Soñar no es suficiente

BP FERROPLÁS 2016    0

REAL MADRID    3

Burgos Promesas 2016: Iván, Villa, Díez, Viti, Turzo, Picón, Zurdo (Álex, min. 60), Bellido (Molpeceres, min. 71), Asier, Casado (Oussama, min. 60) y Guti (Diego Díez, min. 60).

Real Madrid: Pacheco, Carvajal (Javi, min. 78), Nir, Molero, Boto, López, Sarabia, Álex (Kamal, min. 75), Plano (Poley, min. 65), Alipio (Sobrino, min. 65), Jordi.

Árbitro: Lavín Pérez (colegio castellano-leonés). Amonestó a los jugadores del Burgos Promesas Bellido y Asier, así como a los futbolistas del Real Madrid Carvajal y Poley.

Goles: 0-1, min. 34: Plano; 0-2, min. 53: Boto; 0-3, min. 85: Sarabia.

DIEGO ALMENDRES / Burgos

El Burgos Promesas 2016 vive su particular carpe diem. Es feliz, disfruta de su experiencia en la División de Honor Juvenil. Máxime en partidos como los de ayer, en el que se enfrentaba a todo un Real Madrid. Soñar es gratis, pero los merengues no dieron lugar a la sorpresa con una victoria contundente y sin fisuras.

Los de Pedro Medina lo intentaron. Motivaciones no les faltaban, arropados por una Tribuna que registró un magnífico aspecto. El partido presentaba los alicientes necesarios para vivir una tarde mágica y todo salió según previsto, salvo el resultado final del encuentro.

La fe y el coraje fueron dos de las mejores armas castellanas. Insuficientes para hincar el diente a un Madrid que, sin alardes, fue justo vencedor. El cuadro blanco propuso. Quiso el balón y encontró premio a su insistencia y paciencia.

El Promesas Ferroplás tenía muy clara su propuesta: esperar. Tanto en defensa como en ataque. No desesperar ante el manoseo del balón visitante y ser letal ante el marco rival eran sus premisas a explotar. Planteamiento válido durante los primeros 35 minutos, en los que el Madrid no pudo superar el entramado de un cuado naranja que buscó el gol en sendos remates peligrosos de Casado y Bellido desde media distancia.

Sin embargo, el cuadro burgalés echó en falta una oportunidad real para marcar, dar un susto al Madrid y despojarse de la responsabilidad de medirse a un grande. El equipo naranja se mostró como un bloque aseado y con las ideas claras, si bien  no inquietó al pausado conjunto blanco.

Los de Toril jugaron sin prisa. Como si supieran que el gol caería por su propio peso, haciendo de la banda izquierda local su mejor fuente de energía. Por allí llegó el 0-1, sin tiempo para que la parroquia se repusiera de la primera gran ocasión madridista. La irrupción de Carvajal habilitó a Plano, quien, con tiempo para urdir su ejecución, fusiló el arco.

El 0-1 cambiaba el panorama para un Promesas Ferroplás obligado a proponer más en ataque. Apenas pisó campo contrario el equipo naranja en el tramo final de una primera parte en la que Jordi tuvo el 0-2, aunque Iván salvó la sentencia en el uno contra uno.

Tras el receso, los de Medina entraron al campo con nuevos bríos, buscando mayor profundidad en sus labores ofensivas. En ese momento llegó el punto de inflexión para los naranjas. Turzo recuperó un balón en la salida merengue y Asier se plantó sólo ante Pacheco. Era el todo o nada para los castellanos y el arquero visitante ahogó las esperanzas locales al rebañar el balón de los pies al delantero.

Nada se interpondría ya entre el Madrid y la victoria. Álex marcó el ritmo para su equipo y cada minuto que pasaba caía como una losa en los jugadores naranjas. El cabezazo de Boto, que significó el 0-2, dejó sin aliento a los burgaleses, sabedores de su suerte final.

Sólo quedaba la ilusión por marcar un tanto a un histórico, pero lo que llegó en el sprint final fue el tercero del Madrid tras una bella jugada colectiva resuelta por Sarabia. En estos tiempos que está tan de moda ensalzar las derrotas y las victorias morales, el Promesas, al menos, disfrutó de su día grande.