La cecina de San Pedro de la Fuente y Fuentecillas vuelve a degustarse en Burgos
Cientos de personas se acercaron hasta el barrio más antiguo de la ciudad para disfrutar de un manjar cocinado con mimo y mucha soltura por un grupo de vecinas

Instante del reparto de cecina en el barrio de San Pedro de la Fuente y Fuentecillas.
El barrio de San Pedro de la Fuente y Fuentecillas volvió a vestirse de gala para conmemorar la Cátedra de San Pedro de Antioquía y lo hizo con el tradicional reparto de la cecina. Una cita que cada año sigue atrayendo a vecinos tanto de la zona como de toda la ciudad.
Las responsables de que esta tradición siga en pie son un grupo de mujeres del barrio que cada año se encargan de elaborar el rico plato con una receta tradicional que da la cecina un sabor único.
La Cátedra de San Pedro se celebra desde el siglo IV y en febrero desde el siglo XIII. La cecina empezó siendo de burro hace siglos, pero después se transformó y el reparto se centra en la cecina cocida, un plato que además durante estos días es la tapa estrella en los bares de la zona.
Mucho antes de que se abrieran las puertas de la carpa donde esperan las bandejas de pinchos de cecina y los vasos de vino tinto que reparten voluntarios de la Asociación de San Pedro de la Fuente y Fuentecillas, ya eran decenas los burgaleses que hacían cola para degustar el manjar.

Instante del reparto de cecina en el barrio de San Pedro de la Fuente y Fuentecillas.
«Somos del barrio y cada año no fallamos a esta tradición tan nuestra», apunta Carmen acompañada de su marido. «Podemos faltar a otros actos, pero al reparto de la cecina de nuestro barrio nunca», asevera el hombre entre risas.

Burgos
FOTOS: Así ha sido el reparto de cecina de San Pedro la Fuente y Fuentecillas en Burgos
Virginia Martín
Mientras tanto, en la carpa, Justi y Clara se afanan en preparar los pinchos. Lo hacen felices y aliviado de poder «dar continuidad a una fiesta que no solo gusta al barrio, sino que atrae agente de toda la ciudad». Atrás quedan los miedos de hace unos días al no contar con un local en el que preparar el plato. Un inconveniente que finalmente tuvo un desenlace feliz, pero que puso en tensión a toda la asociación.

Instante del reparto de cecina en el barrio de San Pedro de la Fuente y Fuentecillas.
«Ojalá para años venideros podamos contar con un local cedido solo para estos días y no estar pendientes de si podremos o no hacer el tradicional reparto», señala Justi, al tiempo que su compañero asiente.
Y es que hacen falta «varios días para que la cecina adquiera ese gusto tan apetecible». La receta, tan sencilla como tradicional, requiere primero que la carne pase toda una noche a remojo. Después se cuece con garbanzos, carne de gallina, espinacas, acelgas, puerros, zanahorias y huesos. No acaba ahí el trabajo, aún queda limpiar las piezas de carne ya cocidas y trocearlas ya en la carpa.

Instante del reparto de cecina en el barrio de San Pedro de la Fuente y Fuentecillas.
Pero antes de la celebración popular tocaba el acto solemne en la iglesia parroquial del barrio. La misa fue presidida por el arzobispo de Burgos, Mario Iceta, y concelebrada por diversos sacerdotes relacionados con la parroquia del barrio. Al acto acudieron autoridades municipales, tanto del equipo de Gobierno, con la alcaldesa, Cristina Ayala a la cabeza, y de la oposición, así como de otras administraciones
Allí mismo tenía lugar otro emotivo momento de la jornada: la entrega de las Cátedras de San Pedro de Antioquía, galardón con el que se reconoce a vecinos ilustres o a personas vinculadas de alguna manera con la zona.
Tras la celebración religiosa, la comitiva recorrió a pie los escasos metros que separan la parroquia de la carpa, donde aguardaban 80 kilos de cecina. Mientras, las danzas tradicionales ponían la banda sonora en la calle Enrique III y animaban la espera.