El Correo de Burgos

El servicio de comida a domicilio cuadruplica los menús servidos en hogares de Burgos en la última década

El 87% de los usuarios son personas mayores de 80 años y un 13% son dependientes menores de 65 años. De 41.821 menús servidos en 2013 se ha pasado a los más de 155.000 del último ejercicio

Un empleado del servicio de comida a domicilio prepara la furgoneta de reparto. SANTI OTERO

Un empleado del servicio de comida a domicilio prepara la furgoneta de reparto. santi otero

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El servicio de comida a domicilio de la capital burgalesa, pensado para personas en situación de dependencia, no deja de crecer en número de usuarios y de menús servidos en los hogares. En la última década, se han multiplicado casi por cuatro el número de menús servidos, al pasar de 41.821 en la anualidad de 2013, a los 155.575 con los que se cerró el 2022. Porcentualmente, el incremento es del 272%.

Diez años en los que el éxito de esta oferta, que se gestiona desde los Servicios Sociales municipales, pero financiado por la Junta de Castilla y León, ha hecho que los usuarios alcancen los 739 y que el coste que se destina haya crecido de manera importante.

El acuerdo marco con la administración regional para la financiación de los servicios sociales cubre una parte importante del coste, pero los propios usuarios en función de su renta también contribuyen. Los usuarios del servicio se hacen cargo de un 33% del coste de esta prestación, que se paga siempre teniendo en cuenta el nivel de renta, mientras que la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de Burgos cubren el resto.

Así, si en 2013 se destinaban 293.634 euros a cubrir las necesidades en el último año se ha alcanzado la cifra de 781.049 euros, un 165% más.

Estos datos hablan de un servicio más que consolidado y necesitado por las personas dependientes, pero también muestran que ese incremento de usuarios tiene que ver con el envejecimiento poblacional en Burgos.

Es cierto que este servicio está pensado para personas dependientes, sea cual sea su edad, pero son mayoría las personas que superan los 80 años. Según los últimos datos facilitados por la Gerencia de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Burgos, que preside Andrea Ballesteros (PP), el 65% de la población usuaria tenía más de 80 años y el 25% más de 90 años.

Este servicio de asistencia domiciliaria, igual que la ayuda a domicilio o la teleasistencia, contribuye a que estas personas puedan mantenerse más tiempo en sus entornos de convivencia y retrasar que tengan que trasladarse a la casa de un familiar o bien a una residencia.

El 86,58% de los demandantes son mayores y otro 13,01% son personas dependientes menores de 65 años. El 55,3% son mujeres y el 44,7% son hombres.

El principal salto en el número de usuarios y menús servidos se produjo durante la pandemia y, a partir de ahí, también se ha notado que se mantiene la tendencia al alza. En 2020 se alcanzaron los 420 usuarios y en 2022 se llegaba ya a los 739, un 76% más.

La empresa adjudicataria, IGMO, prepara menús diversos para los usuarios: sin sal, para diabéticos, hipocalórico o triturado, según las necesidades de los demandantes. Así, se cumple con las necesidades nutricionales y también con las circunstancias médicas de cada persona.

El objetivo es favorecer la prevención de trastornos de salud por una alimentación insuficiente o poco equilibrada.

En el último pliego para contratar el servicio, que se renovó en 2022, se valoraron cuestiones como que se utilicen envases reciclables, frente a los de un solo uso, para reducir los residuos, así como que los vehículos de reparto sean preferentemente no contaminantes. La higiene en la manipulación y el reparto, es otro de los requisitos a tener en cuenta, así como la variedad de dietas.

Ayuda a domicilio

Otro de los servicios de asistencia domiciliaria más demandado por los burgaleses es el de la ayuda a domicilio. Llama especialmente la atención el crecimiento en el número de horas prestadas, puesto que en la última década se han incrementado en algo más del doble (110,6%). En 2013 los usuarios dados de alta contaban con 136.440 horas de asistencia en sus casas y el pasado 2022 se llegó a las 287.320 horas. Y el ejercicio de 2023 acabará con más horas prestadas que en el año inmediatamente anterior.

Este constante incremento ha llevado al área de Servicios Sociales a comenzar ya con la redacción de un nuevo pliego para contratar el servicio para ajustar las horas y la cuantía necesaria para 2024 y los ejercicios posteriores (el contrato tendrá una duración de 4 años). La estimación de coste para los próximos cuatro años puede superar los 42 millones de euros, algo más de 10 millones de euros anuales, aunque todavía no está cerrado el precio que dependerá del proceso de adjudicación.

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