En obras hasta verano de 2025

Las obras del parque tecnológico de Burgos se reanudaron el pasado agosto, después de cuatro años de parón. La expectativa es que finalicen para el verano de 2025, dos años después de su reinicio. 

Y pensando en ese momento la Consejería de Economía y Hacienda de la Junta de Castilla y León, presidida por Carlos Fernández Carriedo, ya está pensando en la gestión de la comercialización de las parcelas para propiciar la instalación de empresas de componente tecnológico en este suelo, ubicado entre los términos urbanos de Burgos y Cardeñajimeno.

Así, concretan desde este departamento del Gobierno de Mañueco que será el Instituto para la Competitividad Empresarial (ICE) el que se encargue de este importante trabajo, puesto que una vez culminadas unas obras que ha llevado tanto tiempo sacar adelante, el objetivo es atraer inversiones que se trasladen en nuevos puestos de trabajo.

A este respecto, la alcaldesa de Burgos, Cristina Ayala, mantuvo hace pocos meses una reunión con el titular de la Consejería de Economía y Hacienda para hablar sobre esa parte y sobre la especialización de esta infraestructura.

La primera edil encontró la complicidad del Gobierno regional del PP para crear una comisión de seguimiento que tendrá como finalidad «dar a conocer el suelo y atraer empresas» antes de que finalicen los dos años que le quedan de obras como indicó en aquellos momentos Fernández Carriedo, que recordó que la inversión prevista en esta infraestructura es de 20 millones de euros. 

Las energías verdes y la digitalización son dos de los grandes potenciales para este parque que tiene que ser algo más que un «Villalonquéjar plus», como indicó Ayala.

Por otro lado, sobre los trabajos que se están desarrollando en el terreno, la UTE Parque Tecnológico de Burgos, formada por Obrascón Huarte Lain, S.A., y Padecasa Obras y Servicios, S.A., comenzó las obras por la ejecución del depósito de agua potable y agua de riego en la parte alta de parque.

Además, han comenzado los trabajos del enlace de acceso sobre la N-120 ejecutando los desvíos de las tuberías de Aguas de Burgos y los marcos sobre el nuevo trazado del Camino de Santiago, así como la reposición de los caminos circundantes.

La reanudación de la actividad en la zona se ha desarrollado con normalidad y, como indican fuentes de Economía y Hacienda, no se han encontrado problemas específicos que no sean los propios de retomar unas obras de estas características tras el tiempo que llevaban paradas.

A grandes rasgos en estos casi dos años que quedan por delante, falta por ejecutar la finalización de las redes de saneamiento, abastecimiento y riego, la de alumbrado y energía eléctrica, telecomuniaciones y gas, el depósito para el abastecimiento, el acceso, jardinería y mobiliario urbano. La pavimentación de las calles y la señalización serán los últimos trabajos que se desarrollarán.

Este proyecto se paró en mayo de 2019 cuando se produjo la suspensión temporal total del encargo que estaba en manos de la empresa Tragsa. En junio de ese año se resolvió el contrato y se firmó la recepción de las obras que estaban ejecutadas a 30 de octubre.

Las complicaciones administrativas se sucedieron desde entonces para volver a sacar una nueva licitación primero de un nuevo proyecto y más tarde de la ejecución de las obras que ahora están en marcha.