Viejos rockeros
Ahora que vamos despacio ¡vamos a contar mentiras, Tralará! No vaya a ser que deje el tema para la semana que viene y ustedes se piensen que es una inocentada adelantada o, aún peor, no venga Paco con la rebaja y nos empuren por lanzar bulos no autorizados por el régimen de opinión sincronizada, como algunos llaman al quinto poder. Ese de la cancelación, la nueva censura y lo políticamente correcto o doctrinario. No me acuerdo. Atrás quedó lo del cuarto poder. Nos han pasado por la izquierda y la derecha. De momento, el bajo firmante aún puede opinar de lo que se le ocurra, siempre equivocado, y meter la pata a gusto hasta que se cansen de mi. Ya vendrán otros tiempos peores, que serán los de antes sólo que con mucha tecnología y mucha ingeniería social. «Nos Habláis de sumisión / Nos pedís resignación / Pero no me dejaré engañar / Resistiré / Resistiré hasta el fin». Son palabras de los grandísimos Barón Rojo en su segundo disco, aquel mítico Volumen Brutal del que se han cumplido 42 años. Por seguir pispando palabras a otros más líricos que yo, otro de los grandes del rock duro nacional, los Obús, con el burgalés Fortu al frente, cantaban aquello de «Tú, te vendes, te dejas llevar / Cortaron tus alas al viento / Y por nunca saber opinar / Te mueves según sopla el viento», en su tema ‘Juicio final’ de su tercer álbum (’El Que Más’, 1984). Parece que el rock duro encuentra hoy de nuevo motivos para la critica social y política. O, más bien, que las viejas letras cargadas de rabia y acierto en el diagnóstico se acoplan a la perfección a las situaciones que se viven en la actualidad. Mala señal porque significa que como sociedad hemos avanzado más bien poco. La libertad de opinión, de prensa, de conciencia son derechos conquistados y aunque la verdad navegue en aguas tubulentas, el verdadero periodismo siempre llegará a buen puerto. «Abel mezquino y cobarde / El siervo de su señor / Caín que no entró en el juego / Y que se rebeló». Seremos como los Hijos de Caín de Barón Rojo (En un lugar de la marcha, 1985), la verdadera «estirpe del fugitivo». Porque hoy mantenerse quieto donde toca estar es lo rompedor. Ser fieles al compromiso con la verdad y la honestidad del trabajo responsable, luchando contra nuestras limitaciones y no para cercenar a otros es lo que nos hace revolucionarios. Seremos como los «viejos rockeros» a los que puede que nos haya «absorbido el sistema», con su «corbata que aprieta» y no llevemos «muñequeras», como cantaba Lujuria en 2008. Hace 40 años Obús y Barón Rojo se miraban de reojo, recelosos, cuando se cruzaban por las carreteras del país y se esquivaban mientras luchaban por el trono del heavy metal en castellano. Hoy los dos más grandes del rock español se van de gira juntos por media España y los esperamos en Burgos el 25 de enero. Eso es concordia, evolución y ejemplo a seguir. Por supuesto estaré allí para disfrutar de los recuerdos del pelo largo, no para asistir a un concierto de canción protesta. «Mi rollo es el Rock».