Burgos advierte de expedientes sancionadores a quienes incumplan la Inspección Técnica de Edificación

La vigilancia de la conservación, seguridad y salubridad de las edificaciones corresponde a sus propietarios, especialmente con mayor ahínco desde que la construcción cumple 40 años. Para regular el cumplimiento de esta obligación surgieron las Inspecciones Técnicas de Edificación (ITE) y son los ayuntamientos, las administraciones encargadas de su regulación a través de una ordenanza como la de Burgos, que refleja la creación de un registro municipal.

Este año 2023, antes del 31 de diciembre, tienen obligación de pasar esta inspección un total de 326 edificios, la mayoría bloques de viviendas de comunidades de propietarios. Los últimos datos disponibles de la Concejalía de Licencias del Ayuntamiento de Burgos indican que son 45 las presentadas.

Apenas el 14% de los dueños han completado el procedimiento y han dado cuenta al Consistorio de la situación de su edificio, aunque, como refleja, el concejal del área, Ignacio Peña (Vox), entre noviembre y diciembre es cuando más se recepcionan, por la experiencia que trasladan los técnicos a la vista de lo que sucede en años anteriores.

Sin embargo, desde Licencias no ocultan cierta preocupación ante el hecho de que tanto en 2022 como en 2023 se ha notado cierta relajación por parte de los propietarios cuyas edificaciones se incluyeron en los padrones correspondientes a esas anualidades. Un total de 707 en 2022 y otros 326 en 2023.

Peña explica que los requerimientos a las comunidades que se realizaron el pasado ejercicio surtieron efecto y, en los primeros meses de este año, fueron registrándose las ITE correspondientes a construcciones que tenían la obligación de hacerlo en 2022.

Por este motivo, el edil delegado de Licencias advierte que se darán las instrucciones necesarias para iniciar expedientes sancionadores a los incumplidores de la norma. No será hasta el 31 de diciembre de 2023, fecha límite de este año, cuando se aborde la cuestión para conocer con precisión cuántos son los que faltan y dónde se encuentran esas construcciones.

A inicios de este año, la foto fija de las ITE presentadas reflejaba que de las 707 incluidas en el padrón habían completado el trámite un total de 205, casi el 30%. Por este motivo, se esperará a conocer si del 14% actual se llega hasta ese 30% o más, a comienzos de 2024.

El padrón de 2023 recoge en detalle las edificaciones a las que les toca pasar la inspección, que siempre se ha comparado con la ITV que tienen que pasar los vehículos según van cumpliendo años. En concreto, aparecen inmuebles del año 1982, por tanto con 41 años de antigüedad en zonas como la avenida de la Paz, Virgen del Manzano, Antonio Machado, Avenida del Cid y Petronila Casado, así como Federico García Lorca, entre otras. 

Además, aparecen en el listado un número importante de edificaciones del siglo XIX que ya pasaron en 2012 su primera inspección. Son viviendas antiguas del entorno de Huelgas, pueblo Antiguo de Gamonal y también de los barrio de Villatoro, Cortes, Villalonquéjar y Villagonzalo Arenas. Inmuebles de la calle La Puebla o del Espolón, que datan de fechas como 1880, también están incluidos.

El pasado mes de septiembre desde el Colegio de Arquitectos de Burgos se expresaba la preocupación existente con el bajo grado de cumplimiento de este tipo de inspecciones en los últimos años. Comparaban la situación con las anualidades de 2012, 2013 y siguientes, los primeros ejercicios en los que se implantó la normativa, a raíz de la aprobación de la Ley 5/1999 de Urbanismo de Castilla y León y del Decreto 22/2004 de 29 de enero por el que se aprueba el Reglamento de Urbanismo de Castilla y León.

Burgos era un ejemplo con porcentajes de cumplimiento superiores al 95% y ahora los propietarios no inician el trámite. Esta es la percepción de Javier Achirica, decano del Colegio de Arquitectos de Burgos, que exigía «más contundencia en el cumplimiento de la norma». Así recuerda que en 2022 en el Licencias se habían sumado un total de 1.000 edificios pendientes de ITE de los que cerca de 700 se correspondían a los que tocaba revisión de la salud del edificio en 2022 y el resto de la prórroga que se planteó posteriormente a la pandemia en 2021. En su opinión, solo desde la sanción o la exigencia de este trámite desde el Consistorio se podría resolver.