«Queremos ser altavoz de la ciencia que se hace en el laboratorio»

Se conoce cada rincón del Museo de la Evolución Humana de memoria. Participó en la musealización y desarrolló la didáctica cuando la instalación eran prácticamente paredes de hormigón. Le pedimos elegir un rincón singular dentro de la locura que supuso montar las plantas del museo hace 15 años para la foto. Elige el cerebro de Daniel Canogar. «En el desarrollo museográfico de finales de 2009 hubo un debate sobre la zona del cerebro entre quienes apostaban por una réplica hiperrealista y quien se decantaba por una mas conceptual que sirviera para contar una historia, se optó por lo segundo y la propuesta de Daniel Canogar permite contar con una obra de arte contemporánea que es todo un éxito», señala.

Esa mezcla de estilos con un aporte científico más acusado es la seña de identidad que ha empezado a desplegar en el Museo de la Evolución el que es el nuevo director gerente del Sistema Atapuerca. Conoce en profundidad el proyecto Atapuerca porque lleva en él desde 1999 cuando llegó a excavar en el nivel TD_10 de Gran Dolina con una potente generación. Entre ellos dos de los nuevos investigadores principales (María Martinón y Alfonso Benito).

Pregunta- Cuando Rodrigo Alonso entró por las puertas de un Museo de la Evolución vacío, ¿pensó que estaría al frente de la gestión 15 años después?

Respuesta- No, la verdad es que no. Piensas en la magnitud de todo lo que es el Sistema Atapuerca y... impone respeto. Es un reto y la ventaja que tengo es que llevo muchos años implicado en esto.

P- ¿Cómo llegó a Atapuerca?

R- Yo estaba en segundo de carrera en la Universidad de Burgos y en el área de prehistoria. Carlos Díez Fernández-Lomana y Marta Navazo comenzaron un proyecto para documentar los asentamientos de Paleolítico Medio de Neandertales en el entorno de la Sierra Atapuerca, los yacimientos al aire libre. Fue un trabajo de prospección arqueológica y nos apuntamos estudiantes universitarios. Después ese mismo verano de 1999 comencé a trabajar en el equipo de excavación en el nivel 10 de Gran Dolina. Esos eran los años en los que Atapuerca ya empezaba a ser un gran equipo. Hay mucha gente que comenzó conmigo que hoy están vinculados o con cargos de responsabilidad.

P- ¿Quiénes empezaron con usted y forjaron esa cantera que perseguía Emiliano Aguirre?

R- En esos años llegamos a Atapuerca Marcos Terradillos (Isabel I), Ángel Carrancho (UBU), María Martinón, (directora Cenieh y codirectora Atapuerca), Alfonso Benito, (codirector Atapuerca). Y de aquella excavación estaban también Laura Juez, Sergio Moral, Miguel Ángel Pérez, Marta Cuesta, entre otros, que están en el Museo. El gran logro de Emiliano Aguirre fue crear un equipo interdisciplinar con una matriz eminentemente española que ha permitido situar a Atapuerca a nivel internacional. Probablemente, junto con la Garganta de Olduvai, sean dos lugares referenciales para el estudio de nuestro pasado en todo el planeta.

«Atapuerca es una fábrica del conocimiento, pero también genera puestos de trabajo y actividad económica en el territorio»

P- ¿Todos vinculados al proyecto?

R- Cuando hablamos del desarrollo industrial de Burgos, muchas veces hago esa comparativa con Atapuerca porque es una fábrica del conocimiento, pero también genera puestos de trabajo y actividad económica.

P- ¿Cuántas personas trabajan en torno al Sistema Atapuerca?

P- Actualmente en el ecosistema de Atapuerca, entre trabajadores directos de la administración, que no somos los más abundantes, las empresas que prestan servicios y la Fundación Atapuerca, somos en torno a las 60 personas de empleo directo durante todo el año.

P- Empezó con Javier Vicente a quien sustituyó Alejandro Sarmiento y luego Aurora Martín, pero estos dos últimos puestos se han amortizado reduciendo el personal del núcleo duro de gestión. ¿Son suficientes a día de hoy?

R- Existe un compromiso por parte de la Consejería de Educación, de dotarnos de más personas. Y por ahora la suerte que tengo es que todos los integrantes del equipo están involucradas en el proyecto y dan lo mejor de sí por encima de lo que es exigible. Eso nos permite suplir la coordinación didáctica pero está el compromiso de la Consejería de destinar más recursos a todo el Sistema, no sólo al Museo.

P- Llega a un Museo de la Evolución con 15 años de actividad y asentado. ¿Qué cambios plantea, cual quiere que sea el sello de su gestión?

R- Uno de los primeros pasos es consolidar nuestro posicionamiento nacional como centro de divulgación científica. El apoyo que hemos realizado recientemente a los compañeros del equipo de investigación de Atapuerca para dar a conocer la publicación de Nature de Pink, siendo soporte de la divulgación. Pero también dar visibilidad a otros proyectos como el de robótica (MetaTool) que presentamos recientemente. Se trata de aprovechar toda la proyección que hemos ido gestando todos estos años y seamos el altavoz de la ciencia que se hace en el laboratorio.

P- ¿Qué queda de aquel Rodrigo Alonso que llegó aquí a poner en marcha actividades didácticas?

R- Quedan muy buenos recuerdos y un largo recorrido en el cual hemos crecido todos juntos. En el museo principalmente tuve dos encomiendas: llevar a cabo la coordinación de los contenidos de todo el museo durante la obra, en esos nueve meses. Y luego una encomienda también de gran valor como fue poner en marcha el área de educación. Ya es una de las señas de identidad del museo, un equipo de atención educativa que es uno de los grandes referentes y valores añadidos que tiene este museo porque permite transferir toda la información de temas tan complejos vinculados a la evolución humana a todo tipo de público.

P- En cuanto a los visitantes el reto esta en el viajero internacional y en los jóvenes. ¿Cómo acercarlos?

R- Hay determinados parámetros que están muy estables, como son los parámetros de internacionalización. Pero, bueno, tienen que ser entendidos dentro de la propia dinámica del funcionamiento del turismo de la propia ciudad. Somos el segundo gran contenedor de visitantes de ciudad, tras la Catedral de Burgos. Entre todo el sistema (museo, Carex, Cayac y yacimientos) atraemos 300.000 visitas. Y un dato también muy a tener en cuenta es que si analizamos una evolución de las pernoctaciones totales antes y después de la inauguración del museo, éstas han crecido exponencialmente. La oferta hotelera antes y después del museo también ha aumentado.

P- ¿Para cuándo una promoción conjunta entre ciudad y recursos turísticos clave como el vuestro?

R- En cuanto a campañas y acciones directas de promoción, las competencias son del Ayuntamiento de Burgos. Luego desarrollamos nuestras propias campañas en las ciudades en las que tenemos mayor potencial como Madrid, Bilbao y Barcelona. Pero estamos abiertos a cualquier colaboración que venga desde el Ayuntamiento. Mientras, nosotros dependemos de la Fundación Siglo y la Junta, estamos en la red de museos regionales que realiza sus propias campañas y ahí estamos también.