Los bonos al consumo podrían estar en circulación a finales de noviembre

Habrá bonos en 2023, seguro. Llegarán, en el mejor de los escenarios, la tercera semana de noviembre. Así será si nada se tuerce y finaliza en blanco el periodo de alegaciones tras la adjudicación de la plataforma digital que permite llevar a cabo esta campaña. Cruzan los dedos en el área de Comercio del Ayuntamiento de Burgos, pues ya el año pasado una de las firmas aspirantes impugnó la decisión municipal y el proceso se dilató más de lo previsto inicialmente. El edil responsable, Raúl Martínez, confía en que, en todo caso, antes de que termine el mes, como muy tarde, los bonos estén en circulación. El inicio determinará además la duración de la campaña que, según indica el concejal, finalizará al filo de las fiestas.

De esta forma, aunque inevitablemente, dados los plazos, la nueva edición de los bonos se solapará con el Black Friday y coincidirá con las compras navideñas de los más previsores, «la idea es que la campaña finalice antes» de que lleguen los días señalados.

Se cumplen así las previsiones. Y es que el retraso de la licitación de la plataforma vinculada a la modificación presupuestaria que se aprobó definitivamente en el mes de julio -así como de los permisos oportunos de la Junta de Castilla y León para desarrollar esta iniciativa de apoyo al comercio de proximidad- hacía imposible cumplir los plazos inicialmente contemplados por el nuevo equipo de Gobierno, que llegó a estimar que la campaña podría comenzar en octubre.

Finalmente, la mencionada licitación se publicaba en la plataforma de contratación del sector público el pasado día 11 por un importe total próximo a los 120.000 euros. El anuncio establecía un plazo para la presentación de ofertas de quince días. El primero de los sobres en el que los aspirantes entregaban la información oportuna se abría el pasado viernes, lo que permitía comprobar que tres empresas optan al contrato.

La plataforma digital en cuestión implica la realización tanto de una página web donde se puedan inscribir los comercios participantes y a su vez se puedan adquirir los bonos, así como la gestión de fondos tanto públicos como privados para realizar el pago a los comercios de una forma ágil.

Será este viernes cuando se conozca la propuesta económica de cada una, determinante para elegir a la adjudicataria junto al informe del departamento de Informática, responsable de evaluar el planteamiento técnico. De disponer de este último también el día 3 de noviembre dependerá poder designar a la beneficiaria de la licitación cuanto antes.

Una vez seleccionada comenzará el periodo de alegaciones obligatorio. De haber algún recurso habría que esperar a su resolución para, en el caso de ser desestimatoria, poner en marcha la que será la cuarta campaña de bonos al consumo.

La dinámica, de hecho, será la misma que en ediciones anteriores. Varían las cuantías globales pero no el formato ni el propósito. Así, restado el coste de la plataforma, el total se dedicará mayoritariamente a bonos para comercios -con un coste de 10 euros cada uno hasta un máximo de 15 por persona- y 250.000 euros serán para el sector hostelero, donde se podrán gastar vales de 5 y de 10 euros, también con 150 euros de gasto individual máximo. El 40% del importe total lo sufraga el Ayuntamiento, a cargo del millón y medio destinado a tal fin, y el 60% complementario lo asume el consumidor.

El beneficio es general, no obstante, pues al ahorro que supondrá a los burgaleses que quieran beneficiarse de la iniciativa se le añade una inyección de 3,5 millones en la economía local.

Cabe recordar que 2022 fue el año en el que más establecimientos participaron, un total de 588, de los cuales 492 fueron comercios, 20 gimnasios -descartados totalmente para la nueva edición- y 76 establecimientos de hostelería.