El Correo de Burgos

BALONCESTO / LEB Oro

Si quiere, puede

El San Pablo Inmobiliaria se da un baño de autoestima en Castellón / Vence, convence y se lleva el average apoyado en un sublime ejercicio de acierto desde el triple (14/31)

Maresch protege el balón ante Nwogbo, ayer.-PASCUAL CÁNDIDO

Maresch protege el balón ante Nwogbo, ayer.-PASCUAL CÁNDIDO

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DIEGO ALMENDRES
Burgos

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AMICS CASTELLÓ  60

SAN PABLO INMOBILIARIA  79

Amics Castelló: Cabot (2), Rodríguez (12), Hidalgo (10), Nwogbo (4), Sánchez (6) -quinteto inicial- Blair (5), Bortolussi (1), Faner (1), García (6), Garrett (13), García, A. (-).

San Pablo Inmobiliaria: Vilanova (2), Huertas (16), Martínez (22), Vega (3), Toncinic (12) -quinteto inicial- Peciukevicius (9), Maresch (1), Sinica (8), Fornas (6), Behrens (-).

Árbitros: Vázquez y García.

Eliminados: No hubo.

Parciales 13-23, 23-41 (descanso); 44-61; 60-79 (final).CASTELLÓN

El San Pablo Inmobiliaria confirmó en Castellón la teoría formulada tras la derrota contra el Ourense. Si quiere, puede. Y ayer quiso, de principio a fin. Se apoyó en un gran ejercicio colectivo, en una buena defensa y en un descomunal acierto desde el triple para acercarse un poco más al play off. Así, se convenció de cuál es el camino a seguir para alcanzar sus objetivos. O eso se espera.

Sorprendió de inicio Diego Epifanio con un quinteto lleno de novedades. El técnico local dio la batuta de inicio a Roger Vilanova y apostó por Rafa Huertas como escolta en lugar de Anton Maresch. También tuvo continuidad un Edu Martínez que reventó el partido desde el comienzo.

El riojano anotó 11 puntos en el arranque que catapultaron a los burgaleses. Dos aciertos de salida y una canasta de un también destacado Toncinic (0-8) fueron la mejor puesta en escena de un San Pablo Inmobiliaria que dejó sin respuesta a su rival en ambos lados de la cancha. La defensa frenó el juego alegre de los levantinos y el ataque se encargó de abrir una diferencia cada vez mayor.

Eric Sánchez se multiplicó para taponar las fugas de un Castellón aturdido. Vega, Huertas, Martínez... los de Epi sumaban de tres en tres y alcanzaron su primer tope con el 8-23. Todo salió a pedir de boca para un equipo castellano que alargó las rotaciones aprovechando el tirón.

Ni siquiera las pequeñas desconexiones castigaron al San Pablo Inmobiliaria. Los locales tomaron aire con un parcial de 7-0, respondido por Huertas desde el 6,75. Cada intento verdiblanco era contestado con un triple por un conjunto visitante que protagonizó otro acelerón.

García firmó el único acierto castellonense desde el perímetro en la primera parte y encontró el efecto contrario al deseado por su equipo. Tras el 18-28, Sinica y Fornas entraron el acción para poner a los azules en órbita con otros tres triples. Con el 20-37 el partido se estabilizó y poco importó que los de Epi cayeran en la precipitación ofensiva. Los de El Plantío perdieron el timing ofensivo ante un rival que aún no daba crédito. Ni los tiros libres, ni las segundas opciones, ni los lanzamientos liberados socorrieron a los pupilos de Toni Ten. Así, los burgaleses firmaron el 21-41 para afrontar con tranquilidad la segunda parte.

Sin embargo, aún había mucho camino por recorrer. Castellón no había dicho su última palabra y los árbitros confirmaron una vez más la línea marcada contra Burgos. Mediado el tercer cuarto, el balance de faltas personales era de 6 a 14 y los visitantes acudieron a la línea de tiros libres por primera vez en el minuto 25 de partido (33-50). Regalada la antideportiva de rigor al rival, los verdiblancos aún se agarraban al marcador.

Punto a punto, los levantinos crecieron ante un cuadro burgalés que necesitaba soluciones en ataque tras el 38-50. Para colmo, Vilanova ya tenía cuatro personales, pero Huertas se erigió en líder del San Pablo Inmobiliaria en el tercer cuarto. Cinco puntos consecutivos del andaluz ordenaron de nuevo un partido que comenzaba a ponerse peligroso.

El Castellón acusó el golpe. Toncinic, autor de un doble-doble (12+11) y Peciukevicius se encargaron de dar continuidad al estirón para fijar de nuevo los 20 de ventaja (41-61) y llegar al último periodo con las máximas garantías a pesar del último triple levantino (44-61).

Lejos de llegar un desesperado intento verdiblanco, hubo que esperar cuatro minutos para ver la primera canasta del cuarto periodo. La convirtió Edu Martínez y fue, cómo no, un triple para rubricar la victoria.

Conseguido el primer objetivo, los azules se fueron a por el average en el tramo final. Y con el riojano desatado, no era cuestión de esperar más. El alero puso el lazo a una gran noche y los burgaleses alcanzaron la cumbre con el 46-73. Entonces sí, bajaron el pistón en los últimos compases. Se lo habían ganado antes de pensar en el próximo rival, Huesca. Una gran ocasión para demostrar otra vez que si quieren, pueden.

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