Asignatura pendiente

Un Estado de la Nación a lo chiquito, para hablar en nuestros proyectos de futuro y promesas ahogadas en el pozo del día a día. Así ha sido el debate del estado de la ciudad con el Ayuntamiento en Pleno y sin que ningún concejal falte a su escaño como símbolo de la dedicación que nos profesan. Poco después, se bajó el telón de julio que abre la puerta al agosto de playa y mar de siesta. El consistorio repasa la gestión del Equipo de Gobierno, dos años después de su entrada. Preguntas que no encuentran respuesta ante una ciudad imaginada por no se saben quién, ni de qué manera. El interés al que llaman estos debates es tal, que en sesión de Concejo abierto, apenas asisten media docena de burgales@s. De nuevo pregunto qué ciudad es la que está en proyecto y qué proyectos son los que hacen que la nuestra, sea distinta, más y mejor que otras. Si uno de los objetivos prioritarios es hacer ver, que aquí se come y bebe bien y la gastronomía es un factor diferenciador que nos catapultará hacia tiempos mejores, gato, gato. Por lo que se ve, los fogones son en burgos las calderas de vapor que empujan el barco. Buenas cocinas sí que hay y buenos fogoneros que necesitan ayuda y promoción, pero no ha de ser uno de los grandes objetivos. A fin de cuentas, no hay turismo sin un buen yantar y dormir, aunque es el turismo del fresco de doce meses el que manda aquí. Somos, ciudad no turística que se esfuerza en serlo. Ciudad de paso que si sabemos aprovechar los caminos que cruzan, haremos de filtro en el que se queden las pepitas de oro. De paso para el Camino de Santiago que sin pena ni gloria, atraviesa diez kilómetros desde Gamonal a Fuentecillas, entre aceras y semáforos. Pero no he visto que Burgos sea un apeadero del Camino Santo y que de esta escusa haya nacido un gran museo, un ciclo de conferencias anuales de carácter internacional o una orden de caballeros con capa y espada. Por buscar lo importante, igual tenemos que salir del circuito urbano y entrar en los dos polígonos industriales, perlas doradas que no sabemos apreciar por tenerlas tan cerca. La pregunta al conjunto de los concejales es, si son capaces de escribir en una cuartilla, las premisas imprescindibles para la ciudad, enumeradas del uno al diez. Seguramente nos sorprendería leer esas chuletas y según de quien fuesen, ver que no coinciden ni los del mismo grupo político. Tengo la dolorosa certeza, no hay una imagen global de ciudad que se quiera proyectar. Para septiembre como asignatura pendiente.