Hay luz al final del túnel

SANTBOIANA  43

UBU COLINA CLINIC  26 Santboiana: Ragazzi, Anae, Sila, García, Pujol, Palomar, Ramiro, Tauli, Millán, Bentley, Orbaneja, Villar, González, Vicente y Dorrough. También jugaron: Buira, Moreschi, Coma, Palomo, García, Rodríguez y Chichua.

UBU Colina Clinic: González, Albareda, Hasse, Wagenaar, Matamu, Guido, Snyman, Sagaga, Rocaries, Sirvent, Surumi, Molinero, Weersma, Masuyama y Cronje. También jugaron: Van den Berg, Fuente, Pisapia, Ascroft-Leigh, Sánchez, Rascón y Jo Mar. Árbitro: Alfonso Mirat.

Tarjetas amarillas: Al visitante Cronje en el minuto 30 por juego sucio.

Tanteo: 7-0, min. 4: ensayo de Ramiro que transforma Bentley; 14-0, min. 10: ensayo de Tauli que transforma Bentley; 14-5, min. 16: ensayo de Cronje; 17-5, min. 28: golpe de castigo de Bentley; 24-5, min. 32: ensayo de Bentley que transforma él mismo; 31-5, min. 38: ensayo de Anae que transforma Bentley; 31-12, min. 48: ensayo de Cronje que transforma Weersma; 36-12, min. 68: ensayo de Moreschi; 36-19, min. 71: ensayo de Snyman que transforma Weersma; 43-19, min. 78: ensayo de castigo; 43-26, min. 80: ensayo de Cronje que transforma Weersma. El UBU Colina Clinic, hoy por hoy, es un equipo tocado e inmerso en una dinámica muy peligrosa. Resulta descorazonador ver en acción a un conjunto al que todo le sale mal sobre el terreno de juego. A la vez, hay luz al final del túnel.

El Aparejadores mostró una vez más los mismos defectos de jornadas anteriores para caer ante la Santboiana. Sin embargo, la reacción tras el descanso y el cambio de cara reflejado tanto en la actitud como en el juego debe servir de punto de inflexión para el futuro.

En esta situación tan delicada, resulta fundamental mejorar desde el aspecto más básico como es poner el balón en movimiento y ya en el primer segundo se vio que nada bueno iba a suceder.

El UBU Colina Clinic abrió el encuentro con un saque de centro que se convirtió en una melé en contra. Una anécdota, desde luego, pero también un detalle significativo que resume el estado actual.

En diez minutos, los visitantes reflejaron todos los defectos de este inicio de curso y en ese tiempo la Santboiana ya ganaba por 14-0. Para ello solo tuvo que aprovechar los errores gualdinegros.

Un tropezón inoportuno ayudó al rival en su presión. El oval acabó en una touche a favor a cinco metros de la línea de marca, un lance que el UBU Colina Clinic debía asegurar como fuera. Pues bien, el saque largo no encontró a Guido y dejó al local Ramiro con todo a favor para que solo tuviera que posar el balón.

La puesta en escena fue desoladora y ya todo fue a peor. La primera acción a la mano en campo contrario se resolvió con una pérdida, una constante de este principio de temporada que arruina las opciones de ataque y que, para colmo, favorecen las transiciones del adversario.

La Santboiana ganó la línea de ventaja con una facilidad pasmosa y sus transmisiones rápidas y coordinadas llevaron el oval siempre al punto deseado. Así todo resulta más fácil y pronto llegó el segundo ensayo tras rasgar por el centro la cortina defensiva castellana.

Solo entonces el UBU Colina Clinic dio señales de vida con un par de ataques con varias fases, con movilidad y con seguridad en las manos. Con estas premisas, las probabilidades de avanzar se multiplican y Molinero encontró el intervalo para cocinar el ensayo firmado por Cronje.

Los visitantes tuvieron su pequeño momento para la alegría. Eso sí, Weersma falló la transformación en una situación aparentemente sencilla. Está claro que para este Aparejadores no hay tregua.

La reacción era imposible si en cada fase ofensiva había un error en el pase, un avant o un golpe de castigo en contra. Sin continuidad con el oval, no quedaba otro remedio que achicar agua porque la Santboiana -como el resto de los rivales- no dio concesión alguna.

El UBU Colina Clinic tembló y antes o después se derrumbaría como un castillo de naipes. Los gualdinegros ni siquiera estaban cómodos en la melé, tradicionalmente uno de sus puntos fuertes. El decano no desaprovechó el regalo y amplió la renta con un pateo en el minuto 25. Lo peor estaba por llegar.

De nuevo, los burgaleses fallaron al poner el balón en juego. Estaban como un flan y la amarilla mostrada a Cronje a instancias del línea hizo saltar todo por los aires. Este tramo fue una pesadilla para los blancos y un festival para la Santboiana.

El 31-5 y las terribles sensaciones que había ofrecido el UBU Colina Clinic zanjaron la cuestión, pero el conjunto de San Amaro tuvo la capacidad de salir del Baldiri Aleu con una mueca para la esperanza.

Cualquier chispazo vale para alimentar el alma de un proyecto que dio síntomas de mejora. Queda un larguísimo camino por delante para descubrir todas las virtudes que tiene aún escondidas este equipo y para alcanzar el nivel deseado hay que empezar por el principio.

Más allá del planteamiento de un rival sabedor de su triunfo, el UBU Colina Clinic se sacudió los temores y dio un paso adelante para ganar confianza de cara al futuro. Cronje evidenció que debe ser una pieza fundamental al contragolpe y los gualdinegros redujeron distancias tras interceptar una transmisión de los catalanes (31-12).

Quedaba media hora y a partir de ese momento los castellanos se plantaron en la 22 contraria. Cierto es que los errores de manos y la precipitación impidieron cualquier atisbo de remontada pero, al menos, el Aparejadores RC era otro.

Los cambios sentaron bien a un equipo que subió al máximo la línea de presión para incomodar a una Santboiana apurada. La delantera, por fin, se hizo con el mando del juego como antaño y solo los detalles evitaron una recompensa mayor.

Es todo un alivio ver cómo avanzan la melé y el maul del UBU Colina Clinic después de tres partidos atascados, aunque el esfuerzo del pack solo sirvió para quedarse a un milímetro del posado. El conjunto burgalés no supo rematar y, sin embargo, en nada se parecía al de la primera mitad.

En las circunstancias actuales cualquier pequeño contratiempo conlleva el mayor castigo. Después de 20 minutos de insistencia en la 22 catalana la Santboiana aprovechó su única salida a la mano con criterio para montar una contra y clavar otra daga en el corazón burgalés.

Ese 36-12 espoleó a un UBU Colina Clinic que, con todo perdido, se centró en cambiar la cara. Por eso, el inmediato posado de Snyman tras un buen esfuerzo para recuperar el balón es un punto de apoyo interesante, al igual que los gestos de alegría, las difíciles patadas convertidas por Weersma o el último ensayo gualdinegro con el tiempo cumplido.