Un empate que sabe a victoria para el Mirandés

A falta de ocho jornadas para el final de la temporada regular en LaLiga HyperMotion, y a las puertas del decisivo derbi frente al Burgos Club de Fútbol, el Club Deportivo Mirandés salvó los muebles en el último momento y se mantiene con el agua al cuello, tras una pésima segunda vuelta, gracias a un empate in extremis frente al Real Oviedo en el Estadio Carlos Tartiere. 

El gol de Seoane, a pocos minutos del pitido final de la primera parte, permitió al conjunto local adelantarse y plantarse en el segundo tiempo con una ventaja que parecía suficiente para que los ovetenses sumaran los tres puntos, pero nada más lejos de la realidad. Los locales no salieron enchufados y permitieron que los de Alessio Lisci se metieran en el partido, logrando el tanto del empate a falta de pocos minutos para la finalización del encuentro. 

Un gol de Gabri Martínez vital para la lucha por la permanencia. Un punto no es lo mejor, pero suficiente, más a domicilio, para coger confianza después de dos derrotas consecutivas y cuatro encuentros sin sumar tres puntos. Pero sobre todo, para seguir por delante de la Sociedad Deportiva Amorebieta, quienes encadenan varios partidos sumando y parecen llegar a la recta final en plenas condiciones. 

Aún así, Lisci sigue cuestionado y en la cuerda floja debido a la mala vuelta del equipo, que ha empujado a los mirandeses a tener una cita crucial cada fin de semana hasta el final de temporada.

Así comenzó el encuentro en el Carlos Tartiere, como una nueva final para el conjunto visitante que esperaba salir de su mala racha, mantener la distancia con sus perseguidores y lograr confianza para el banquillo de cara a esta recta final.

 Sin embargo, el inicio del duelo destacó por la salida en tromba de los locales, que salieron desde el primer segundo en busca de ponerse por delante en el marcador. Pero no, el Real Oviedo se topó con las manos de Ramon Juan Ramirez, quien apareció a los cinco minutos de juego para mandar a córner un disparo lejano de Sebas Moyano que se había envenenado.

El partido entró en un periodo de tiempo con apenas ocasiones de peligro, siendo la lesión del local Luismi, quien fue sustituído por Jimmy a la media hora de juego, lo más destacable durante varios minutos. No obstante, cuando parecía que los veintidós protagonistas se irían camino a vestuarios con el resultado gafas en el marcador, llegó Seoane para abrir el electrónico y permitir a los locales irse con ventaja a los segundos cuarenta y cinco minutos.

La segunda parte arrancó con susto en la grada, pero el partido se pudo reanudar sin problemas ni causas mayores y el Mirandés comenzó a mostrarse más peligroso de cara a puerta. 

La Gumina fue quien más lo intentó, primero con un disparo desviado después de un buen centro de Gabri y, más tarde, con un cabezazo. Pablo Ramón lo intentaría de lejos con un zapatazo, pero también volvió a aparecer Ramón para mantener vivo al Mirandés. Con los movimientos de banquillos el partido se rompió y ninguno de los dos conjuntos logró el control, lo que provocó transiciones rápidas, defensas abiertas y ocasiones continuamente que acabó con la llegada del empate gracias al tanto de Gabri Martínez a falta de cuatro minutos para la conclusión del tiempo reglamentario.

El equipo de Alessio Lisci se hizo fuerte y aguantó la envestida de los locales en el tiempo añadido para defender un punto vital para la permanencia antes del crucial y decisivo derbi frente al Burgos Club de Futbol. Además, el gol in extremis permitió romper la racha de victorias del Real Oviedo que se complica su situación de cara al objetivo del estar dentro de las plazas que te permiten disputar el Play-off de ascenso a LaLiga EA Sports.