El Correo de Burgos

MUNICIPAL / SEGURIDAD CIUDADANA

Unidad Canina de Policía Local. Ahora también en los controles de alcohol y droga

Los dispositivos para detectar la conducción bajo los efectos del alcohol y droga permiten también comprobar la presencia de sustancias entre los ocupantes y en el interior del vehículo / Asistimos a uno de estos operativos  

Control de alcohol y droga en la calle Vitoria de Burgos. SANTI OTERO

Control de alcohol y droga en la calle Vitoria de Burgos. SANTI OTERO

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La Unidad Canina de la Policía Local se ha incorporado a los controles de alcoholemia y droga que se realizan por las calles de Burgos, especialmente entre jueves y sábados. Esta es una novedad que ha traído consigo la reorganización de la plantilla y sus funciones y permite contar en todos los turnos con un agente guía y uno de los perros policía. 

Por tanto, además de comprobar si los conductores circulan bajo la influencia del alcohol o han consumido alguna sustancia estupefaciente, con el perro se controla también a los ocupantes y se verifica si en el interior vehículo se porta algún tipo de droga

El operativo resulta, de este modo, muy completo, como explica el jefe del servicio de tarde, que comenta que una de las directrices de este año es realizar más hincapié en este tipo de dispositivos. «Siempre se han hecho controles de alcohol y drogas, pero es cierto que desde hace poco se ha intensificado esta actividad en algunos casos con dos diarios uno por la tarde y otro más avanzada la noche», precisa.

Este periódico ha tenido la oportunidad de asistir a uno de los últimos controles realizados, en este caso en la calle Vitoria con la calle Ruiz Dorronsoro (frente a Hacienda), y es cierto que causa cierta sorpresa entre los ocupantes del vehículo al que se manda parar la presencia del perro detector de la Unidad Canina. 

En el tránsito por la ciudad, a cualquier conductor en un momento dado le puede tocar parar en uno de estos controles de alcohol y droga, pero provoca asombro ver al perro en acción como comprueban los agentes en las últimas semanas cuando dan el alto a un vehículo. Sin tener que cachear al conductor o a los acompañantes, el perro va a señalar la presencia de una china de hachís o de una papelina de cocaína y así ocurrió en el control que presenciamos hace pocos días.

El pasado jueves, 31 de marzo, el resultado fue que no hubo positivos por consumo de alcohol, pero sí hubo un positivo en droga y se levantaron tres actas de infracción a la Ley 4/2015 de Seguridad Ciudadana por portar algún tipo de sustancia. En este caso el perro detector cumplió su función y señaló la presencia de droga en tres casos. Además, se abrieron diligencias por un delito contra la seguridad del tráfico. Todo esto en apenas dos horas de actividad. 

No siempre se dan estos resultados de detectar la presencia de alguna sustancia estupefaciente, los agentes explican que hay días en los que no se halla nada, pero otros se suceden las actas. Sí que es curioso el resultado arrojado en este control, puesto que era un jueves laborable y comenzaba a las 21.00 horas, no era de madrugada ni un sábado, cuando este tipo de resultados puede ser más habitual.

Cambio de costumbres

Desde la Policía Local advierten de un cambio de costumbres y si por ejemplo hace unos años era más habitual ver positivos en alcoholemia en mayor cantidad que ahora, en estos tiempos se ha incrementado la presencia de las drogas.

La Unidad Canina no acompaña todos y cada uno de los dispositivos, pero es una posibilidad con la que ahora se cuenta en la actividad diaria de los agentes. La actuación de los perros es ya conocida en multitud de dispositivos, por ejemplo en la vigilancia del botellón o del absentismo escolar, pero no deja de ser sorprendente ver de cerca a uno de estos canes en acción.

Los controles de alcohol y de drogas pueden traer consigo la detección de algún delito contra la seguridad del tráfico. En el caso de la alcoholemia, siempre que se pasa la tasa de 0,65 (con el margen de error) se gestiona como delito, pero ya depende del fiscal de tráfico que se lleve por la vía penal o por la administrativa, esta segunda es la más habitual. Mientras con la droga, en el control se puede saber el tipo de sustancia ingerida, pero para saber el grado de influencia hay que esperar a los resultados del laboratorio. En este caso, los agentes tienen que pedir al individuo que done más saliva para poder completar la prueba.

Durante el pasado ejercicio de 2022 se realizaron en las calles de la ciudad un total de 208 controles de alcohol y droga, que superaron los desarrollados en 2021 cuando se llegó al máximo de 201. Previsiblemente con las indicaciones dadas este año 2023, podría superarse esta cifra. Y es que la siniestralidad fue en aumento durante los doce meses de 2022 y, por ello, se han tomado estas directrices desde jefatura de realizar más dispositivos.

Las denuncias administrativas por drogas casi duplicaron a las de alcohol, según los datos de la última memoria de la Policía Local. En concreto, fueron 76 los positivos en una prueba de alcoholemia y 131 los detectados por consumo de estupefacientes. Con estos datos se corrobora la impresión que comentaban las fuentes de la Policía Local que han participado en esta información.

La negativa del conductor a participar en un control también lleva consigo la tramitación de un atestado. En el caso del pasado ejercicio fueron 11 las diligencias que se abrieron por este motivo.

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