, aunque sufría ante el empuje de su oponente.

Todos los intentos locales no obtuvieron el premio que deseaban y ante la impotencia de la parroquia local llegó el final del choque.

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