Un finalista con honores

SAN PABLO INMOBILIARIA 92

BREOGÁN 81

San Pablo Inmobiliaria: Steinarsson (3), Álex López (15), Brine (7), Javi Vega (18) y Huskic (19) -quinteto inicial- Soluade (7), Álex Barrera (10), Edu Martínez (9), Jorge García (4), Toncinic (-), Genjac (-) y Akodo (-).

Breogán: Huertas (15), Arco (16), Franch (5), Ortega (-), Stainbrook (11) -quinteto inicial- Bropleh (4), Fernández (11), Cruz (13), Gilling (-), Quintela (6), Cabanas (-).

Árbitros: Mendoza y Zamora.

Eliminados: No hubo.

Parciales: 20-17; 42-37 (descanso); 71-68 y 92-81 (final).

BURGOS

No se cansa este San Pablo Inmobiliaria de romper moldes. El club, en su segundo año de travesía profesional, se estrenará en una final por el ascenso a ACB después de dejar en la cuneta al Melilla y Breogán por la vía rápida. Anoche, el cuadro burgalés culminó una eliminatoria para el recuerdo impulsado por un El Plantío que volvió a vibrar como en las grandes noches. De hecho, la de ayer fue una noche imborrable. Y las que quedan por venir.

Tras el 0-2, era un partido de emociones en el que resultaba fundamental ganar las pequeñas batallas. Cada segundo contaba y marcar territorio de salida era una premisa a conquistar ante un Breogán obligado. Se trataba de contener el posible arreón gallego y evitar que se hicieran con el mando de la situación.

Los burgaleses siguieron su planteamiento, a pesar de que los árbitros necesitaron dos minutos para cargar de faltas a Goran Huskic. Zamora y Mendoza pusieron el listón muy bajo en ambos aros, una circunstancia que afectó por momentos a los dos equipos. Sea como fuere, la inercia del primer cuarto fue muy positiva. El San Pablo Inmobiliaria sabía qué quería hacer y lo ejecutó apoyado en su fluidez.

Los azules jugaban cerca de canasta y eso les permitió sumar puntos fáciles. Además, la situación en defensa estaba controlada y solo Rafa Huertas mantuvo a un Breogán exigido con 8 puntos consecutivos. Con Vega como referente, los locales tomaron impulso ayudados por los lanzamientos de tiros libres y con un parcial de 8-0 tomaron una distancia interesante para navegar a favor de corriente.

Con el 16-8 el partido entró en una fase en la que los burgaleses estuvieron más atascados. Los celestes subieron el nivel en retaguardia y también encontraron la ayuda de la línea de personal para ganar continuidad en sus acciones. El CB Miraflores cada vez estaba más trabado y por momentos echó de menos una de las principales virtudes del proyecto: el lanzamiento de tres.

Con todo, el Breogán daba sensación de improvisar gracias a su descomunal talento individual. Diluido Huertas, Fernández y Arco entraron en escena para situar a su equipo en el cogote del San Pablo Inmobiliaria (22-21). El cuadro lucense tiene más vidas que un gato y siempre exigió un punto más a los burgaleses. Y viceversa.

Ante esta tesitura, Epi tuvo que recurrir a un Goran Huskic que evitó en la medida de lo posible los contactos defensivos con Stainbrook. La apuesta, arriesgada, salió bien. El serbio se puso la capa de superhéroe para ordenar el ataque de un equipo castellano que se las ingenió para salir de cada apuro y mantener su preciosa ventaja en el marcador.

La goma se estiraba y encogía, pero siempre a favor de los azules. Con la izquierda, con la derecha... Huskic centró las ofensivas de un San Pablo Inmobiliaria que creció hasta el 42-34, un pequeño respiro para lo que quedaba por llegar.

El bloque de Lezcano se acercaba al abismo y aplicó soluciones drásticas: vencer o morir en el triple. Y le salió cara. Los celestes enlazaron tres aciertos seguidos y los burgaleses aguantaron el intercambio a pesar de la presión de un rival que ya había encontrado el ritmo deseado. Dadas las circunstancias, el 53-52 era oro puro para el cuadro de Epi a la espera de dar con la tecla en defensa mediado el tercer periodo.

El triple llegó en auxilio justo a tiempo, cuando peor pintaba el choque para los de casa. Vega -brillante una noche más-, Brine y López acertaron más allá del arco para desatascar el problema con un parcial de 11-3 redondeado por Edu Martínez que daba la máxima por un instante a los castellanos (64-55). Solo los tiros libres errados y un triple de Quintela frenaron la progresión del Miraflores, aún por delante en el inicio del último cuarto a pesar de un nuevo acierto sobre la bocina de Cruz (71-68).

Se venía la batalla decisiva en pos de la victoria. Breogán aceleró, pero los de casa aguantaron el envite con entereza a pesar de los continuos errores desde la personal y los nervios acusados en la toma de decisiones. El interminable reguero de faltas patrocinado por unos calamitosos Mendoza y Zamora alargó la agonía hasta el infinito. Cada minuto duraba una eternidad, aunque la defensa daba una seguridad vital con el 81-75 a 4:13 del final.

Y llegó el momento cumbre. Martínez, negado toda la noche, clavó un triple afortunado redondeado que era medio pase. Ese 84-77 heló al Breogán y dio alas a un San Pablo Inmobiliaria lanzado a por la sentencia con un parcial extra de 6-0 que acabó con la resistencia visitante con ese 90-77 que vale un pase a la final. Y El Plantío, patas arriba.