El Correo de Burgos

Atapuerca

«En Atapuerca hemos puesto a un nuevo personaje en la evolución humana con Pink»

Rosa Huguet, Xose Pedro Rodríguez y María Martinón abordaron en el Museo de la Evolución los secretos del hallazgo de Atapuerca que sigue revolucionando al mundo

María Martinón, Rosa Huget y Xosé Pedro Rodríguez antes de iniciar la conferencia sobre Pink impartida ayer en el Museo de la Evolución Humana.SANTI OTERO

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El hallazgo de Pink, la cara de Homo affinis erectus que se localizó en el yacimiento de Sima del Elefante en Atapuerca en 2022, sigue revolucionando al mundo científico y periodístico. «Sí que ha generado mucho muchísimo impacto y continúan solicitándonos información de acceso al artículo, entrevistas, acceso a imágenes... Estamos muy contentos», explicaba la responsable del yacimiento de Elefante y autora del estudio publicado por Nature, Rosa Huguet.

Para el Equipo de Investigación de Atapuerca lo relevante es que «hemos podido definir la especie de la cara de Pink y esperamos que pronto podamos quitar el apelativo de Homo sp a la mandíbula de 2007 que creemos son la misma especie aunque de poblaciones distintas», señaló. Eso apunta a nueva publicación científica pero, mientras llega, el equipo de Atapuerca en general y de Elefante en particular disfrutan del papel que les ha tocado jugar en el cada vez más zigzagueante camino de la evolución humana.

«Lo relevante no es si es el resto más antiguo o no, aún nos movemos en una horquilla entre 1,2 y 1,4 millones de años, lo más importante es que introducimos un personaje que no teníamos en el linaje de los homínidos del Pleistoceno Inferior», remarca la investigadora del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona. Ella junto con el codirector de los trabajos en Elefante, Xosé Pedro Rodríguez, y la directora del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (Cenieh), María Martinón, desgranaron ayer todos los secretos de Pink en una charla organizada en el Museo de la Evolución.

Han descrito el ambiente en el que Pink sobrevivió. Un entorno de grandes praderas y espacio abierto que Pink y su tribu compartían con rinocerontes, caballos y bóvidos. En alguna incursión por un espacio más cerrado buscarían jabalíes o ciervos mientras que, cerca, había masas de agua donde los castores campaban a sus anchas entre hipopótamos. Podrían recostarse en la sombra de algún avellano para descansar en un entorno con un clima más benigno que el actual por ser más templado y más húmedo. «Era un ecosistema rico para vivir», señala Huguet.

Aunque estos primeros homínidos europeos no hacían vida en la cueva. Así se ha constatado en Elefante, un yacimiento que se excava desde el año 1996. Las ocupaciones humanas son escasas, no hay grandes campamentos como los que se registran en los niveles 10 y 6 de Gran Dolina. «Estamos convencidos que todo en Elefante es muy azaroso, estuvimos años excavando hasta que en 2007 apareció primero un diente, que dudábamos si era humano o no, luego salió la mandíbula, ahora que recuperamos la cara sabíamos ya que presencia humana había, entonces no», relata.

El trabajo en Elefante ha sido una cuestión de fe. Tras los hallazgos de 2007 se planteó construir un puente que permitiera ampliar la excavación. En aquel trabajo emularon a los mineros que abrieron la trinchera en el siglo XIX. «Encontramos un bloque de piedra tremendo, aquel verano todo el equipo dedicaba la tarde, después de comer, a romper ese bloque de piedra», recuerda Huguet. Elefante es un yacimiento duro. Después de todo el esfuerzo la mandíbula seguía siendo Homo sp, «sabíamos que no era antecessor, poco más». Pero llego el momento de volver a las aves, a los cerdos a las tortugas mientras la pendiente que guardaba los secretos de Pink esperaba. En 2022 se desató la sorpresa de nuevo.

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