El Correo de Burgos

BALONCESTO

Otra tarde para el recuerdo

España supera con claridad a la campeona de Europa en un gran partido / Burgos cumplió con su parte y empujó a la selección

El jugador del San Pablo Burgos Sebas Saiz machaca el aro ante Dimec, ayer.-SANTI OTERO

El jugador del San Pablo Burgos Sebas Saiz machaca el aro ante Dimec, ayer.-SANTI OTERO

Burgos

Creado:

Actualizado:

ESPAÑA 92

ESLOVENIA  84España: Fernández (9), Vicedo (-), Colom (25), Vázquez (11), Rabaseda (3) -quinteto inicial- Llovet (6), Oliver (-), García (2), Saiz (8), Paulí (7), Arteaga (-).Eslovenia: Rupnik (2), Prepelic (27), Blazic (5), Vidmar (24), Cancar (19) -quinteto inicial- Rebec (5), Lapornik (1), Hrovat (-), Zagorac ()-, Sisko (-), Dimec (1).Árbitros: Mazzoni (ITA), Jasevicius (LTU), Cici (ALB).

Eliminados: El visitante Dimec (min. 29).

Parciales: 20-21; 44-38 (descanso); 73-65 y 92-84 (final).BURGOS

Tiene motivos este grupo de jugadores para sentirse orgulloso de lo conseguido en este doble compromiso internacional. España salió airosa de una situación muy delicada y lo hizo ayudado por la fuerza de un Coliseum que dio el empujón definitivo. Burgos vibró una vez más con el baloncesto y también cumplió con su parte en otra gran tarde de baloncesto para el recuerdo.

No había tiempo que perder. España sabía que debía marcar el ritmo desde el salto inicial, sacudirse la responsabilidad y ganar confianza como colectivo. Y para ello nada mejor que dejarse guiar por la batuta de Quino Colom. El base señaló el camino a seguir a un equipo nacional cómodo de salida.

El 9-4 reforzaba el planteamiento de los pupilos de Scariolo. Con Colom jugando fácil en ataque, España echó la vista atrás. Ahí, bajo los aros, debía solventar un problema con nombre propio. Vidmar, el coloso esloveno, exigió un sobresfuerzo al conjunto rojo. Con todo, en ocasiones parecía imparable y su corpulencia fue la mejor arma de Eslovenia en el primer cuarto.

Los anfitriones se estiraron hasta el 14-8, un buen punto de partida pero insuficiente para poner en aprietos a la campeona de Europa. Los visitantes no andaban acertados por fuera, así que cargaron por dentro para minimizar la desventaja. La tendencia negativa se confirmó con un acierto de Rebec que significaba el 18-20.

Asumía España que la de ayer era una guerra con muchas pequeñas batallas por conquistar. Sin Colom ni Vázquez en pista, los rojos perdieron por un momento las referencias. Afortunadamente, la defensa impidió el despegue esloveno. Vidal comprendió que era el momento de que la experiencia resolviera el entuerto y con 8 puntos consecutivos reactivó la maquinaria. Justo a tiempo, ya que Prepelic encendió la luz que solo irradian las estrellas. El escolta se fue hasta los 16 puntos mediado el segundo cuarto para dejar sin efecto el intento de escapada español (33-29).

Sea como fuere, la iniciativa era local y España sacó el máximo provecho de la inercia positiva para alcanzar el descanso con la máxima ventaja hasta el momento (44-38). De nuevo, la incorporación al partido de Colom marcó la diferencia en favor del cuadro de Scariolo.

Quedaba un mundo por delante, pero las sensaciones invitaban al optimismo para afrontar el tercer cuarto con garantías. Cancar se alió con Prepelic para bombardear el aro local y, por un momento, Eslovenia se puso por delante en el marcador (47-50). Sin embargo, los blancos se cargaron muy pronto de personales y los tiros libres ayudaron a los anfitriones en las situaciones delicadas. Además, los buenos minutos de Fernández reforzaron el liderazgo de un Colom que sumaba 23 puntos para poner a España con el 60-56.

Lo mejor de España estaba por llegar. Vidmar apretó en la pintura para tirar de una Eslovenia que necesitaba algo más que la aportación de sus tres mejores hombres. Los locales, por su parte, echaron mano de todo su arsenal para asentar su ventaja. Vidal dio un nuevo paso al frente, pero fue la aparición de Sebas Saiz y Paulí lo que marcó la diferencia.

Un rebote ofensivo del jugador del San Pablo Burgos fue el preludio del 67-61 y dos chispazos del exterior catalán en los últimos compases del cuarto fueron oro. Un triple y un palmeo del catalán estiraron la goma hasta el 73-65 y, lejos de conformarse, España sentenció en un apoteósico inicio de último cuarto.

El ataque funcionó a la perfección, pero el partido quedó sentenciado desde la defensa. Los rojos secaron a Eslovenia para alcanzar la máxima a 7 minutos del final. El vendaval local alcanzó el 82-65 y solo una catástrofe daría al traste con el trabajo realizado. De hecho, los rojos se atascaron, pero la ventaja era suficiente para disfrutar del final de fiesta. España cumplió con nota y el Coliseum recargó pilas antes de centrarse en lo verdaderamente importante esta temporada, su San Pablo Burgos.

tracking