Revolcón en Pucela para el San Pablo Burgos (75-61)

El Real Valladolid Baloncesto no estaba dispuesto a ceder la victoria tras caer en Palencia en la primera jornada así que apretó los dientes y volvió a dar un revolcón al San Pablo Burgos (75-61). Sin paliativos.

Los 21 puntos de ventaja a favor de los locales con los que se fue al descanso el Hereda San Pablo Burgos pesaron como una losa en el desempeño del conjunto burgalés que tras la reanudación trató de mejorar pero fue  incapaz de igualar la intensidad que el equipo pucelano puso en la cancha desde el primer instante. El equipo local no hizo nada que fuera desconocido para Paco Olmos y la plantilla azulona que ya se habían topado con este Valladolid siempre en quinta marcha, que hace de la intensidad y el juego directo y rápido su santo y seña. Pese a que no se podían llamar a engaño, el cinco titular del San Pablo fue literalmente arrollado por el conjunto blanquivioleta en el primer cuarto en el que sólo fueron capaces de anotar 8 puntos. 

Los de Olmos sufrieron en defensa para controlar el rebote, para frenar el juego tras los bloqueos y cerrar el tiro exterior. De nuevo la presencia de Mahalbasic fue el referente para los azulones capturando rebotes y moviendo el balón en el ataque. Si es que se le puede llamar así a dos tiros de campo anotados en el primer periodo. La evidente buena sintonía en la cancha de Mahalbasic y Alex Barrera, que tan bien funcionó en el partido del sábado en Melilla, apenas dio frutos en el polideportivo Pisuerga. 

También en el segundo cuarto los de Paco García estuvieron muy encima de los azulones y muy atentos a las líneas de pase, forzando robos de balón y pérdidas que impidieron recortar la ventaja en el marcador. Mahalbasic regresó a la cancha a la mitad del cuarto para encontrarse con la misma falta de ideas en ataque, aunque en los primeros cinco minutos el parcial se mantenía equilibrado, con Barrera asumiendo los galones y en pugna permanente con el blanquivioleta Gantt. 

Fueron los últimos minutos del segundo periodo cuando el Valladolid metió la sexta y se lanzó a ampliar la ventaja aprovechándose de los balones perdidos y los tiros fallados en los sucesivos ataques sin rédito de los azulones. Sin poder bajo la canasta, el San Pablo se refugió en el tiro exterior con Obi Echenyionia reconvertido en nuevas funciones de ataque en un partido en el que Olmos mantuvo a sus interiores quizá excesivamente fuera de la zona pucelana.

Una escalada imposible

Tras el descanso nada cambió en el San Pablo Burgos. Ni  Rodrigo San Miguel ni Gonzalo Corbalán fueron capaces de entender la defensa vallisoletana en ese momento clave del partido y la precipitación se contagió a las decisiones de tiro en ataques interminables. Norelia subió de revoluciones mediado el tercer cuarto y fue el único en igualar la intensidad de los pucelanos, por encima de un Alex López, que lo intentó poniéndose al frente del equipo pero se cargó de faltas pronto. 

Una canasta sobre la bocina de Gonzalo Corbalán, que fue de menos a más en los minutos que estuvo en la cancha, al final del tercer periodo puso fin a un tercer cuarto en el que el San Pablo fue corrigiéndose a medida que Valladolid aflojó la presión recortando la desventaja a 14 puntos. Mucha distancia a recortar para los azulones en un último periodo en el que Paco García volvió a activar al equipo pucelano y redobló la intensidad. El San Pablo acabó volviendo a apostar por los tiros exteriores con Echenyionia y Kacinas para rebajar la distancia a 11 puntos. 

Un tiempo muerto de Paco Olmos a falta de 7 minutos con -13 en el marcador sirvió para poco ya que Valladolid secó los dos siguientes ataques del San Pablo. Corbalán, el mejor de los azulones con 20 de valoración, tuvo que volver a la cancha para tratar de encontrar una vía en la coraza pucelana pero mal se puede enmendar la situación si en la primera parte del último cuarto San Pablo sólo fue capaz de anotar 5 puntos por 10 de los jugadores locales. 

Funcionaron algo mejor las ayudas en defensa y los bloqueos en ataque y un triple de Barrerra a falta de 3:48 rebajó la distancia a 13 puntos a favor de los locales e hizo saltar a Paco García, que paro la situación con un tiempo muerto. A partir de ahí, la precipitación de los azulones se topó con las ganas de cerrar el partido de los pucelanos y el correcalles de los últimos dos minutos dejaba claro que la victoria se quedaba en casa.