La mejor pizza de España se hace en la Ribera del Duero

Primero conquistaron a los ribereños con las palmeritas de chocolate que hacían en la pastelería, en el polígono residencial, y ahora triunfan con sus pizzas artesanales en pleno centro. Son la familia Lobo, y hoy hablamos con su actual responsable, Felipe Lobo. “Detrás de una pizza hay mucho trabajo. El mejor secreto es tener buenos productos y hacerlas con mucho amor y mucho cariño”, asegura.

En el corazón de Aranda de Duero, la Pizzería Venecia se ha consolidado como un referente gastronómico que destaca por su calidad y variedad. No en vano, su chef acaba de ser distinguido como el ganador del IV Campeonato de Pizzas Gourmet de España. Además, logró el premio Miel de Galicia por su versión de pizza tradicional; y conquistó al jurado con la mejor pizza más larga del concurso.

La historia de este proyecto familiar se remonta a Fernando y Elisa, padres de Felipe. El matrimonio fundó primero la histórica pastelería, pero en 2010 dio un paso más con la apertura de una pequeña pizzería, en la que Felipe, que había estudiado en la Escuela de Hostelería, comenzó a ayudar los fines de semana. “Cuando mis padres se jubilaron, ya me quedé yo”, señala, sin olvidar a su hermano Sergio, que ha abierto también una pizzería en Madrid, en el barrio Peñagrande. “Se llama Lobby y hace unas pizzas riquísimas”, anima.

Para especializarse, Felipe se dejó guiar por el maestro pizzero Jesús Marquina, distinguido cinco veces como campeón del mundo. “Aprendí con el mejor”, agradece.

Hoy, Felipe hace de la creatividad una filosofía de vida. “Las pizzas tradicionales, como la clásica de jamón y champiñón o barbacoa, se venden siempre mucho, pero luego hay otras creaciones de autor que tienen mucho éxito, como la pizza de la Huerta, de costilla o la de matanza, con chorizo y morcilla”.

En la carta, 23 propuestas, la mayoría en masa fina. “Las únicas que tienen la masa gorda son las que se venden al corte por encargo”.

A la hora de elaborar sus creaciones, hay dos premisas fundamentales: la elaboración propia de masas, con fermentaciones prolongadas, y el uso de masa madre. A excepción de la harina y el tomate, traídos especialmente desde Italia para garantizar la autenticidad, el resto de ingredientes son de proximidad.

La pizza lo permite "casi todo"

Más allá de la polémica abierta sobre el uso de la piña, él lo tiene claro: “La pizza lo permite casi todo. Yo he hecho hasta de lentejas o cocido. Todo es cuestión de probar”.

Aunque la pastelería cerró en 2022, todavía conservan en la carta delicias caseras como el tiramisú, la panacota o la goxua, un postre vasco de nata, crema y bizcocho.

Premios

No lo duden. Son pizzas de lo más reconocidas. En el año 2018, la pizzería Venecia fue incluida entre las 100 mejores de España por el certamen Madrid Fusión. En 2023, Felipe Lobo obtuvo cuatro galardones en el Campeonato de España de Pizza Gourmet: campeón en las categorías de velocidad y pizza más larga, tercer puesto en pizza clásica y mejor clasificado de Castilla y León. Estos logros le valieron la selección, en 2024, para formar parte del equipo nacional de pizzeros artesanos que representó a España en el Mundial de la Pizza, celebrado en Parma, Italia.

Más galardones. Ese mismo año, la pizzería fue distinguida como la mejor de Castilla y León en el Salón Gourmet, uno de los principales escaparates gastronómicos del país, donde también recibió el primer premio por su pizza en pala con pimentón de la Vera, además de otros dos terceros puestos en las categorías de pizza en pala y velocidad, y el premio especial al mejor clasificado regional.

El último reconocimiento llegó el pasado mes de abril, con el oro a la mejor pizza clásica de España, celebrado en el Salón Gourmets. “Aquí vendemos la mayoría de pizzas para llevar, pero como más se disfruta es comiéndola aquí, en el restaurante”, anima, a sabiendas de que, con seis mesas, es algo difícil de conseguir. “En un futuro nos replantearemos ampliar el espacio”.

A día de hoy, el restaurante abre de miércoles a domingo. Los miércoles, jueves y viernes, de 19.30 a 00.00 horas; y los sábados y los domingos, de 13.00 a 16.00 horas y de 19.30 a 00.00. “Los fines de semana hay mucho movimiento, y si ya coincide con algún partido de fútbol, es una locura”, asegura, agradecido a su equipo, Pablo Castillo y Crina Apostolache, su pareja. “Sin ellos, esto no sería lo que es”, termina.