El Correo de Burgos

La mediación gana terreno para favorecer el desatasco en los juzgados

El Colegio de la Abogacía de Burgos, pionero en materia laboral, lamenta que la prestación de estos servicios siga sin encaje en la justicia gratuita dentro del Territorio Ministerio

Jura de nuevos colegiados en la fiesta del Colegio de la Abogacía de Burgos 2024.

Jura de nuevos colegiados en la fiesta del Colegio de la Abogacía de Burgos 2024.TOMÁS ALONSO

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Sigue siendo una herramienta bastante desconocida, pero cada vez se recurre más a ella y contribuye a desatascar la ingente cantidad de asuntos que se acumulan en los juzgados. La mediación, ya sea previa o intrajudicial, facilita la resolución de conflictos de manera «rápida», en unas dos semanas e incluso menos, con «total flexibilidad». En base a ello, el Colegio de la Abogacía de Burgos lleva tiempo apostando por la «formación continua y actualizada» de profesionales en estrecha colaboración con procuradores y graduados sociales.

Con 45 asuntos de toda índole, tanto en 2022 como en 2023, y un porcentaje de éxito del 87%, la mediadora y diputada segunda del Colegio, Julia Manero, destaca el alto grado de satisfacción entre las partes implicadas. El boca a boca hace mucho y cuando los abogados recomiendan esta fórmula casi todos los clientes aceptan. No obstante, la «labor informativa» es fundamental para seguir dando a conocer esta opción.

Aparte de la mediación laboral y contencioso-administrativa fruto del convenio con el Ayuntamiento de Burgos -renovado el pasado mes de octubre con el compromiso municipal de saldar las deudas con letrados, procuradores y graduados-, el Colegio cuenta con un organismo propio: el Instituto de Medios Adecuados para la Solución de Controversias (IMASC).

La mediación a través del convenio con el Ayuntamiento es gratuita y la del IMASC de pago, aunque «las tarifas son bastante asequibles». En marcha desde hace un par de años, el abanico de opciones que se ofrece es mucho más amplio y ayuda, cuando se solicita, a buscar acuerdos antes de llegar a los tribunales. Cuando el asunto en cuestión ya está judicializado, lo habitual es que se recurra a este servicio siempre y cuando «las partes quieran y al juzgado le parezca bien».

Civil, penal, conflictos familiares... También se ofrece mediación para conflictos entre los propios abogados y sus clientes cuando existe desacuerdo con los honorarios. Además, el IMASC también realiza funciones de arbitraje. En este caso, no se alcanza una solución consensuada sino que un tercero, con capacidad legal en base a su formación previa, determina quién tiene la razón.

Si de algo puede presumir el Colegio de la Abogacía de Burgos es de ser «pionero y ejemplo» en materia de mediación laboral a nivel nacional. Lo habitual, precisa Manero, es que cualquier conflicto entre empresas y trabajadores se solvente en «una o dos sesiones». Cuando se trata de modificaciones sustanciales de las condiciones del empleado, la misión del mediador es analizar de manera objetiva «las necesidades tanto de la empresa como del trabajador» e intentar alcanzar un acuerdo que satisfaga a ambas partes. Si hablamos de un despido, la respuesta suele ser «más rápida» y casi siempre acaba con una «cuantía o indemnización» que el afectado da por buena.

Al margen de la «satisfacción» y el empeño por seguir implementando recursos para que la mediación sea cada vez más común, Manero lamenta que la prestación de estos servicios no se enmarque en la justicia gratuita. De hecho, ha habido algún que otro caso en el seno del IMASC en el que los clientes «se echaban para atrás» por este motivo.

Como siempre, el Territorio Ministerio se queda atrás mientras que en otras comunidades autónomas se incluye la mediación dentro del turno de oficio. Sin ir más lejos, en el País Vasco tanto la mediación como el derecho colaborativo «funcionan como un tiro».

La mediación intrajudicial familiar gratuita, pendiente de aplicación práctica

Aunque teóricamente ya debería llevar tiempo en funcionamiento, el servicio de mediación intrajudicial familiar impulsado por el Gobierno autonómico a través del Consejo de la Abogacía de Castilla y León (CACYL) todavía no se ha puesto en marcha en Burgos. Según explica Julia Manero, queda un último fleco: «que los juzgados hagan su propio protocolo de derivación a mediación familiar». Una vez dado el paso, el Colegio de la Abogacía estaría en disposición de empezar porque ya cuenta con varios mediadores especializados en la materia que han realizado el pertinente curso de 300 horas para ejercer.

Por otro lado, cabe recordar que la consejera de Familia, Isabel Blanco, aseguró que el servicio Mediacyl promovido por la Junta estará disponible en todas las provincias de la Comunidad a principios de 2025. Hasta ahora, tan solo están teóricamente operativos los centros de Burgos y Salamanca.
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