Cuidados intensivos en niños
En la UCI Pediátrica, «los pacientes no tienen un sólo médico, tienen un equipo»
Cada mañana un grupo de trabajo revisa caso a caso. «Todo el personal está implicado en el cuidado del paciente»
El trabajo en el día a día de la UCI Pediátrica del HUBU arranca con una reunión de mañana. Quienes abandonan la guardia despliegan la situación en la que dejan a todos los pacientes ingresados. Aquí no hay una persona de referencia, son un equipo. «En la UCI Pediátrica se hacen sesiones multidisciplinares y todo el personal está implicado en el cuidado de cada paciente y los especialistas que tienen que intervenir», explica la supervisora de Críticos Pediátricos, Verónica Navarrete. Un grupo que está en formación constante tanto en casos clínicos, como en atención y humanización de los pacientes y sus familias.
La rutina diaria con los pequeños pacientes arrancan con el aseo y la higiene y la conversación con las familias. «Las enfermeras somos como la persona de confianza porque el contacto es constante, estamos a pie de cama 24 horas», explica Esther Esteban. Tras la sesión clínica del equipo llega el momento de realizar pruebas de exploración, analítica de sangre, heces, toma de las constantes vitales y suministro de la medicación. A medio día llega la hora de comer y el informe del médico a los familiares.
También están al pendiente de lo que sucede en los hospitales de referencia de Aranda, Miranda, Soria, Logroño y Palencia para quienes eligen el HUBU. El 40% de los casos que atienden son derivaciones y el clima de confianza con los padres es mucho más intenso porque el ingreso obliga al desplazamiento y, en ocasiones, no pueden estar 24 horas junto a su cama. El equipo de la UCI les hace entender que nunca están solos. Ellos dan los cuidados pero también las caricias y los mimos que necesiten. Pero antes llevan a cabo un seguimiento muy directo de cada caso. «Con los especialistas de allí ya nos conocemos a titulo personal y eso facilita mucho las cosas. Estamos al teléfono con los compañeros para solventar dudas si un niño se está complicado, dar opciones de actuación porque igual no requiere traslado que es más engorroso para la familia y para el propio paciente estamos para lo que haga falta», expica Oyagüez.
Una labor de cercanía que les ha valido un reconocimiento por parte del Hospital de Soria. En la UCI de Burgos se atienden principalmente problemas respiratorios. Cuatro de cada diez ingresos son por broquiolitis, neumonías, apneas. Se atiende todo tipo de procesos a excepción de trasplantes de órganos, cirugía cardiaca y atención a grandes quemados, más de un 20%. Para estos casos se derivan los pacientes al Hospital de Cruces en el País Vasco, al Río Ortega de Valladolid o a Madrid.