BALONCESTO ADAPTADO
El Servigest se vuelca con su nueva apuesta
El combinado local quiere ser protagonista en la liga sin descuidar la evolución de sus jóvenes incorporaciones
Manu Somavilla intenta escapar del marcaje de un rival.-SANTI OTERO
BURGOS Casi dos meses ha tenido que esperar el Servigest para sentir por fin el gusanillo de la competición. El conjunto local aguarda con impaciencia el estreno de una nueva temporada, en la que partirá con el doble objetivo de ser protagonista en la Primera División del baloncesto adaptado sin descuidar su decidida apuesta por incorporar a los jóvenes valores a la rutina del equipo. El conjunto local inicia este sábado frente al CAI de Zaragoza la etapa de Rodrigo Escudero al frente del banquillo. El técnico reconoce que el plantel tiene «ganas de competir» y de pasar página después de una pretemporada atípica, una fase «rara». «Han sido casi dos meses de trabajo en los que ha resultado complicado atender en las mejores condiciones a 16 personas», explica. «Enfocar los entrenamientos a la competición y profundizar en detalles importantes en el aprendizaje de los nuevos jugadores no es sencillo, pero la alta motivación de todos aquellos que forman parte de este proyecto hace que el esfuerzo sea más llevadero», añade. El Servigest formalizará 13 fichas para esta campaña tras la salida de Miguel, Marco, Jimena y Javier, aunque en los entrenamientos también contará con la colaboración de nuevos practicantes que podrán formar parte del equipo en el futuro. Miguel Nieto representa esa apuesta en la actualidad, mientras que Álvar Alonso se reincorpora a la dinámica de trabajo de un club que alineará desde el inicio de curso al madrileño Jorge Iglesias. «La presencia de los jugadores veteranos en los entrenamientos nos permite imponer un mayor ritmo y trabajar determinados aspectos tácticos. Es difícil no perder competitividad sin renunciar al aprendizaje de los nuevos, pero estoy muy contento con la actitud de los jugadores», insiste Escudero. Este planteamiento global supone un reto para un Servigest que también deberá sortear los contratiempos que depara un calendario sin ninguna continuidad por los parones previstos en el sistema de competición. «Lo importante es que mantengamos este espíritu hasta el final», subraya.