El Correo de Burgos

EXCAVACIONES ATAPUERCA

Atapuerca conectada. Galería, la despensa de carne que los homínidos consumían en Dolina

El EIA rastrea una trampa natural para animales que se convirtió en fundamental para los homínidos que tenían su campamento en el nivel 10 de Dolina. Troncos de animal, huesos muy fracturados y herramientas es lo habitual pero ya entran en el nivel donde apareció un resto humano, «a ver si tenemos un poco de suerte».

Los trabajos en Galería se centran en el nivel que coincide con la manta de huesos de TD-10.

Los trabajos en Galería se centran en el nivel que coincide con la manta de huesos de TD-10.SANTI OTERO

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Galería es la «carnicería» del Pleistoceno medio en los yacimientos de Atapuerca. Este yacimiento se utilizaba como el método de obtención de carne por excelencia y su uso no radicaba -como en otras áreas- en ser el campamento de los homínidos. 

Galería está  formado por un conducto vertical que formaba parte de la trinchera, que se unía el exterior con lo más profundo de la cavidad y por donde caían los animales al interior. Esta trampa natural era el sótano de ciervos, caballos, bisontes y rinocerontes -en menor medida- desvalidos que merodeaban por la sierra y caían al fondo de la Galería. La estrategia de los homínidos era introducirse en la cavidad para despiezarlos y así obtener carne sin tener que recurrir a la caza.

Las investigadoras han aclarado que Galería está sincrónicamente relacionada con los niveles superiores del yacimiento de Dolina. Sería el TD-10 superior, más conocido como la manta de huesos. «Aquí venían a buscar animales -Galería- y los comían allí -Dolina-», ha expuesto Isabel. «En Dolina se han encontrado más patas y elementos de las extremidades y en Galería más costillas y vértebras». ¿Podrían volver a encontrar restos humanos? Ellas mantienen la esperanza de que tarde o temprano aparecerán. «Seguimos cruzando los dedos a ver si tenemos un poco de suerte» han concluido. El equipo, que sigue las excavaciones realizadas en tiempos de Emiliano Aguirre en este sitio arqueológico, aseguran que «estamos cerca» de donde ya apareció un parietal humano coetáneo a los de la Sima de los Huesos. 

La investigadora del Iphes de Tarragona especializada en industria lítica, Paola García Medrano, ha señalado que los homínidos no elaboraban en Galería sus herramientas pero sí las usaban para realizar los despieces de los animales que habían caído en la trinchera. «La industria que ellos traen al interior de esta cavidad son básicamente grandes instrumentos, bifaces y hendedores que les resultan muy versátiles en los procesos de carnicería», ha argumentado la especialista. Asimismo, los homínidos utilizaban no solo filos largos, sino también «instrumentos de peso» como hachas de mano. En numerosas ocasiones, cuando terminaban sus actividades, los instrumentos de despiece eran abandonados en el interior de la trinchera instrumentos de peso «y eso es lo que nos encontramos», tal y como ha detallado Paola García. 

Imagen de las vértebras de un cérvido, tal y como suelen aparecer en Galería. Troncos y costillas y muy  fracturados.

Imagen de las vértebras de un cérvido, tal y como suelen aparecer en Galería. Troncos y costillas y muy fracturados.SANTI OTERO

La investigadora del IPHES Tarragona y de la Universidad de Rovira i Virgili, Isabel Cáceres, ha ampliado que si los animales eran pequeños se sacaban de la trinchera de una pieza debido a la facilidad de su transporte. En caso contrario -si los animales eran demasiado grandes-, trabajaban en el despiece para llevarse las partes más jugosas. Además, era fundamental aprovechar todas las partes del animal. Esto hacía que si eran animales grandes se llevaba a cabo «un primer procesamiento». He aquí la razón por la que se han hallado algunos cráneos rotos, mandíbulas o maxilares. «Vaciaban la caja torácica y el cráneo para extraer los sesos y las partes más ricas del animal», ha explicado Isabel Cáceres. «Además, preparaban las extremidades con suma delicadeza para sacarlas por partes al exterior y poder llevarlas a sus campamentos para compartirla con el resto del grupo».

Como se puede ver, los 40 metros cuadrados de Galería dan para mucho. Estamos hablando de una «superficie importante» tal y como han aclarado las investigadoras. Actualmente hay un total de 12 arqueólogos trabajando en Galería, lo que les permite «moverse por el espacio sin dificultades y con tranquilidad», han explicado. También han concretado que el grupo está formado por estudiantes predoctorales, voluntarios, trabajadores del entorno sistema Atapuerca y ellas mismas, por supuesto. 

Los hallazgos de esta campaña han sido...

Aún a mitad de campaña, las investigadoras han afirmado que es evidente la riqueza del yacimiento. Según Isabel Cáceres y Paola García, Galería está «directamente relacionada con la funcionalidad de esta trampa natural». «Cuánto más efectiva es, más recurrencia hay en las ocupaciones y ahora mismo hemos entrado en la unidad G2, alcanzada su longitud total que data de unos 300.000 años, aproximadamente», señala Cáceres. 

Los restos encontrados han sido fundamentalmente restos de los animales descuartizados –huesos fracturados- y pequeñas lascas de una gran variedad de materias primas -areniscas, cuarcitas, neógenos o cretácicos-. Cáceres ha afirmado que «este es un enclave que sus ocupaciones responden a una gran riqueza del entorno».

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