“Somos mujeres de pueblo y estamos orgullosas”
Afammer reúne a 100 mujeres en Vadocondes con un desafío común: garantizar el relevo generacional
Cien mujeres reunidas en Vadocondes y un objetivo claro: seguir tejiendo esa red social que durante años ha servido de soporte para la vida en los pueblos. "Somos mujeres de pueblo y estamos orgullosas”, afirma la presidenta de la Asociación de Familias y Mujeres Rurales Afammer Burgos, Lucía Martín Ríos, convencida del importante papel que han jugado las mujeres en el progreso de los municipios. "Las mujeres de pueblos son el WhatsApp de ahora. El boca a boca sigue funcionando muy bien. Sólo hay que ver la potencia de esta convocatoria", agradece.
El encuentro, subvencionado por la Consejería de Familia e Igualdad de la Junta de Castilla y León, reunió ayer, en los antiguas escuelas de Vadocondes, a un centenar de mujeres rurales de los municipios de Burgos, Valladolid, Soria y Segovia que, además de aunar esfuerzos y experiencias, comparten una preocupación común: la falta de relevo generacional.
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Como explica la presidenta regional de Afammer, Rakel Cuadrado, la red que las mujeres rurales han forjado durante tantos años corre el riesgo de no encontrar el ansiado relevo. "Las asociaciones de mujeres han ido desapareciendo de los pueblos. No podemos perder esa fuerza que siempre hemos tenido”, apremia.
En la solución, apunta, las administraciones juegan un papel principal. "Tienen que animar a todas las mujeres, que se van a estudiar, a que vuelvan y desarrollen su vida en el medio rural. La ciudad no lo es todo. Aquí, en los pueblos, tenemos calidad de vida y hay muchas posibilidades", defiende.
Con este desafío sobre la mesa, la presidenta insiste en la importancia de dotar a las mujeres rurales jóvenes de “más herramientas y formación”, especialmente en el ámbito tecnológico, para poder desarrollar sus negocios desde el entorno rural. Además, añade, hay que darles más apoyo en servicios como guarderías o escuelas con comedores, y mejorar el transporte, un factor crucial para hacer la vida rural más accesible y competitiva, especialmente para las mujeres que no disponen de vehículos propios.
Lucía defiende el trabajo realizado: "En estos 25 años hemos trabajado mucho, hemos hecho cursos de todo: restauración, jardinería, manejo informático, motivación, igualdad de oportunidades, pero sobre todo hemos estado unidas. Una llamada es suficiente para que las mujeres de un pueblo se organicen y se movilicen".
Lucía no cambiaría su pueblo, Vadocondes, por ninguna ciudad, pero reconoce las carencias del mundo rural. "Aquí vivimos bien, tenemos calidad de vida, pero hay menos oportunidades laborales y los servicios deben mejorar para que las mujeres puedan tener pleno desarrollo en estos entornos".
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En su opinión, la Junta de Castilla y León debería impulsar y apoyar la llegada de empresas a los pueblos y apostar por la construcción de viviendas de protección oficial para que "los jóvenes vean que aquí también hay vida y futuro".
Convencida de que existe una alternativa, la presidenta de Afammer Burgos apela a la Diputación Provincial de Burgos "porque ha dejado un poco descolgadas a las mujeres rurales al retirar determinadas ayudas que antes nos llegaban y que eran importantes para el mantenimiento de la sede y el desempeño de las actividades".