El centro Emiliano Aguirre de Atapuerca muestra su fondo documental a sus vecinos

El Centro de Investigación Emiliano Aguirre (CIEA) abre sus puertas a los vecinos de Ibeas de Juarros y los municipios asociados al consistorio este mismo sábado. Una cita en la que encontrarán un edificio a estrenar, pero plagado de documentos que narran la puesta en marcha de los trabajos de investigación que han puesto su pueblo en el mapa de la paleontología mundial. En el interior ya hay depositados 60.000 documentos, legajos y cartas que narran los inicios, no tan fáciles como ahora pudiera parecer, de la investigación en Atapuerca. 

«El objetivo del centro es realizar una retrospectiva de la memoria del sistema Atapuerca y, en una segunda parte, llevar a cabo la prospectiva, lo que va a hacer la especie en el futuro que se desarrollará en un edificio en Atapuerca», remarca el director del CIEA, Eudald Carbonell. El vicepresidente de la Fundación Atapuerca ha donado recientemente su archivo personal y científico al centro. Entre los elementos, su tradicional salacot que asegura que cuelga para siempre porque «en julio no vuelvo a los yacimientos, cogeré vacaciones en julio por primera vez en mi vida». 

Entre la donación del fondo documental de Emiliano Aguirre, aportado por la fundación que lleva su nombre, la realizada por el arqueólogo y paleontólogo catalán y la de José María Bermúdez de Castro que se incorporará en el mes de abril el centro ya cuenta con 60.000 documentos y libros para archivar y documentar. «Es la biblioteca del Sistema Atapuerca», sostiene. También se incorporan tesis de las 120 realizadas en torno a los yacimientos de Atapuerca de las que más de 90 han sido realizadas con apoyo de la Fundación Atapuerca a los predoctores. Entre los seis nuevos codirectores hay dos becarios por la fundación como María Martinón y Andreu Ollé. 

Toda esta información, la memoria del sistema Atapuerca, se va a digitalizar para la consulta de especialistas, científicos e investigadores pero que en estos días la Fundación Atapuerca busca darlo a conocer entre sus propios vecinos. El edificio cuenta también con un espacio de investigación con microscopios y material, financiado por la Fundación Reina Sofía, y que ya utilizan investigadores becados por la Fundación Atapuerca que cuentan, también, con un depósito de colecciones para desarrollar su trabajo. 

Esto es lo que desde hoy empezarán a mostrar a los vecinos de los pueblos de alrededor. Al modo en el que Emiliano Aguirre, en las primeras campañas de finales de los 70 y principios de los 80, realizaba a pie de trinchera con puertas abiertas a los vecinos para poner en valor y sembrar el orgullo de la riqueza arqueológica y paleontológica de este lugar. «Aunque es una biblioteca para gente especialista queremos que nuestros vecinos conozcan en esta biblioteca, mantenemos esa misma filosofía de Emiliano», recuerda Carbonell. 

La cita con los vecinos arranca este sábado en los pueblos que corresponden al ayuntamiento de Ibeas de Juarros. Cuentan con unos 120 inscritos aunque esperan más y será la coordinadora de la Memoria del Sistema, Victoria Moreno Lara, quien realice una presentación con parte de la documentación y reproducciones de las especies descritas en Atapuerca. Así arranca una serie de visitas vecinales que el 5 de abril se circunscribirá a todas las localidades cercanas a la sierra y el 26 de abril la visita estará abierta a la ciudadanía de Burgos. 

El Centro de Investigación Emiliano aguirre, cofinanciado por el Patronato de la Fundación Atapuerca y la Junta de Castilla y León, que tratará de digitalizar la memoria de la investigación en prehistoria de España de los siglos XX y XXI se complementará con otro proyecto que se llevará a cabo en la localidad de Atapuerca. 

«Si aquí tenemos la memoria del sistema humano que ha habido, lo que ha pasado, queremos prospectar lo que pasará, el futuro, según lo que hemos visto ya que ha pasado es un proyecto completo que persigue convertir a la Fundación en un sistema de investigación», concluye Carbonell. Este espacio se ubicará en el Hospital de Peregrinos de Atapuerca en un proyecto en el que cuentan con el apoyo de la Diputación Provincial de Burgos. 

Y mientras tres personas ya están adscritas a las labores de documentación y digitalización de la memoria del sistema que se conserva en el edificio de Ibeas es una labor a largo plazo. «Es una labor lenta, vamos digitalizando todo en función de los estándares de la biblioteca nacional, con los campos que se indican... tenemos un trabajo para años», sostiene.