El Correo de Burgos

MIRANDA

Sin consultas de rehabilitación por una baja y un traslado

Este servicio en el hospital comarcal Santiago Apóstol ha estado parado durante casi dos meses hasta la incorporación de las dos facultativas que lo realizan

El servicio ya ha recuperado a las dos facultativas de rehabilitación.-E. M.

El servicio ya ha recuperado a las dos facultativas de rehabilitación.-E. M.

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ESTEFANÍA MALDONADO
Burgos

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La coincidencia de la baja médica de una facultativa y el traslado de otra han dejado durante más de un mes y medio sin consulta, al servicio de rehabilitación del hospital comarcal Santiago Apóstol. Según el director gerente del centro hospitalario, se trata de una «serie de circunstancias absolutamente excepcionales y desgraciadas que han propiciado un tapón» en la atención a los pacientes.El problema se originó cuando una de las dos rehabilitadoras en plantilla aceptó la proposición de un puesto de trabajo en Tudela, dejando el hospital con una sola profesional, lo que impulsó al centro hospitalario a buscar un sustituto.Vesga relata que hallaron a una residente a punto de concluir el MIR en el hospital Río Hortega de Valladolid, «y que nos dio su conformidad para terminar aquí el último periodo de su residencia».Sin embargo, la otra rehabilitadora titular causó baja laboral, lo que no sólo le obligó a abandonar su puesto de trabajo de manera temporal, sino también impidió la llegada de la residente, «al ser imprescindible que cuente con un tutor hasta que obtenga el título».Ambas circunstancias se traducen en que «hemos estado aproximadamente mes y medio, sin ningún médico rehabilitador y ninguna posibilidad de contratarlo», detalló Vesga. Explicó que el retraso en la atención de las consultas está intentando normalizarse tras la incorporación de las dos profesionales a partir del 13 de mayo, cuando «la que tiene plaza en propiedad coge el alta y se pone a trabajar» y la otra facultativa termina su residencia y se incorpora al centro hospitalario comarcal.Desde entonces, ambas trabajan «dimensionando las agendas para que el problema que se haya podido generar en estos casi dos meses, se solvente cuanto antes», concluyó el director gerente.Las dos profesionales han ajustado sus agendas para intentar reducir la lista de espera generada, mientras que en el gimnasio no se ha frenado el ritmo de trabajo con los tratamientos ya prescritos.Con el periodo vacacional a la vuelta de la esquina, el director gerente afirma que el mes de junio será suficiente «para absorber todo ese tapón que se ha formado meses atrás», y después de junio las vacaciones se distribuirán «de tal manera que no coincidan las dos rehabilitadoras», garantizando que el servicio «no se va a volver a interrumpir salvo alguna otra situación excepcional».Por su parte, algunos pacientes afirman no entender cómo el Servicio Regional de Salud (Sacyl) no ha podido solucionar durante dos meses un problema de este tipo y, en algunas ocasiones optan por acudir a centros privados a realizar el tratamiento de rehabilitación que necesitan, abonando el pago correspondiente por el servicio.En este sentido, desde el hospital afirman que quienes así lo consideren deberán acudir a la inspección médica del centro y pedir un reintegro de gastos. Allí les pedirán la documentación correspondiente que se requiera y que acredite «que necesitaba una rehabilitación rápida, no ha podido hacérsele y ha acudido a un centro privado para evitar secuelas». La inspección valorará «si realmente no podía esperar», y se reintegrarán los gastos de considerarse oportuno.

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