El Mirandés contiene al líder en Anduva

El CD Mirandés se da un respiro en lo anímico y en la clasificatoria tras firmar un meritorio empate en Anduva ante el líder CD Tenerife. 

El equipo de Alessio Lisci firmó uno de sus partidos más completos en lo defensivo y con eso bastó para maniatar al potente conjunto isleño, que en el segundo periodo no generó ni una sola ocasión de gol. Y es que el choque tuvo dos partes bien diferentes, una primera jugada de poder a poder con llegadas muy claras y un Gabri Martínez decisivo en lo ofensivo, para tras el paso por los vestuarios disputarse una segunda donde las defensas fueron muy superiores.

Con sólo tres puntos sumados de los quince últimos posibles, el míster local Alessio Lisci puso en juego un once titular con hasta seis cambios con respecto al último partido, mientras que un Tenerife en un momento dulce como líder de la categoría su entrenador Asier Garitano sólo cambiaba una cara, la de Mo Dauda y obligado al ser expulsado por dos amarillas en la victoria ante el Burgos.

Sea como fuere el que mejor pisó el césped fue el equipo local, pues en el 2´ y por el costado izquierdo Gabri Martínez se va muy bien de Mellot y llegando a línea de fondo cerca del área chica pone un pase de la muerte que tras tocar en Amo despista a portero y zaga tinerfeña, también a Martón, para que en el segundo palo aparezca Álvaro Sanz y remache a placer.

El Mirandés sorprendía de buenas a primeras y baste decir que en el 6´ Gabri Martínez se la volvió a jugar a Mellot para ganar un córner que resultaría también muy peligroso, pero no tardaría en despertar el conjunto isleño y en seguida dio muestras de su enorme potencial ofensivo generando continuos y numerosos acercamientos. 

Cumplido el cuarto de hora no sólo el Tenerife mandaba de forma clara con la pelota, también el Mirandés sufría bastante en su área y eso para un equipo con el dudoso honor de ser el más goleado, era un verdadero problema.

Sin embargo y pese a que en este tramo el equipo atravesó por minutos de muchísimo apuro, ya sea por fortuna o perdón de su rival, consiguió salir indemne y superar la media hora sin tantos agobios en su área.

La pelota era totalmente del Tenerife y el Mirandés no podía salir de su campo con el cuero controlado, pero a base de faltas e interrupciones había roto el ritmo a un oponente que ya no conseguía llegar. De hecho en el 34´ Ilyas Chaira pudo haber hecho más en un gran balón a la espalda donde mostró cierta indolencia para buscar el mano a mano. Y en el 39´ en otra acción directa muy parecida Baeza estuvo a punto de superar a Juan Soriano. 

El Mirandés apuraba la primera mitad achuchando a su rival pero en el 43´ el Tenerife monta una buena jugada colectiva por el lado derecho con irrupción de un Mellot que pone un pase blando y raso a un área nutrida de defensores, pero suficiente para que un ´killer´ como Ángel Rodríguez la ponga, de primeras con el interior y un hombre encima, enganchada al palo cogiendo a contrapié a Ramón Juan. El Tenerife empataba en su peor momento de juego.

Una segunda mitad muy revuelta

El reinicio sería muy movido y en los primeros compases se jugó de forma directa y de área a área con un Mirandés valiente. Sin duda una situación tan favorable como peligrosa para los de Alessio Lisci, porque a la hora de mandar con la pelota los burgaleses eran inferiores pero a la vez también resultaba innegable que el once de Asier Garitano tiene más pegada. 

En todo caso, sin ocasiones y no pocas interrupciones, se superó la hora de juego sin que el Tenerife tuviera balón ni ideas, por lo que poco más tarde Asier Garitano agotó su segundo cambio tras el obligado por lesión en el descuento de la primera y eso también significaba un cambio de sistema para jugar con un solo punta y más centrocampistas.

No tardó Alessio Lisci en hacer lo propio quitando a un Ilyas Chaira al borde de la segunda amarilla, pero el duelo se siguió jugando con la contención por bandera y sólo una nueva acción individual de Gabri Martínez en el 73´ pudo romperlo, pero Martón con todo a favor estuvo fatal en la definición y acto seguido Alessio Lisci lo cambió por Ivan Durdov en un doble cambio.

Se entró en el tramo final del encuentro sin haber catado ni una sola ocasión de nadie y cuanto menos tiempo quedaba mayor precaución mostraban ambos conjuntos. 

El reparto de puntos se vislumbraba en el horizonte, pero ese conformismo no parecía la mejor idea para un equipo de las cracterísticas del Mirandés, porque un Tenerife con más tablas cada vez tenía más balón. Así los dos entrenadores agotarían sus banquillos, pero nada cambió de manera significativa y el marcador ya no se movería.