Personal municipal atenderá el Centro de Biodiversidad hasta adjudicar su gestión
Sin fecha para su puesta en servicio total, el bipartito aboga por adelantar con medios propios su apertura parcial, solo para visitas puntuales y concertadas, cuando la Junta ceda las aves ya solicitadas
El concejal de Medio Ambiente atendió a los medios en las instalaciones del Centro de Biodiversidad para hablar de su futuro inmediato.
El concejal de Medio Ambiente, Carlos Niño, ha expresado su deseo de poner en marcha «cuanto antes» el recién rehabilitado Centro de Biodiversidad. No parecen ayudar a cumplir esta pretensión los trámites administrativos. Y es que Intervención tumbaba el proceso ya iniciado para adjudicar la gestión mediante una concesión, figura que se sustituirá por un contrato de servicios en cuyos pliegos, según el concejal, ya trabaja el departamento.
Restan, pues, meses para poder licitar «antes de finalizar este año», según Niño, y encomendar después esta labor a la empresa que presente la propuesta más ventajosa para hacerse cargo del que aspira a ser un recurso de educación ambiental de referencia, además de un atractivo turístico.
Criticó al respecto las recientes declaraciones del edil socialista Josué Temiño, su predecesor en el cargo: «Dicen que dejaron todo listo para abrir y es falso, tal y como demuestran las modificaciones que se han requerido. Asegurar que no está operativo porque no queremos es engañar», arguyó.
Con todo, el edil 'popular' no se resiste a que las dependencias languidezcan en este periodo, a la espera de su puesta a disposición del público general. Solicitadas ya a la Junta las aves que lo poblarán, ejemplares que tras recibir asistencia en los centros de recuperación no pueden reintroducirse en la naturaleza, Niño apuesta por una apertura parcial con empleados municipales que se encarguen de atender las dependencias y, de paso, de mostrarlas a los grupos que lo soliciten. «Estamos seleccionando personal de la casa que pueda asumir estas labores. Serían al menos tres personas y nos permitiría comenzar ya con recorridos para escolares», indicó.
Al tiempo que tarde la Administración regional en responder a la petición del Ayuntamiento, habría que sumar el periodo de adaptación de las aves que se muden a estas nuevas dependencias, cuya capacidad aumentaba tras la reforma efectuada. El aviario pasa de seis jaulas a diez «con mayor amplitud», en las que dos ejemplares podrán vivir con comodidad.
Al hilo, el técnico del área de Medio Ambiente Roberto Milara recordaba que el nuevo espacio es el «sucesor natural» del Centro Municipal de Divulgación de Aves, ocupado hasta 2022 -año en el que comenzaron las obras- por ejemplares silvestres «irrecuperables». Aspira a renacer tras una inversión de un millón y medio de euros como «zoo de aves autóctonas», al que se han incorporado colecciones botánicas que permiten ofrecer «un contenido más amplio, vinculado con el conocimiento de nuestros ecosistemas».
Aumentará, a juicio de Milara, la vertiente didáctica que procurarán las instalaciones, destinadas a «generar una actitud positiva hacia los animales» y diseñadas para que la estancia de los visitantes, mayores y pequeños, «sea agradable, produzca un buen recuerdo y motive una nueva mirada hacia el entorno natural urbano», tan rico como desconocido. A ello aspira contribuir cada elemento del renovado edificio.
El acceso conduce a una sala de proyecciones donde vídeos adaptados a las edades de los espectadores abordarán el patrimonio natural burgalés. Otras pantallas prolongan el paseo ‘de interior’, con información detallada sobre conceptos generales de biodiversidad y características locales. También se emitirán vídeos en directo de aves de todo el país, que permitirán a los guías ahondar en sus explicaciones sobre especies o ecosistemas.
Ya fuera, el ampliado estanque -dotado con un sistema de depuración de circuito cerrado que conllevará un notable ahorro- albergará, calculan, unas ocho o diez parejas de patos (alguno ya ronda por allí) y servirá de bebedero natural y refugio a las aves del cerro de San Miguel, que también disfrutarán de los comederos dispuestos por la zona y de los árboles autóctonos que rodean el centro, hogares de mirlos, colirrojos o verdecillos. Un mirador en altura, incorporado en la rehabilitación, posibilita contemplar el paisaje cercano y lejano.