El Correo de Burgos

FÚTBOL / Segunda

El CD Mirandés, en caída libre

El conjunto rojillo sufre su cuarta derrota consecutiva y se acerca a los puestos de peligro / El Nàstic logró su primera victoria de la temporada tras culminar un contragolpe en la segunda parte / Los locales lo intentaron hasta el final, sin suerte

Sangalli protege el balón ante el jugador del Nàstic Djietei, ayer, en Anduva.-ALFONSO GARCÍA MARDONES

Sangalli protege el balón ante el jugador del Nàstic Djietei, ayer, en Anduva.-ALFONSO GARCÍA MARDONES

Burgos

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CD MIRANDÉS  0

NÁSTIC DE TARRAGONA  1

CD Mirandés: Sergio Pérez; Carlos Moreno, Fran Cruz, Kijera; Alex Ortiz, Eguaras (Fofo, min. 59), Provencio (Maikel Mesa, min. 70), Salinas; Sangalli, Guarrotxena, Álvaro Bustos (Pedro Martín, min. 59).

Nàstic de Tarragona: Dimitrievski; Valentin, Suzuki, Djeti, Mossa; Cordero, (Lobato, min. 37), Molina; Madinda, Muñiz, Giner (Oto Kakabadze, min. 90); Álex López (Stephane Emaná, min. 67).

Árbitro: Guillermo Cuadra Fernández (Colegio balear). Amonestó al jugador local Guarrotxena y a los visitantes Ferrán Giner, Valentin, Muñiz, Dimitrievski, Mossa.

Gol: 0-1, min. 54: Juan Muñiz. MIRANDA DE EBRO

El Mirandés no levanta cabeza y se asoma a los puestos de peligro. El esperanzador inicio de curso ha dado paso a una fase negativa en la que los rojillos no encuentran el camino del gol. Ayer ante el Nástic enlazaron su cuarta derrota consecutiva y se alejan del objetivo planteado en el arranque de temporada. La otra cara de la moneda la protagoniza el equipo catalán, que ha necesitado 13 partidos para estrenar su casillero de victorias.

Los visitantes lograron un triunfo muy trabajado en un partido en el que dispusieron de más y mejores ocasiones de gol que un Mirandés que jugó a ráfagas y que atraviesa su peor momento. Ambos equipos apostaron por un ritmo alto de juego y poca conducción en el centro del campo, por lo que el balón llegaba de una y otra área con relativa facilidad.

El Nástic buscó la velocidad de sus transiciones y cargó el juego por banda izquierda. Allí, Giner conectaba con un Álex López que se movía con mucha soltura por el balcón del área. Así, durante la primera media hora mandó el conjunto visitante.

La presión alta no tuvo el efecto deseado en un Mirandés por momentos bloqueado. Además, Sergio Pérez intervino de forma decisiva en dos ocasiones para salvar a su equipo. Apenas había noticias en ataque de los pupilos de Terrazas, maniatados en la zona de tres cuartos y con pocos espacios para mover el balón.

No fue hasta pasada la media hora cuando el cuadro de Terrazas firmó su primer amago serio en ataque con un remate de cabeza de Bustos dentro del área. Esta acción fue la continuación de la gran oportunidad protagonizada por un Sangalli frenado en el mano a mano por Dimitirevski. Eran los mejores momentos de un equipo local que rozó el tanto antes del descanso por mediación de Álex Ortiz. Con todo, el Nàstic tuvo también otras dos ocasiones claras para adelantarse en la primera parte.

El Mirandés salió con un mayor empuje en el segundo acto. Salinas y Guarrotxena buscaron más protagonismo y ayudaron a la salida en tromba del equipo de Terrazas, que ofreció un perfil más agresivo y ambicioso que en el primer periodo. De esta forma, Salinas dispuso de una buena ocasión desde el punto de penalti que se marchó fuera.

Pero el Nàstic, agazapado y con paciencia, asestó un duro golpe en su primera llegada adelantándose en el marcador en una contra que cogió descolocada a la defensa local. Muñiz remató en el área un gran servicio de Giner por la izquierda para hacer el 0-1.

El gol no cambió los planes del Mirandés y Alex Ortiz estuvo a punto de lograr el empate poco después con un remate de cabeza que salió lamiendo el larguero.

Decidió entonces Terrazas que era el momento de hacer cambios y dio entrada a Fofo y Pedro Martín. Su participación en labores ofensivas activó a un Mirandés que dio un paso adelante y Guarrotxena tuvo el empate. A 20 minutos para el final entraba Mikel Mesa, en el que era el último cartucho de Terrazas para que su equipo plasmara su reacción. Por su parte, el Nàstic defendía con orden su ventaja y no desaprovechó la oportunidad de salir a la contra.

En una de ellas, Kijera evitó el remate de Muñiz en una oportunidad muy clara para que los visitantes hubieran firmado el segundo tanto. Poco después era Valentin el que intentaba sorprender a Sergio Pérez.

Los últimos diez minutos fueron de juego trabado y con muchas interrupciones, con un Mirandés acelerado y con prisas que se estrellaba ante un Nàstic firme y rocoso. Guarrotxena lo intentaba, a veces en solitario, pero no había espacios. Aun así creó dos oportunidades más el equipo de Terrazas, a cargo de Pedro Martín y de Mesa, ésta muy cerca del poste. Y Fofo tuvo la última con un disparo desde fuera del área que se marchó cerca del marco.

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