El Correo de Burgos

Fútbol / Segunda B

El Burgos CF remonta el vuelo en Getxo

Estrena la era Salmerón sumando su segunda victoria consecutiva frente a un Arenas que demostró su condición de colista

Toché hizo el segundo tanto de los blanquinegros en Fadura (el tercero en las dos últimas jornadas)-Burgos CF

Toché hizo el segundo tanto de los blanquinegros en Fadura (el tercero en las dos últimas jornadas)-Burgos CF

Burgos

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BURGOS CF  2

Segunda (y merecida) victoria consecutiva de un Burgos CF que remonta el vuelo sumando 10 puntos de los últimos 12 disputados y que presenta su candidatura para estar mucho más arriba en la tabla. No pudo tener mejor debut José María Salmerón, al que sus hombres dieron un anticipado regalo de cumpleaños, ya que cumple 53 primaveras el próximo miércoles.

Aprovecharon los errores de un Arenas que se jugaba su primera final, seguirá de farolillo rojo y como el equipo más goleado del grupo, que todavía no sabe lo que es ganar cuando se han disputado ya dos meses de competición. Wilson, con algo de fortuna, y nuevamente Toché firmaron la victoria castellana con sus dianas.

El técnico almeriense, con las bajas del capitán Andrés, Pizzorno y Goti, dio entrada a Indiano, Donovan Wilson y Toché con respecto al conjunto que remontó en la jornada anterior ante Osasuna Promesas -con el cambio además de Borja Sánchez en el lateral derecho-.

Había comentado en la previa el técnico que ante los vizcaínos era imprescindible ponerse el mono de trabajo y luego demostrar la calidad que se les supone a sus hombres. Y esto pretendieron, con Undabarrena de medio centro en un 4-1-4-1, siempre con Marcelo unos metros por detrás del único punta, Toché.

Sin dominador claro, las imprecisiones de unos y otros marcaron los primeros compases. Ninguno de los dos equipos conseguía imponerse y el esférico pasaba de un campo al contrario sin mucho criterio y siempre anticipándose los defensores a los atacantes.

Pero los sustos de los rojinegros a los de El Plantío no se hicieron esperar. Primero fue Aitor Ramos, desde unos 30 metros, el que intentó una vaselina ante un mal despeje de Palatsí, pero el cuero no llegó a la portería visitante. Pasado el cuarto de hora probó fortuna Zarzo y ahora sí demostraría su calidad el cancerbero blanquinegro para despejar a córner.

Pasado el ecuador del primer acto llegó el tanto que adelantaba a los blanquinegros. La presión de Wilson a la salida del balón de los defensores locales iba a tener un premio inesperado. El despeje de la zaga rebotaba en las piernas del inglés en el borde del área grande y la pelota salía disparada hacia la portería. Tras pegar en el palo, se colaba en las redes de un sorprendido Aulestia, que no pudo hacer nada por evitar el tanto.

No le quedaba otra a los hombres de Olaizola, quien en su día también estuvo jugando a orillas del Arlanzón, que empujar aún con más brío bajo un incesante diluvio. Así lo hicieron los suyos, mas ahora, ante el repliegue ordenado de los castellanos, no encontraban líneas de pase ni forma alguna de desbordarles en el uno contra uno.

Y a la contra los de Salmerón generaron una nueva oportunidad que, esta vez sí, Aulestia desvió al único saque de esquina botado en este primer periodo por los blanquinegros. Juanma empalmaba desde la izquierda para que el cancerbero vasco volara de manera inspirada para evitar que aumentara la distancia en el marcador. Ciertamente no sufrían los castellanos y además salían al contragolpe con mucha rapidez.

En los últimos cinco minutos, Wilson se zafó de su par, pero se quedó sin ángulo y sin fuerzas para rematar. Y a un minuto del 45 Juanma tampoco acertó a rematar entre los tres palos, así que el encuentro se iba al asueto con la victoria por la mínima para los blanquinegros.

La nutrida y animosa afición burgalesa desplazada a Fadura no paró de animar a los suyos y redobló sus esfuerzos tras la reanudación. Querían sumar una victoria importante y eso ayudaba a que los suyos trabajaran con mucha intensidad.

Así, nada más comenzar el segundo periodo y en otro robo de balón, Wilson asistía desde la derecha en paralelo a la línea de gol. Los centrales vizcaínos no despejaban y Toché, desmarcado y a cuatro metros de la meta, empujaba con rabia a las mallas. Era su tercer gol de la temporada y abría un hueco que a la postre iba a resultar definitivo.

Solo se oía la lluvia en Getxo. Y a los seguidores del Burgos. En vez de en Fadura, parecía que el partido se jugaba en El Plantío. Olaizola, ante la endeblez defensiva que se veía muy evidente, se la jugó en el ataque. Dio entrada a un griposo Etxaniz para intentar la heroica y este remató de cabeza en los siguientes diez minutos más que todo su equipo en los anteriores 60. Aunque sin la puntería necesaria, porque la mayoría de las veces lo hacía forzado al estar sus marcadores muy cerca para evitar precisamente que no gozara de una buena posición.

También Salmerón movió su banquillo en busca de jugadores con experiencia para mantener el resultado favorable que atesoraban. Carlos Martínez y Pisculichi saltaban a Fadura y junto a los suyos esperaban en su parcela en su intento de frenar las avalanchas inconexas de un Arenas que ya sólo inquietaró en las cercanías del borde del área.

La respuesta de los blanquinegros llegaba de nuevo en los contraataques y Pisculichi y sobre todo Marcelo, que envió un esférico a las nubes, estuvieron cerca de batir de nuevo a Aulestia. No hizo falta, ya que los tres puntos se marchaban merecidamente y tras un gran despliegue, hacia la capital castellana. Felicidad en el Burgos CF tras un arranque de temporada para olvidar.

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