El Artepref cae en Barakaldo en una tarde para olvidar

BARAKALDO BM    27

ARTEPREF ARANDA    22

Barakaldo BM: Julio Rodríguez (p), Marcos González, Portuondo (1), Peña (6), Xabi González (2), Muñoz (2,1 p), Vecelinovic (1)-siete inicial- Herrero, Jaito (4), Viti (5, 1p), Jon Txiki (5), Macías, Sagasti (1 p), Rodríguez (p).

Artepref Villa de Aranda: Miranda (p), Rodriguez (1), Diego Camino (1 p), Alarcón (1), Llopis (6), Martínez (1), Barba (4, 1p)- siete inicial-. Rasero (2), Feutchmann (3), Llamazares (p), Kraukevicius (3), Alberto Camino Martín, Gutiérrez.

Árbitros: Lanuza y Sáez colegio valenciano. Expulsaron con tres exclusiones a los locales Vecelinovic en el minuto 50 y al local Peña también por tres exclusiones en el minuto 59. Excluyeron en una ocasión a los locales Jaito y Xabi González y a los visitantes Feuchtmann y Kraukevicius.

Parciales cada 5 minutos:  1-1, 5-1, 9-2, 11-3, 14-6, 17-9- descanso- 21-10, 21-12, 22-14, 24-18, 25-19, 27-22 (final).

FRANCISCO PRIETO / Barakaldo

El Artepref sigue sin carburar lejos de su pabellón. El Barakaldo, rival directo en la zona media de la tabla, superó a los hombres de Ignacio Aniz, quienes tenían la opción de dar un paso hacía delante y alejarse de las posiciones peligrosas. Sin embargo, a diferencia de la victoria obtenida en este mismo campo la pasada campaña, el partido ante los fabriles resultó una pesadilla.

La primera mitad resultó más que decepcionante con poca actitud defensiva y nulo acierto en ataque. La igualdad solo duró los cinco primeros minutos. A partir de entonces el Artepref comenzó su penitencia. El equipo se mostraba demasiado blando en su defensa ante un Barakaldo que encontraba con demasiada facilidad la portería defendida por Alberto Miranda.

Los visitantes se encontraban atascados en ataque y fallaban lo indecible, incluidos dos penaltis en la primera mitad. Su circulación de balón resultaba deficiente ante una defensa vasca llena de intensidad. Con el paso de los minutos la ventaja aumentaba aun más con un Barakaldo lleno de confianza que anotaba desde todas las posiciones. El tiempo muerto solicitado por Aniz resultó insuficiente para parar la nefasta dinámica de un equipo que vio como el marcador se estiraba hasta el 15-6.

El descanso pasó a ser un bálsamo y una reactivación de los castellanos.  Resultó el único momento de tranquilidad. Con el nuevo pitido inicial comenzó de nuevo la pesadilla un parcial de 4-1 en contra dejaba más claro todavía que no era día de los arandinos.

Sólo quedaba la diferencia final en el marcador. Mediada la segunda mitad las decisiones del cuadro vizcaíno dieron aire a los de Ignacio Aniz que, comandados por Antonio Llopis, empezaron a recortar distancias de una máxima renta de once goles (21-10). El Villa Aranda con mucho esfuerzo y la ayuda de Llamazares bajo palos fue poco a poco recortando la sangría hasta el 27-22 que, tal y como fue el encuentro, resultó un marcador decoroso.