El estudio de alegaciones, último escollo de la Pirámide de los Italianos para ser BIC

La Consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León, en manos de Vox, avanza en su empeño de proteger el mausoleo del puerto del Escudo, popularmente conocido como la Pirámide de los Italianos, mediante su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC). Una vez finalizado el plazo para presentar alegaciones, fuentes del Ejecutivo autonómico señalan que actualmente «no hay ningún otro trámite pendiente». Por lo tanto, «sólo queda estudiar las alegaciones recibidas y resolver el expediente».

A expensas de que la Junta dé su visto bueno a un expediente no exento de polémica al tratarse de un edificación expresamente construida para homenajear a los soldados de la Italia fascista de Benito Mussolini que apoyaron al franquismo durante la Guerra Civil, lo cierto es que la resolución definitiva podría demorarse hasta febrero de 2025. El motivo, tal y como precisan desde la Consejería, obedece a que la Ley de Patrimonio Cultural de Castilla y León «regula un plazo de 24 meses desde el inicio».

Habrá que esperar, por lo tanto, a que la Consejería que dirige Gonzalo Santonja «contemple el contenido de las alegaciones recibidas y su contestación». En cualquier caso, el propio Santonja se ampara en la recepción de informes a priori favorables de mantener en pie la Pirámide de los Italianos pese al malestar generado entre las asociaciones de Memoria Histórica y partidos políticos como Compromís, que lleva años insistiendo en la necesidad de derribar este mausoleo al considerar que hace apología del fascismo.

Pero tampoco han faltado los apoyos, inclusive desde el exterior. El más mediático, sin lugar a dudas, fue el del senador italiano Roberto Menia. Y no sólo de palabra, sino también de manera formal tras presentar un escrito de alegaciones a la Consejería. De esta forma, el partido de la presidenta Giorgia Meloni -integrante en su juventud del extinto Movimiento Social Italiano (MSI) que no ocultaba su admiración por Mussolini- se posiciona a favor de esta declaración BIC alegando entre otras cosas que «la destrucción o vandalismo de testimonios del pasado es peligrosa» porque «expresa una actitud radicalizada».

Convencido de que la declaración saldrá adelante sin «ningún problema», Santonja defendió el pasado mes de abril el posicionamiento de Vox al respecto al manifestar que la Pirámide de los Italianos es una «construcción verdaderamente singular y única en su género» que «levanta testimonio no solo de realidades históricas, sino también arquitectónicas». 

Por su parte, el senador de Fratelli d’Italia puntualizó en su escrito de alegaciones que el monumento pertenece realmente al Gobierno italiano, que a mediados de la década de los 70 se hizo cargo de la repatriación de parte de los cadáveres y del traslado del resto a la iglesia zaragozana de San Antonio de Padua. Además, justificó su postura añadiendo que el monumento carece de «simbología política expresiva».