«Estoy muy orgulloso de mi trabajo. Ahora, quiero hacer algo por el campo»
Jubilado desde el pasado mes de junio, Ignacio Porras (Patata Ecológica de Burgos) mantiene su apuesta por la alimentación saludable y libre de productos químicos. La sequía, una de sus grandes inquietudes: «El cambio climático nos está machacando»

Ignacio Porras, junto a su compañera Yolanda, en el invernadero que ambos mantienen para autoabastecerse de productos libres de fitosanitarios.
Desde los 14 hasta los 65 años sin parar de trabajar. «Tenía ganas de descansar», reconoce Ignacio Porras, impulsor de Patata Ecológica de Burgos, aludiendo sobre todo al insoportable papeleo que tantos quebraderos provoca a los profesionales del sector agrario. Jubilado desde principios de junio, no contempla ni por un segundo tumbarse a la bartola. Todo lo contrario: seguirá al pie del cañón desde su pueblo, San Martín de Humada, enriqueciendo la tierra de sus amores. Y defendiendo, como siempre ha hecho, los principios de sostenibilidad y buenas prácticas que le permitieron, junto a su compañera Yolanda, convertir su explotación en modelo de referencia.
«Voy a seguir igual, me encanta lo que hago», proclama Porras antes de echar la vista atrás y, acto seguido, mirar hacia el futuro. «Estoy muy orgulloso de mi trabajo. Ahora, quiero hacer algo por el campo». Una declaración de intenciones en toda regla que lleva tiempo aplicando a rajatabla como agricultor, con dilatada experiencia en ganadería (ovino y vacuno), y como alcalde pedáneo de su pueblo.
No deja atrás la patata. Mantiene una hectárea de terreno en la que cultiva Baraka, la variedad por la que decidió apostar en firme hace unos cuantos años. Salta a la vista que le apasiona su profesión, aunque a veces el desasosiego se apodere de él por culpa de agentes externos.
Hablamos, principalmente, de la dichosa sequía. Apenas cayeron ocho litros de agua en julio y tan solo uno en agosto. Lógicamente, la campaña tiene mala pinta y el rendimiento será «muy bajo». Si todo va según lo previsto, llevará a cabo la recolección a mediados de octubre. Y da por hecho, mal que le pese, que las patatas van a ser «muy pequeñas».
Sabe de sobra Porras que la escasez de precipitaciones no es un castigo divino. «El cambio climático nos está machacando», lamenta sin ocultar su preocupación al respecto y poniendo de relieve la necesidad de adoptar medidas, a gran escala, para impedir que el plantea se vuelva inhabitable para las generaciones futuras.
Puede que su visión, aunque sumamente realista, encierre cierto halo de pesimismo. Sin embargo, no se resigna e intenta aportar su granito de arena predicando con el ejemplo. Desde su invernadero, que tanto mima, cultiva de todo un poco. Sin productos fitosanitarios, al igual que con las patatas, porque la alimentación saludable constituye un pilar básico en su filosofía de vida.
Mundo Agrario
«La agricultura del presente enfrenta varias necesidades críticas ante el cambio climático»
Diego Santamaría
Tan bien le funciona el invernadero que hasta «te adelanta un mes la recogida de tomates». Está encantado y se nota. En el fondo, la jubilación es un mero trámite porque el campo forma parte de su ADN. Pico y pala, aunque sin presión, por puro disfrute y el autoabastecimiento de productos libres de insecticidas «cancerígenos» y cualquier tipo de aditivo.
No echará de menos, como decíamos al principio, las trabas burocráticas. Le parece «absurdo» que cada vez se exija más papeleo a los agricultores y que, encima, no se facilite una adaptación adecuada a las nuevas tecnologías. «A todo el mundo le digo lo mismo: así no vamos a ningún sitio», enfatiza. Sobre todo si hablamos de la Política Agraria Común (PAC), que «cada vez la complican más» cuando teóricamente se intenta simplificarla.
Con Peña Ulaña presidiendo su paisaje y el firme compromiso de contribuir a que el mundo sea más sostenible, Porras deja un hueco difícil de cubrir. Porque Patata Ecológica de Burgos era, ante todo, un proyecto con vocación transformadora en un mercado global donde la calidad y la salud del consumidor se sitúan por debajo de los beneficios empresariales.