¿Dónde se esconden las víboras en verano? Estos son sus hábitats favoritos en Burgos
En la provincia burgalesa se citan las tres especies de víboras presentes en la península:víbora hocicuda, la subespecie Seoane o Cantábrica o la víbora áspid.

En Burgos están presentes tres especies diferentes de víboras.
Con la llegada del calor, las víboras —el único grupo de serpientes venenosas autóctonas en la península ibérica— se hacen más activas, pero también más discretas. Aunque el verano es su época de mayor movimiento, lo cierto es que pasan gran parte del día refugiadas del sol, en entornos frescos y húmedos que les permiten regular su temperatura corporal. Conocer sus hábitats preferidos no solo ayuda a entender su comportamiento, sino también a extremar las precauciones si vas a hacer rutas por zonas rurales o de montaña en provincias como Burgos, donde su presencia es frecuente. Especialmente en las horas del mediodía y primeras horas de la tarde que aprovechan para moverse.
Lugares frescos, húmedos y con vegetación densa
En verano, las víboras no se exponen durante horas al sol. Buscan refugios naturales bajo zonas de sombra y humedad, donde puedan descansar, cazar o esconderse de depredadores. En el caso de Burgos, esto suele ocurrir en espacios con vegetación baja y cerrada: matorrales, zarzales, pastizales altos y sotobosques densos, donde el suelo se mantiene fresco incluso en días calurosos.
Estas condiciones son comunes en zonas donde crecen árboles como encinas, pinos, alcornoques, sauces o álamos, no porque las víboras vivan en los árboles, sino porque estos generan microclimas en el suelo: sombra constante, mayor humedad y temperaturas más estables. Los árboles de ribera, como los que se encuentran en los márgenes del Arlanza, el Ebro o el Rudrón, crean entornos especialmente favorables para la actividad de reptiles en días calurosos.
Su mejor escondite escondite: grietas, raíces y pilas de leña
Además de la vegetación, las víboras aprovechan cualquier cavidad natural como refugio: grietas entre piedras, agujeros en el suelo, troncos huecos, raíces expuestas o montones de leña abandonados. Son lugares en los que pueden permanecer ocultas durante horas e incluso días, saliendo solo en momentos concretos a tomar el sol o alimentarse.
Por eso, si transitas por zonas rurales en verano —ya sea en campiñas, caminos forestales o entornos de ribera— es fundamental evitar levantar piedras o meter la mano entre troncos o vegetación densa, especialmente si estás en zonas de media montaña o entornos con humedad persistente. Si estás trabajando en la huerta o en tu jardín, no olvides unos buenos guantes. Y si te encuentras a una de estas serpientes, déjala marchar. Nunca la cojas.
Las víboras en Burgos: discretas pero presentes
En la provincia de Burgos, las especies más comunes son la víbora áspid (Vipera aspis), que habita en áreas del norte, y en menor medida la víbora cantábrica, más localizada en zonas con influencia atlántica. Ambas pueden encontrarse en entornos montañosos, páramos, cañones fluviales y zonas agrícolas abandonadas, donde la vegetación ha recuperado su densidad.
Aunque los encuentros son poco frecuentes y las víboras no atacan si no se sienten amenazadas, la prevención es clave. Utilizar calzado cerrado, no salirse de los senderos y evitar sentarse directamente sobre la hierba alta son consejos básicos para disfrutar del entorno natural sin sobresaltos.