El Correo de Burgos

Atletismo / XV Cross Internacional Atapuerca

Kiplimo se desquita y Teferi conquista la triple corona

El ugandés estrena palmarés y se saca la espina de 2017, cuando fue segundo a escasos centímetros del oro /La etíope vuelve a ganar la partida en los últimos metros a la keniana Chelimo

El ugandés Jacob Kiplimo festeja la consecución de su primer triunfo en Atapuerca tras protagonizar una auténtica exhibición en las campas del Carex-Santi Otero

El ugandés Jacob Kiplimo festeja la consecución de su primer triunfo en Atapuerca tras protagonizar una auténtica exhibición en las campas del Carex-Santi Otero

Burgos

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Jacob Kiplimo y Senbere Teferi asaltaron el trono del Cross Atapuerca 2018. El fondista ugandés se desquitó, y de qué manera, del agridulce sabor de boca que le quedó en su anterior presencia en la prueba burgalesa, que hizo de nuevo méritos para ser proclamada como la mejor carrera de campo a través del circuito internacional. Mientras, la etíope firmó su tercer triunfo consecutivo en una edición que batió su registro absoluto de participación.

El espectáculo estaba garantizado en el circuito permanente del Centro de Arqueología Experimental, que ha visto incrementada su dureza con un par de obstáculos artificiales en su trazado. Con los mejores especialistas mundiales en la parrilla de salida y con el tiempo respetando a las atletas todo parecía propicio para que los miles de aficionados que se citaron en la campa gozaran de una cita deportiva de primer nivel.

Jacob Kiplimo estrenó su palmarés deportivo en la prueba burgalesa, que cumplía su XV edición, con una exhibición de fuerza para enmarcar. El ugandés (18 años) se presentó en Atapuerca con un mal escondido ánimo de revancha. El pasado invierno se le escapó el triunfo en las últimas zancadas en un cerrado esprint con el etíope Getaneh Molla.

En esta ocasión, pletórico de forma y con una dosis extra de motivación, no estaba dispuesto a que nadie se interpusiera en su camino hacia el éxito. Dicho y hecho.

El fondista, una de las grandes promesas del fondo internacional (se proclamó en 2017 campeón del mundo junior de cross en Kampala y fue además tercero en el 10.000 del mundial sub 20 de 2016) subió a lo más alto del cajón firmando una actuación para el recuerdo. Atravesó en solitario la línea de meta parando el crono en un registro de 25:10 (a un ritmo de 2:47 el kilómetro).

Estuvo escoltado en el podio de honor por el eritreo Aron Kifle (bronce en el campeonato del mundo de media maratón de Valencia este año y un habitual en la campa de Atapuerca) -25:23- y el keniano Edward Zakayo (campeón del mundo sub 20 de los 5.000 en 2018). Este último (25:25) fue capaz de sobreponerse a una historia rocambolesca en las horas anteriores para terminar en el podio de honor. Estuvo incluído en una primera lista facilitada por su manager, pero posteriormente se cayó de la misma. Pese a todo se presentó a Burgos en la tarde del sábado, lo que obligó a la organización a realizar un encaje de bolillos para facilitarle un alojamiento. Luego le otorgó un dorsal. El resto lo hicieron las piernas de Zakayo.

El poderío africano quedó una vez más patente desde el pistoletazo de salida. Aron Kifle y Vincent Rono fueron los encargados de estirar el grupo desde los primeros metros, siempre con los grandes favoritos en las posiciones cabeceras. Antes de llegar al ecuador de la carrera -disputada sobre 9 kilómetros- la lluvia hizo acto de aparición para hacer aún más dura la competencia.

Kiplimo, Kifle y Ayalew Aweke -vencedor del cross en 2016-, muy seguros de sus fuerzas, no abandonaron nunca la punta de lanza. Antes de alcanzar el quinto kilómetro tensaron la cadena y formaron un grupo selecto de ocho corredores del que completaban Rono, Toroitich, Birhanu, Hadis Abadi y Muktar Edris -campeón mundial de los 5.000 en 2017-.

El arreón había dejado descolgado al pentacampeón de la prueba burgalesa Imane Merga.

Superado el sexto kilómetro de carrera Kiplimo y Kifle lanzaron un latigazo que les dejó solos en cabeza, con Aweke, Zakayo y Abadi pisándoles los talones en primera instancia. Su ritmo machacón fue muy pronto imposible de seguir por el trío perseguidor y la carrera se convirtió en un mano a mano en el que Kiplimo, recordando lo sucedido en 2017, no quiso dar ninguna opción a una llegada al esprint. Así que forzó de nuevo la máquina para soltar a su peligroso compañero de fatigas con una zancada prodigiosa que le permitió saborear las mieles del triunfo.

Por detrás, los corredores españoles y europeos libraban su batalla particular para luchar por los primeros puestos entre los mortales. Finalmente Toni Abadía acabó en la 13ª plaza como mejor corredor nacional, seguido de cerca por Adel Mechaal (15º).

En la carrera élite femenina la gran favorita para el triunfo final no dio opción a la sorpresa (25:53) en un final de infarto. Senbere Teferi conquistó su tercer entorchado consecutivo y ya es reina indiscutible del Cross de Atapuerca. Nadie más cuenta con tantos títulos en su palmarés. Y de nuevo dejó con el caramelo en la boca a la keniana Margaret Chelimo (25:55), a quien ya superó en un apretadísimo esprint en 2017. Completó el podio de honor la keniana Norah Tanui (campeona del mundo juvenil de los 2.000 obstáculos), con un registro de 25:59.

Desde el pistoletazo de salida dos fueron las corredoras que asumieron todo el protagonismo en cabeza de carrera, Norah Tanui y su compatriota Gloriah Kite, con las grandes candidatas al título -las etíopes Teferi y Oljira, que se habían repartido los último cuatro títulos en Atapuerca- esperaban su oportunidad resguardadas en el seno del paquete.

Antes de llegar al ecuador del a prueba el ritmo de las kenianas destrozó el grupo y dejó reducida el número de aspirantes al podio a 9 unidades (Tanui, Kite, Teferi, Oljira, Cherono, Chelimo y las europas de origen africano Trihas Gebre -campeona de España-, la sueca Meraf Batha y la británica Charlote Arter.

Al paso por el kilómetro 6 Tanui y Kite dinamitaron el grupo, del que pronto perdieron contacto las europeas y, sopresa, la campeona en 2014 y 2015, Beleynesh Oljira.

Poco después Chelimo estiró las orejas y se encargó de hacer la selección definitiva. Apretó los dientes y subió el ritmo, que solo pudo seguir Senbere Teferi. El duelo de ambas en 2017 se volvía a repetir. Esta vez con menos emoción porque la etíope atacó de lejos para evitar la repetición del esprint.

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