La tribu de Atapuerca crece
Atapuerca confirma las ocupaciones antiguas de dos especies en Europa
Pink, la cara de Sima del Elefante, tiene rasgos arcaicos que la alejan de Antecessor y la acercan a Erectus. «Todas las especies humanas de Europa están en Atapuerca»

La cara de Pink se convierte en Homo affinis erectus, la sexta especie descrita en los yacimientos de Atapuerca.
Cuando en 2022 se presentó la cara descubierta en Sima del Elefante, bautizada como Pink, ya se sabía que era un fósil muy antiguo. Hoy, tras tres años de estudios del resto humano que se completó con industria y fauna con marcas de corte en las siguientes campañas de excavaciones en la sierra de Atapuerca, ya está adscrito, de manera inicial, a una especie. No es Homo antecessor, por sus rasgos muy antiguos que lo acercan a Homo erectus, sin serlo del todo. Así que se trata de Homo affinis erectus. Una nueva especie, ya son seis, que han aparecido en el yacimiento burgalés.
«Desde el equipo de Atapuerca. Volvemos a reescribir las poblaciones que ocuparon Europa cambiando el paradigma, con una nueva especie que no existía en Europa y aportamos un contexto paleoecológico y arqueológico para conocer el medio y su estilo de vida», señaló la primera autora del estudio y codirectora de las excavaciones en Sima del Elefante, Rosa Huguet, en la presentación del hallazgo en una conexión en directo entre el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (Cenieh) y el IPHES-CERCA de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona.
«Todas las especies humanas de Europa están en Atapuerca. Con el grupo Homo erectus, el antecessor, preneandertales, neandertales y sapiens, todos los grupos han vivido en Atapuerca», sentenció Eudald Carbonel codirector de las excavaciones hasta este verano. Sostiene Carbonell que este hallazgo permite confirmar la ocupación humana en más de 1,2 millones de años con dos especies y que «pone en tela de juicio que en Europa no ha habido ocupación antigua de manera continua».
¿Cómo es la cara de Pink? Pues es antigua y en poco se parece a la de Homo antecessor. «Con la mandíbula de 2007 pensábamos que antecessor podría haber vivido mucho más atrás en el tiempo, vimos que no, con Pink hemos podido comparar directamente y vemos que hay un conjunto de rasgos que apuntan a la dirección opuesta de homo antecessor», explica el codirector hasta este verano de las excavaciones de Atapuerca, José María Bermúdez de Castro. Empezaron a comparar con otros rostros de las especies descritas. En concreto con fósiles de Dmanisi y alguno de Asia.
Como apunta la directora del Cenieh, María Martinón, «la configuración del rostro de Pink es más primitiva, con rasgos como su estructura nasal, plana y poco desarrollada que le acercan a erectus». Por ello no es Homo erectus sino affinnis, es decir, afín porque «tiene una cara más corta y estrecha», señala Martinón. «Dentro de unos años, esperemos que se encuentren más restos en Sima del Elefante o en otros yacimientos del oeste de Europa y se podrá definir si es Homo erectus o una nueva especie», señaló.
ATE7-1, nombre científico del fósil, sí tiene similitudes con la mandíbula de Homo sp. La pieza (acompañada por un pequeño trozo de húmero y una falange) recuperada en el mismo yacimiento en 2007, que no está adscrita a antecessor tampoco, apareció 200 metros por encima, en el nivel 9. «La mandíbula y Pink no son la misma población biológica pero podrían ser la misma especie perfectamente».
Lo que también se han recuperado son herramientas y restos de fauna procesada con marcas de corte realizadas con esas herramientas de piedra adscritas al modo 1. El equipo ha podido constatar que «fueron fabricadas a partir de rocas que encontraban cerca de la cueva (cuarzo, sílex, y caliza) que recogían y tallaban, golpeaban, con el objetivo de extraer lascas, fragmentos que tuvieran bordes afilados, utilizando cantos para fracturar huesos», explica el codirector de los trabajos en Sima del Elefante, Xose Pedro Rodríguez. Estas herramientas servían para poder aprovechar los recursos faunísticos que tenían a su alcance en la sierra.
«Los primero estudios preliminares de huellas de uso de Andreu Ollé indican que fueron usados para fracturar huesos y alguna lasca para cortar carne». De hecho la vértebra de animal recuperada en 2023 «presenta una marca de corte que se había realizado con esta herramienta lítica». En la recreación de las herramientas de piedra también han participado científicos burgaleses como Marcos Terradillos, de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Isabel I de Burgos.
También se puede recrear el ambiente en el que este Homo affinis erectus vivió entre 1,1 y 1,4 millones de años. En este rincón de Burgos convivían con grandes animales como hipopótamos pero también con tortugas, aves, «muchas aves», caballos y roedores. Es decir, estos primeros europeos, los abuelos del abuelo de Europa, «sobrevivían en un entorno de bosque abierto, cerca de zonas de agua, cursos de agua, en una zona húmeda de ambiente tipo mediterráneo algo más suave que el que hoy puede haber en Burgos», señaló Rodríguez.
Segunda especie descrita en Atapuerca
Esta es la segunda ocasión en la que el equipo de científicos que trabaja en tierras burgalesas pone nombre a una especie. «Este yacimiento es clave para entender nuestros orígenes, y el nuevo hallazgo refuerza el papel de Atapuerca como un referente mundial en el estudio de la evolución humana y este artículo, con 30 firmantes, es un ejemplo de ese equipo de especialistas», precisó la directora del Iphes de Tarragona e codirectora de Atapuerca, Marina Mosquera. Refuerzan el estudio español de un hallazgo de relevancia internacional porque determina la importancia de Europa Occidental en la definición de las primeras poblaciones europeas.
Entre los participantes en la conexión a dos de la presentación autoridades como la secretaria de estado de Investigación del Gobierno de España, Eva Ortega, el consejero de Cultura de la Junta de Castilla y León, Gonzalo Santoja, y, desde Cataluña, el director de Investigación de la Generalitat de Cataluña, Joan Gómez Pallarés, y la directora de la red Cerca, Laia Pellejà. Todos ratificaron el apoyo institucional a los equipos de investigación y las excavaciones de Atapuerca que buscan seguir respondiendo a nuevas preguntas. ¿Convivieron Antecessor y Pink? ¿Hasta dónde llegó el erectus de Atapuerca en su viaje por Europa?