Sin "excusas" para el Tizona tras el parón para medirse a un Ourense "capaz de todo"

Aterriza con buen pie Sergi Huguet en un Grupo Ureta Tizona que vuelve a contar con 13 efectivos en la plantilla tras el cierre del mercado de fichajes para jugadores con ficha FEB y a falta de un mes para que se clausure también el de los jugadores que procedan del extranjero. 

El alero mallorquín se desvinculó del Obradoiro de ACB y en apenas unas horas se plantó en Burgos viajando de noche para llegar a tiempo de pasar la revisión médica y formalizar la ficha antes de que se cerrase el plazo.

Esa actitud de compromiso no ha pasado inadvertida en un club como el Tizona que hace bandera, desde el primer equipo hasta la cantera, de su capacidad de esfuerzo, trabajo y de la responsabilidad de cada individuo en el progreso del club.

El entrenador del conjunto azulón, Diego Ocampo, agradeció ese "interés" demostrado por el joven jugador por ponerse a sus órdenes y las facilidades dadas por el Obradoiro, pero recordó que ahora inicia un proceso de adaptación en el que todo el equipo se va a ver implicado para ponerlo a la altura del resto y poder "ganarse un sitio". A Huguet le corresponde demostrar en los entrenamientos lo que puede aportar de cara a los 13 partidos de fase regular que aún resta disputar, explicó el técnico.

El propio Sergi Huguet reconoció que está impaciente por amoldarse a la ciudad, al club y al equipo y señaló que su primera prioridad en Burgos es recuperar su mejor estado de forma para aportar a la dinámica del grupo la calidad que atesora. Un potencial que glosó el vicepresidente del club, Fernando Andrés, en la presentación del jugador durante la firma de un nuevo convenio de colaboración con la Fundación Caja de Burgos.

Huguet explicó que ya había jugado anteriormente con Jacobo Díaz y Arnau Parrado y que seguía habitualmente al Tizona, un grupo en el que puede llegar a ser "uno más" y sumarse a un equipo que "no tiene límites" y ha demostrado ser capaz de competir al "máximo nivel".

A mayores, el alero mallorquín valoró positivamente la apuesta que hace el Tizona por incorporar jugadores nacionales, una filosofía de trabajo que para Huguet es "su punto fuerte".

Ourense, otro rival complicado

Huguet llega a Burgos en vísperas del partido ante Ourense (domingo 3, 18:30h) y este viernes por la tarde se sumará al entrenamiento con el resto de la plantilla. Una práctica en la que estará presente Jacobo Díaz tras haber sido padre. Diego Ocampo agradeció el gesto de compromiso del madrileño a quien ofreció la oportunidad de que "él decida" cuándo está preparado para seguir adelante.

El ala-pívot es uno de los jugadores con los que Huguet ya había jugado junto a Arnau Parrado y todos ellos estarán disponibles para Ocampo, junto al resto de la plantilla, de forma que el entrenador gallego tendrá que realizar un descarte para el compromiso contra el equipo de su tierra. A mayores, señaló que la ventana de las selecciones y su propia ausencia para dirigir al combinado nacional de la República Checa, entran dentro de la normalidad en una liga en la que el parón ha afectado a todos los equipos y la mayoría han tenido bajas en este periodo por lo que no es "excusa" de cara a la preparación de la nueva jornada de liga.

Ocampo no ahorró elogios sobre un Ourense que, a su juicio, ha sabido mantener a lo largo de la temporada una estabilidad a prueba de altibajos, "sin tocar un jugador" y conscientes de que pese a la combinación de grandes derrotas y meritorias victorias ni en las unas eran tan malos ni tan buenos en las otras.

En ese sentido, el técnico del conjunto azulón considera que el COB es un ejemplo de el mensaje que siempre predica, cargado de "inteligencia emocional", de que lo importante es "centrarnos en nosotros mismos" sin mirar la clasificación del rival o cualquier otro condicionante externo y optando por trabajar cada partido en función del trabajo diario.

En este partido en particular, Ocampo considera necesario estar muy pendiente de que el ritmo defensivo no acuse la inactividad competitiva por el parón de las selecciones nacionales y también del control del rebote.