Mar Maté, Campeona de Matemáticas de Castilla y León sin calculadora. «Siempre me han gustado los números»

Mar Maté está a punto de iniciar las clases de tercero de Educación Secundaria Obligatoria. Las puertas del IES Cardenal López de Mendoza están a punto de abrirse y en sus aulas está una de los tres ganadores de las Olimpiadas Matemáticas de Castilla y León del primer ciclo de Secundaria. La única chica.

Las matemáticas y la lógica son disciplinas que ordena en su cabeza de manera natural. No tiene secreto para desarrollar esta habilidad ni se pasa su tiempo libre haciendo tareas extra de Matemáticas. Eso sí le gustan. «Siempre me han gustado los números» reconoce. A las mates y la lógica le une la Física como gustos académicos. 

Fuera de ello, el deporte, hasta el curso pasado practicaba baloncesto y balonmano, y no se pierde un partido del San Pablo en ambas disciplinas. Es una fija en las gradas de la cancha del Coliseum. También le gusta la literatura fantástica. A finales de curso estaba con el segundo libro de la trilogía de ‘Memorias de Idhum’ de Laura Gallego.

Tiene una agenda repleta de actividades, no tiene móvil para evitar distracciones, y el curso lo pasa de sobra y con un libro de lectura en la mochila. «Las matemáticas de clase me aburren un poco» pero estas competiciones de talento matemático son otra cosa. «Las olimpiadas son como retos y es muy entretenidos, mejor que en la clase», explica la joven. Algo que sabe su tutor. 

«Mar presenta unas aptitudes matemáticas reales, comprende los fundamentos teóricos de cada nuevo contenido y los relaciona con contenidos previos lo que le permite resolver cualquier problema nuevo», explica su profesor Miguel Martínez Panero. De esta manera no le sorprende que ella se haya convertido en una de las campeonas de matemáticas de segundo de la ESO sin calculadora. «Las pruebas de alto nivel matemático no necesitas calculadora, sino una mente muy despierta», explica Martínez.

Algo que ya sospecha la alumna. Al hacerse la mochila no cayó en la calculadora, a pesar de que Marta, su madre le había reiterado ¿lo llevas todo? Sí fue su respuesta. Así, se fueron a Valladolid donde se celebró la final regional de la Olimpiada Matemática para buscar tres finalistas de Burgos de 2º ESO y dos de 4º de la ESO . Entre los campeones. «No me di cuenta hasta que no llegué allí», reconoce.

 Pero eso no fue un impedimento para ser finalista de Castilla y León. «Yo creo que valoran el camino que llevas para el resultado, sí que había un ejercicio que tenías que hacer raíces cuadradas muy grandes pero al no tener calculadora no me daba tiempo así que puse lo que haría para resolverlo y supongo que algo contaría», reconoce.

En este tipo de competiciones la prueba individual consta de cuatro problemas que tienen que resolver en una hora y 45 minutos. Son operaciones que se rigen por las competencias del nivel de Secundaria. «Todo lo que te hace falta saber lo sabes, pero luego tienes que llegar a cómo lo haces, cuando lo haces y para que, no te van a pedir nada que no hayas dado en clase», razona Mar Maté.

Después, hay una fase de pruebas en exterior y en grupos. Aquí se organizaron varias pruebas a un lado y otro de uno de los puentes sobre el río Pisuerga. «Te tocaba cruzar el puente 17.500 veces y perdías más tiempo en cruzar el puente que en hacer las pruebas en sí», recuerda.

En Jarandilla de la Vera, Cáceres, tuvo lugar esa olimpiada matemática en la que Mar representó a Castilla y León. Del 14 al 18 de junio, con la calculadora en la mochila, afrontaron unas jornadas de convivencia con unos 60 chicos y chicas que disfrutan con los números. La mecánica de competición es la misma: prueba individuales de cinco problemas y dos horas para hacerlos y una prueba de grupo. «Tenías que estar con alguien que no fuera ni de tu comunidad ni de tu habitación e ir por los monumentos de Cáceres haciendo operaciones para completar una ruta marcada en un mapa», recuerda.

Pruebas difíciles pero buenos momentos. «Es divertido porque son retos pero además estar con los compañeros está bien, porque te ríes y lo pasas bien», explica. «Estas pruebas poco tienen que ver con la enseñanza y los planes de estudios de Secundaria, se intenta plantear, dando un carácter lúdico, diversos problemas y situaciones que requieren de múltiples disciplinas matemáticas para resolverlos», explica Miguel Martínez.

Lo que el docente del Cardenal López de Mendoza reivindica es que casos como el de Mar «sirven para desterrar algunos estereotipos, este año la Campeona de la Olimpiada de Castilla y León ha sido Mar, una niña, sin embargo durante el curso en el proyecto Estalmat de talento matemático en Burgos hay una gran mayoría de niños». En la olimpiada regional participaron 45 estudiantes de los que 14 eran niñas. En la nacional unos 60 y 20 chicas. Y en el caso de Maté, en la final nacional del canguro matemático ella era la única chica.

Estas estadísticas y datos no interesan mucho a Mar. Ella tiene claros sus gustos aunque no mucho hacia donde enfocar su futuro. «Me gustan las matemáticas, la física, la química el dibujo técnico, pero no tengo nada pensado», explica. Tiene enfocado el inicio de 3º de la ESO y adentrarse en el programa PAI, el ciclo previo al Bachillerato Internacional que se imparte en el IES Cardenal López de Mendoza. Las cases de robótica y maker de la Estación y el baloncesto seguirá acompañando desde la grada al San Pablo Burgos.