El Correo de Burgos

PRESIDENTA DE LA GERENCIA DE SERVICIOS SOCIALES

Andrea Ballesteros: «Las decisiones en Mujer me competen a mí y se mantendrán todos los programas»

Responsable de Servicios Sociales y portavoz del PP y municipal, también líder regional de Nuevas Generaciones... Tras entrar «de rebote» en la anterior corporación, gana protagonismo en esta nueva etapa al frente de un ámbito sensible

Andrea Ballesteros, en su despacho de Servicios Sociales.

Andrea Ballesteros, en su despacho de Servicios Sociales.©Tomas Alonso

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Habría que preguntar a la Andrea de 2019, con 24 años entonces, si imaginaba si quiera verse un mandato después siendo la voz del equipo de Gobierno local. El desplome de votos que en aquel momento -tras frustrarse el tripartito- colocaba al PP en la oposición la dejó fuera de juego, en principio. El nombramiento de José Antonio Antón como director provincial de Educación y la marcha de Javier Lacalle para centrarse en el Senado hicieron que saltara al campo municipal a mediados de 2020.

En apenas tres años la Andrea Ballesteros actual, a sus 28, ha crecido políticamente empujada por las circunstancias. Esas que con la renuncia de Carolina Blasco y la ausencia de Jorge Berzosa la elevaron a portavoz de su grupo al término del anterior mandato. Hoy lo es también del Ayuntamiento, lidera la Gerencia de Servicios Sociales y, de paso, preside Nuevas Generaciones de Castilla y León.

P.- ¿No le da vértigo acumular tanta responsabilidad?

R.- Es cierto que en los últimos meses he ido adquiriendo nuevas competencias por diversas circunstancias. Si algo he aprendido es que en política las cosas pueden cambiar con rapidez, de un día para otro. Estoy preparada. Para ejercer la portavocía hice un ‘cursillo’ rápido al final del mandato pasado que ahora me está sirviendo mucho. Pero sobre todo estoy agradecida por la confianza que ha depositado en mí el partido.

P.- No es un secreto la tensión interna que se vivió en el GrupoMunicipal Popular al término del anterior mandato, ¿percibe diferencias entre aquella etapa y la recién iniciada?

R.- Sí, porque cada equipo trabaja de una manera. Ahora somos un grupo coordinado tanto entre nosotros, bajo la batuta de Cristina Ayala, como con Vox. Tenemos muy buena sintonía desde el primer momento porque nos unen las ganas de mejorar la ciudad. Creo que va a ser una muy buena etapa.

P.- Empezamos por lo general, ¿cómo se ha encontrado el Ayuntamiento? ¿Qué les ha sorprendido?

R.- Son tres aspectos fundamentales los que nos han preocupado. En primer lugar, la inclusión de inversiones de tono político en la modificación presupuestaria que estuvieron a punto de aprobar PSOE y Ciudadanos. Nos opusimos porque entendemos que sin la certeza de mantenerse en el poder tras las elecciones no se pueden tomar decisiones de calado que afecten al futuro de Burgos. Ya hemos comenzado a descartar partidas para impulsar lo que a nuestro juicio sí es prioritario. En segundo lugar nos hemos topado con que en los últimos cuatro años no se ha hecho absolutamente nada en Personal y hay muchísimas necesidades en todas las áreas municipales. El tercer motivo de preocupación es la gestión de los fondos europeos. Sinceramente, pensábamos que se estaba haciendo mejor. Esta labor recayó en el anterior jefe de Gabinete de Alcaldía (Antonio Fernández Santos) y creemos que eso debía ser así, que algo tan relevante necesitaba un responsable político. Como no ocurrió, nos encontramos con fondos adjudicados a proyectos aún sin definir, áreas que desconocen como desarrollarlos porque no ha existido comunicación con ellas. Trataremos de solucionar esta situación, desde luego, para evitar que se pierda dinero.

P.- ¿Estas situaciones que ahora denuncian no se perciben desde la oposición? ¿Tanto cambia la perspectiva?

R.- Sí. En el caso de los fondos europeos, por ejemplo, hemos preguntado muchísimas veces por su gestión y por las convocatorias, hemos mandado escritos, lo hemos intentado por todas las vías pero al no ser una competencia específica de ningún área no se trataba en consejos o comisiones. Recordemos que primero asumió su gestión un técnico de Promueve y cuando este dejó su puesto pasó a manos del jefe de Gabinete de Alcaldía. Había total opacidad al respecto y en no pocas ocasiones nos enterábamos de decisiones a través de los medios de comunicación. Respecto al resto de asuntos ocurría algo similar, costaba acceder a la información. Lo cierto es que la implantación de la Administración Electrónica va a mejorar la situación a la fuerza, pues facilita a todos consultar de manera sencilla la documentación sobre los asuntos que luego se abordan y se votan.

P.- Como presidenta de la Gerencia de Servicios Sociales es obligado tratar la polémica suscitada por la supresión de la Concejalía de Mujer. ¿A qué se debe esta decisión?

R.- El área de Mujer no desaparece, sí deja de existir una concejalía delegada específica con ese nombre porque, a diferencia del mandato anterior en el que quien estaba al frente de ese ámbito era una persona distinta de la que presidía la Gerencia de Servicios Sociales, en este caso yo asumo ambas responsabilidades y no es necesaria delegación alguna. Sí lo ha sido por ejemplo en Familia, Juventud, Infancia y Mayores, con Fernando Martínez-Acitores al frente, y por esta razón existe esa concejalía como tal. En muchos ayuntamientos Mujer se integra en Servicios Sociales, como un área más, y no hay polémica. Aquí se ha utilizado sencillamente como arma arrojadiza contra el acuerdo entre PP y Vox.

P.- ¿Entonces no ha sido una imposición de Vox?

R.- No, la decisión de no crear una delegación específica para Mujer ha sido una decisión del Partido Popular al entender que teniendo la misma responsable no era necesario, como sí lo ha sido, por ejemplo, en Festejos con mi compañera Carolina Álvarez, ya que la presidenta de la Gerencia de Cultura y Turismo, de la que forma parte, es la concejal de Vox Marta Alegría.

P.- Este cambio organizativo, por tanto, ¿no afectará al apoyo a asociaciones y colectivos que trabajan en este ámbito o a las campañas contra la violencia de género?

R.- No. La labor contra la violencia de género se enmarca en lo establecido en el pacto de estado y aquí tenemos dos técnicas muy buenas que se dedican a ello. Tenemos también un piso de tránsito para víctimas que va seguir funcionando y que, además no es algo que haya implementado el PSOE, porque ya existía con gobiernos del PP. Y van a mantenerse, por supuesto, todas las medidas que se hayan desarrollado a través de lo que antes era Concejalía de la Mujer cuyas competencias he asumido.

P.- ¿Se mantendrán por tanto las subvenciones a entidades sin ánimo de lucro para el desarrollo de programas de promoción de la mujer?

R.- (Asiente) De hecho, hace muy poco he firmado una carta en apoyo de uno de los proyectos que desarrolla La Rueda. La labor de las entidades externas y los servicios que prestan en colaboración con el Ayuntamiento son importantes, y, en casos como este, necesarios para combatir la desigualdad y luchar contra esa lacra que es la violencia de género, que existe, por supuesto que existe y en el PP nunca hemos dicho lo contrario, y desde las administraciones debemos combatirla.

P.- Entonces, ¿se seguirá brindando asesoramiento jurídico a víctimas de violencia de género? ¿Se mantendrá la casa de acogida para víctimas de violencia de género, los pisos de tránsito, el centro de documentación o la Casa de la Mujer? ¿Mantendrá su actividad el Consejo Municipal de Igualdad entre Mujeres y Hombres?

R.- Sí. Insisto, son iniciativas que se han puesto en marcha desde la Gerencia de Servicios Sociales hace muchos años, ya con los gobiernos de Javier Lacalle a través de concejalas como Ana Lopidana o Gema Conde. Respecto al consejo, en concreto, sí queremos dar una vuelta a su funcionamiento para impulsar el contacto con las entidades.

P.- Para zanjar el tema, en vista del revuelo, ¿cree que ha sido una decisión oportuna? ¿Calcularon el impacto que iba a tener?

R.- Ha sido sencillamente un intento de la izquierda de hacer ruido con mentiras porque, insisto, las competencias de Mujer se mantienen y se van a seguir desarrollando todos los programas en marcha hasta ahora porque son buenos, necesarios, interesantes e importantes para la ciudad.

P.- Servicios Sociales tiene el gran reto de dotar, por fin, al barrio de Fuentecillas de su ansiado centro cívico ¿Será posible?

R.- Lo será, aunque no puedo dar plazos. Es una infraestructura totalmente necesaria y para nosotros es una prioridad absoluta. De este mandato no puede pasar.

P.- Mientras llega el que será el octavo centro cívico de Burgos, el resto suman años y precisan de mejoras. ¿Qué tienen planeado al respecto?

R.- Además de ejecutar el importante desembolso económico que exigirá el de Fuentecillas, en nuestro programa electoral nos comprometimos a efectuar las reformas que ya necesita el de Capiscol, que puede ser en la actualidad el que se haya quedado más obsoleto, y valoraremos cubrir el patio del cívico de San Agustín y ganar un nuevo espacio para los vecinos de la zona que pueda usarse sin depender de las circunstancias climatológicas.

P.- Durante la campaña electoral Cristina Ayala avanzó que las fechas previstas para la erradicación del poblado del Encuentro eran poco realistas. ¿En qué punto se encuentra la adquisición de viviendas para culminar el realojo de las familias? ¿Tienen previsto un destino para ese suelo?

R.- Quedan pendientes de comprar ocho viviendas, una de la anterior remesa y siete de la nueva. Ya se han adquirido un total de 26 para las 34 familias afectadas. Esperamos que en 2024 consigamos realojar a las que aún permanecen allí. Una vez finalice este proceso se demolerán las infraviviendas y se limpiará la parcela. El destino de ese suelo rústico propiedad del Ayuntamiento no se ha decidido, supongo que se valorará a medio plazo.

P.- ¿Habrá cambios en la gestión del parque municipal de viviendas?

R.- La adquisición de viviendas se mantiene, en colaboración con la Junta de Castilla y León. Es cierto que en el anterior mandato pusimos de manifiesto que había facturas relativas al parque municipal de viviendas que no se estaban pagando y por eso queremos mejorar la gestión, algo para lo que necesitamos aumentar el personal. En ello estamos.

P.- Aunque el responsable de Mayores y Juventud es Fernando Martínez-Acitores, son áreas que se incluyen en la Gerencia de Servicios Sociales, ¿qué política se propone, por ejemplo, para solucionar los problemas de los burgaleses de más edad, camino de ser el colectivo mas numeroso de la ciudad?

R.- Hay que invertir esa tendencia, para empezar, poniendo el foco en la natalidad, de ahí la importancia de crear la Concejalía de Familia. Al mismo tiempo, claro está, debemos atender las necesidades de la población mayor. Trabajaremos en varios sentidos. Martínez-Acitores se encargará de los programas de envejecimiento activo y ocio para mayores. Por otra parte, y ya en lo que me atañe a mí, el Ayuntamiento tiene un importante papel en la atención a la dependencia mediante contratos como la atención, ayuda y la comida a domicilio. Todos estos programas tienen gran demanda y hay que cuidarlos.

P.- Son contratos que conllevan un gran gasto, aunque compartido con la Junta de Castilla y León, y efectivamente el número de usuarios y de horas de ayuda aumenta. ¿Se abordará con el Gobierno regional la posibilidad de que incremente su aportación o, incluso, asuma el coste total?

R.- Ese es un asunto que aún no hemos valorado. Son contratos todavía en vigor y la aportación de la Junta es importante, como en tantos otros acuerdos marco por los que el Ayuntamiento asume competencias compartidas con la Administración regional. Tenemos que estudiarlo.

P.- Con todo, ¿cabe esperar una relación fluida con los responsables autonómicos ya que comparten ‘colores’?

R.- Yo creo que siempre existe al margen de los colores políticos, porque la relación entre administraciones es necesaria por el bien de los ciudadanos. Otra cosa es que además de colaborar haya una mejor sintonía, que sí puede darse el caso.

P.- Como concejal y como joven, ¿cree realmente factible a corto plazo ofrecer una alternativa de ocio que logre acabar con el botellón?

R.- Es difícil, sinceramente, pero creo es se puede. Tenemos pendiente de impulsar el plan de ocio alternativo, que se quedó sin rematar en el mandato anterior y creo que es una herramienta que ayudará a paliar estas situaciones. Para disuadir del consumo de alcohol, en especial en la vía pública y sobre todo a los menores de edad, hay que ofrecer a los jóvenes otras opciones que les interesen, como actividades musicales, deportivas o relacionadas con el medio ambiente. Es una urgencia porque es una práctica además que cada vez comienza más temprano y nos preocupa. Es nuestro deber como sociedad y en particular como institución tomar medidas en favor de la salud de los jóvenes.

P.- Juventud también es un área que dependerá del vicealcalde y portavoz de Vox, Fernando Martínez-Acitores. ¿Cómo prevé que será su relación?

R.- Habrá entendimiento, seguro. Fernando y yo hemos coincidido en el anterior mandato y nos conocemos, sabemos cómo trabajamos. Él además destaca por su carácter afable y por su capacidad de diálogo así que será fácil llegar a acuerdos con él. Lo ha sido hasta ahora. Insisto, hay muy buena sintonía en el equipo de Gobierno.

P.- Sin embargo, cabe augurar que habrá puntos de fricción pues sus partidos tienen posturas enfrentadas en aspectos concretos. Por ejemplo, Vox siempre ha sido muy crítica con las subvenciones a proyectos de cooperación al desarrollo de ONG locales, llegando a exigir su supresión. Siendo de su competencia, ¿su continuidad admite debate?

R.- En nuestro programa electoral ya anunciábamos que, de gobernar, seguiríamos desarrollando programas de cooperación al desarrollo, pero que se iban a revisar los convenios en vigor. Y están sobre la mesa, efectivamente, pendientes de valoración. No vamos los a erradicar totalmente, por supuesto, porque además tenemos la responsabilidad de llevar a cabo iniciativas en este ámbito. Esta misión cobra especial relevancia en Burgos, que es una ciudad muy solidaria. Es decir, seguiremos apostando por la cooperación y el voluntariado, eso sí, revisando los acuerdos en marcha.

P.- ¿Y como afectará esa revisión a la partida específica de ayudas a proyectos de cooperación al desarrollo y campañas de sensibilización? Burgos llegó a superar con creces ese 0,7% del presupuesto total destinado a tal fin marcado como meta.

R.- Efectivamente, así fue. Es un aspecto que también tenemos que valorar. Hemos de sentarnos y analizar las competencias que tenemos en la materia. En términos generales, nuestra postura siempre ha sido de apoyo a las iniciativas que se desarrollan en otros países en el marco de la cooperación al desarrollo porque además así lo exige la ciudadanía. En relación a si Vox influirá en las decisiones que se tomen al respecto, al igual que ocurre con Mujer, como se trata un área que me compete a mí como presidenta de la Gerencia de Servicios Sociales no creo que su posición sea un escollo.

P.- Dada la estrecha relación que parece haber con Martínez-Acitores, ¿por qué se optó por unificar la portavocía municipal en su persona en lugar de compartirla como hicieron PSOE y CS?

R.- Consideramos que era mejor que el equipo de Gobierno tuviera una voz única. Lo que no impedirá que, en los aspectos más concretos, cada concejal de a conocer la actividad de su área. Para nosotros, en la negociación del acuerdo, fue una petición expresa, al igual que la de crear la Concejalía de Familia por parte de Vox. Entendíamos que es una responsabilidad que, por el peso de cada una de las formaciones, con 11 y 4 concejales, debía residir en el Partido Popular.

P.- Aunque solventar el asunto es labor de su compañera Yolanda Barriuso en la Concejalía de Personal, ¿cómo valora las reivindicaciones de las trabajadoras sociales del Ayuntamiento?

R.- Es un colectivo a mimar porque presta un servicio muy importante a la ciudadanía y especialmente a aquellos que más ayuda necesitan. La semana pasada estuve con ellas, acudí a la reunión mensual que mantienen y coincidí con prácticamente la totalidad. En ese encuentro me trasladaron las necesidades que tienen, fundamentalmente vinculadas con la excesiva cantidad de puestos sin cubrir y la demora en sustituir las bajas, lo que supone que las que están vean disparado el volumen de trabajo. Padecen una gran sobrecarga y eso genera muchos problemas dada además la naturaleza de su trabajo. Definitivamente hay que mimarlas, a ellas y al conjunto de los empleados municipales, ya sean funcionarios o laborales. En el caso concreto de las trabajadoras sociales considero que sus reivindicaciones son totalmente justas y tendremos que buscar fórmulas para agilizar la cobertura de esos puestos. Valoraremos cómo se hace en otros lugares donde, según nos indican, funcionan mejor.

P.- Fue un lema recurrente del PP en campaña, una promesa. Recordarlo es inevitable... ¿Consideran derogado el sanchismo burgalés?

R.- (Sonríe) El sanchismo burgalés ya no existe, aunque nos queda erradicar el nacional el próximo domingo. Cuando abogamos por eso nos referimos a que Daniel de la Rosa imitaba la manera de gobernar de Pedro Sánchez, con una actitud de ‘consejos vendo pero para mí no tengo’. Desde la oposición fui testigo de como el alcalde socialista solo sabía vivir de las rentas, apropiarse de los méritos de sus predecesores y culparles, en este caso al PP, de todos sus fallos. Con Cristina Ayala eso se ha acabado y esperamos que ocurra lo mismo en España.

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