Domingo de resurrección en Cáceres

El Hereda San Pablo Burgos logró en Cáceres la decimoséptima victoria de la temporada, a costa de un buen conjunto mangurrino que no entregó el partido en ningún momento y supo buscarle las cosquillas a los de Curro Segura. El equipo burgalés se redime así del tropiezo inter semanal, aunque vuelve a dejar una imagen gris, que genera muchas dudas en el ideario colectivo y donde preocupa, además de la falta de consistencia del equipo, una nueva lesión, la de Khyri Thomas.

Con una rotación más corta de lo habitual debido a las molestias y lesiones que han mermado los entrenamientos en las últimas semanas, Curro Segura sorprendió dando entrada en el quinteto inicial a Luka Rupnik, quien a penas había completado sesiones con el grupo debido a un problema en la planta del pie. Sin problemas físicos, pero inédito en estas lides, Carlos Suárez también fue de la partida para acompañar a Van Zegeren en la pintura y darle un aire nuevo al equipo tras la debacle del miércoles. El ‘Chipa’ sería decisivo a la postre. 

Ya desde el salto inicial, el San Pablo Burgos demostró atravesar un momento de duda e incertidumbre.  Casi sin enterarse, el equipo burgalés se vio con siete puntos de desventaja y tragando dos técnicas, primero por la protesta de Khyri Thomas, quien aún debe entender la idiosincrasia de la LEB, y después la de su técnico. A pesar de tener un 0 de 5 en triples, Segura movió primero a sus jugadores en la pintura, dando entrada a Mahalbasic y Norelia. Ambos lograron cortar la sangría de puntos al contragolpe (16-12). 

Tuvo que llegar el balón a las manos de Álex Barrera para que el mejor cuarto triplista de la liga le quitara el tapón a la canasta desde el exterior. Sin embargo, Cáceres demostró tener muchos puntos en sus filas con hasta siete jugadores anotando en el primer cuarto que se cerró con el 22-17.

Las malas sensaciones se perpetuaron en el segundo cuarto. Tan solo la hiperactividad de Norelia, permitió a Burgos acercarse en el marcador (24-23), antes de que Roberto Blanco parara el encuentro, viendo que, sin muchos alardes, los de Segura comprometían su ventaja. Ayudado por el bajón anotador de Cáceres y la clarividencia que aportó Mahalbasic desde el banquillo, el San Pablo igualó el encuentro en el ecuador del parcial. Incómodo, sin soluciones desde el exterior, pero mejor en defensa y sobre todo, enganchado a la energía de Norelia. 

En menos de medio minuto, el conjunto burgalés le dio la vuelta al partido desde la línea de tiros libres. Primero, anotando el provocado por la técnica a un Roberto Blanco, cada vez más contrariado. Después, con los forzados por Norelia en la zona, y a la postre, con los obtenidos tras un robo magistral de San Miguel que recibió la falta de su par, (27-32).

Burgos mejoró, tanto en el rebote ofensivo, una mancha en el expediente del primer cuarto, como en el lanzamiento exterior, que aún presentaba un 1 de 14, pero lanzaba a los burgaleses hasta el 29-35 con el primero de San Miguel. Dos triples consecutivos de Hasbrouck, acercó a Cáceres, que se marchó al vestuario creyendo en sus posibilidades (38-40). 

Con un ataque accidentado del conjunto local y la falta que envió a la línea de tiros libres a Bercy, comenzó el tercer cuarto. Burgos tenía por delante dos cuartos para redimirse, no solo de la última derrota, sino también de una primera parte que dejó infinidad de dudas. Sin embargo, el tercer acto empezó con las mismas sensaciones. Cáceres tomó las riendas ahondando en los problemas defensivos del San Pablo, que para colmo, se olvidó de cerrar el rebote -de lo poco salvable en el primer tiempo- (57-51).

Y a pesar de todo, la rotación de Segura demostró en apenas un minuto tener argumentos suficientes como para ganar a un equipo tan voluntarioso como Cáceres, aunque a priori con menos mimbres sobre la pista. Con un triple de Thomas y otro de Barrera, Burgos igualó el partido y con el mate de Van Zegeren recuperó el mando. Incomprensible.

Jugando a las mil caras, el equipo azulón encaró el cuarto definitivo con 6 puntos de ventaja (60-66), aunque Cáceres no se iba a desentender del encuentro. Olaizola no falló desde el tiro libre, como tampoco erró Lafuente desde el 6,75 para poner a un punto a los suyos. Fue entonces cuando apareció Gonzalo Corbalán para enviar un misil sobre la bocina de posesión, que enmudeció al Multiusos. San Miguel se atrevió también desde el exterior y colocó a Burgos a siete puntos, pero Cáceres aceptó el reto y habló desde siete metros para colocar un 68-74 en apenas tres minutos.

De forma insondable y con la pésima noticia de la retirada de la pista antes de tiempo de Khyri Thomas por un pinchazo en el abductor, el San Pablo de Curro Segura jugó con la diferencia, mezclando minutos de auténtica crisis anotadora, con otros de brillantez y solvencia. Con un minuto y diez segundo en el luminoso, Cáceres tuvo balón para ponerse por delante, pero esta vez Burgos cerró el rebote y con el triple de Carlos Suárez cerró el partido. El San Pablo jugó a un juego que en otras ocasiones le costó muy caro, pero que en Cáceres sirvió para sumar la decimoséptima de la temporada. Un triunfo que no disipa las dudas, pero sirve como redención para los de Segura (87-95). 

 

CÁCERES    87  - 95  SAN PABLO BURGOS

Parciales

: 22-17 / 16-23 / 22-26 / 27-29

Cáceres Patrimonio de la Humanidad:

Bercy (14), Cepukaitis (4), Infantes (4), Bracey (13) y Hasbrouck (19) -cinco inicial- Lafuente (5), Olaizola (9), Borovnjak (2), Rodríguez (7), Toledo y Vasileiadis (10).

Hereda San Pablo Burgos:

Khyri Thomas (9), Van Zegeren (9), Álex López (5), Carlos Suárez (10) y Luka Rupnik (7) -cinco inicial- San Miguel (8), Álex Barrera (17), Corbalán (9), Kouzeloglou, Mahalbasic (9) y Norelia (12).

Árbitros

: Mas Cagide, García Crespo y Diz Felipe.

Eliminados

: No hubo.