“El festival es apolítico: es cultura, es cine y es para todos”
Antonio García Castro es el impulsor del Festival de Cine Internacional de Aranda

Antonio García Castro es el presidente y creador de la Asociación El Mostacho
El Festival de Cine Internacional que organiza la Asociación ‘El Mostacho’ de Aranda de Duero celebra este año su tercera edición, y lo hace con novedades de peso y con un objetivo claro: enriquecer la oferta cultural de la Ribera del Duero. “Este festival es apolítico: es cultura, es cine y es para todos”, asegura su director y creador, Antonio García Castro.
Pregunta–. Empecemos por las novedades…
Respuesta, Antonio García Castro–. Hay muchas. Aunque seguimos especializados en cortos, este año incluimos por primera vez dos largometrajes. Uno de los confirmados es Suerte de Pinos, de una directora argentina, que gira en torno a un asesinato ocurrido en un pueblo de Soria. En cuanto a los cortos, ya han llegado más de trescientas piezas, y puedo decir que la calidad es impresionante, con directores de altísimo nivel.
Por otro lado, este año, gracias a la colaboración con la Escola Superior de Cinema i Audiovisuals de Catalunya (ESCAC) y una partida de fondos europeos, el festival ofrecerá dos cursos gratuitos: uno de iniciación a la interpretación, que se celebrará en verano, y otro, que estamos definiendo, a finales de noviembre.
P–. ¿Cómo hay que apuntarse?
R–. Cada curso tendrá entre 35 y 40 plazas. La inscripción es gratuita; solo hay que ponerse en contacto con la asociación El Mostacho.
P–. La pregunta es obligada. ¿Mostacho?
R–. Bueno, unos tienen nombres tan creativos como Art de Troya o Amarillo Trigo y yo elegí El Mostacho. Me parece divertido.
P–. Hablemos del premio honorífico, un galardón que en sus primeras ediciones destacó la valía profesional de Miriam Diaz Aroca o María Pujalte.
R–. Este año rendimos tributo a otra grande del cine: Luisa Gavassa. Es sencillamente fantástica. Un 10 como actriz y como persona.
P–. Más novedades.
R–. Este año sumamos una nueva categoría: el premio al Talento Burgalés, que es una novedad absoluta para dar voz y apoyar a nuestros creadores. También seguimos apostando por traer grandes actores y actrices, figuras de referencia. En años anteriores contamos con Miriam Diaz Aroca y Oscar Higares, y el año pasado con personalidades como Laura Pamplona o Maria Pujalte. Este año habrá también sorpresas, con gente muy top.
Este año hay cambio de escenario. La gala, que celebrábamos en la Casa de Cultura se celebrará el 25 de octubre en la Fundación Caja de Burgos. Además, como la Casa de Cultura está en obras, los cortometrajes se proyectarán del 20 al 24 de octubre en el Cine Aranda. Por este motivo, se reduce un día el programa, porque no podía coincidir con la programación habitual del cine.
P–. No lo puede negar. Ha vivido más vidas que las que representan los actores de cine. Nació en Orgaz (Toledo), pero antes de terminar en Aranda, por amor, ha vivido en Madrid, Barcelona y Valladolid. Su trayectoria laboral da para escribir un buen guión.
R–. No me asustan los cambios (ríe). Estudié Técnico de Farmacia, pero nunca ejercí. Siempre trabajé en hostelería: hoteles, restaurantes… Empecé fregando platos, literal, y acabé como director de ese mismo restaurante, Orio, en la calle Fuencarral de Madrid. También fui uno de los impulsores de El Perro y la Galleta, en Claudio Coello, y, en Barcelona, formé parte del equipo que puso en marcha la conocida empresa Glovo. Luego fui director de equipos del hotel Vincci en Barcelona, pero eso sí, con Toledo y Orgaz, mi pueblo, siempre en mi corazón. Ahí está toda mi familia y es un pueblo con un encanto especial. ¡Lo recomiendo!
P–. ¿Cómo llegó a crear la asociación El Mostacho?
R–. En 2017 vivía en Barcelona. Tras el atentado y todo lo que pasó quise dar un giro y me centré en mi verdadera pasión: el cine. Ahí lancé mi primer cortometraje, Ellas, y la verdad es que fue toda una experiencia. Ha sido seleccionado en más de treinta países; incluso ha sido proyectado en el Muro de las Lamentaciones de Jerusalén. Es una historia de mujeres que han tenido experiencias durísimas, y para mí es un corto muy especial porque ha marcado un antes y un después en mi vida y activó el proyecto El Mostacho. Después llegó mi segunda cinta, Doña María, una historia sobre el alzheimer con muchas selecciones internacionales e incluso con premio de la Fundación Reina Sofía.
P–. Este año el Festival de Cortos de Aranda cuenta de nuevo con el apoyo de DAMA.
R–. Me encanta contar con ellas. Es una asociación de derechos de autor especializada en proyectos audiovisuales y destaca por ser una plataforma diversa e inclusiva. Este año van participar de forma activa entregando el premio al Mejor Guión.
“El festival es de todos”
P–. Durante un tiempo estuvo ligado a la política con Ciudadanos. ¿Teme que se politice el festival?
R–. En absoluto, es un festival apolítico e independiente. Es un proyecto que nace desde la cultura, con el objetivo de acercar el cine a todos los públicos. No queremos que se nos asocie a ningún partido ni tendencia. Esto es cine, es arte, es compartir historias. Y es de todos.
En este sentido, tenemos la suerte de contar con el apoyo del Ayuntamiento de Aranda y del Consejo Regulador Ribera del Duero, además de empresas como Dama, Burgocar, Vitaldent, Cervezas Victoria, Pascual, Afinado de Carnicas Chico o la Burgos Film Commission, que está siendo clave. Pero jamás nos han condicionado los contenidos ni el enfoque. Agradecemos esa libertad y, sobre todo, la confianza que se deposita en el trabajo del equipo.

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P–. La asociación centra todos sus esfuerzos en estos cuatro días de intenso cine.
R–. Nos encantaría hacer más actividades a lo largo del año, pero por el momento nos tenemos que centrar en la organización de un festival que requiere mucho esfuerzo y mucho tiempo.. Vamos a charlas, mesas redondas… colaboramos con otros festivales durante todo el año, y ese trabajo se traduce luego en esa semana intensa de octubre: una semana llena de talento, encuentros y emociones. Y solo puedo agradecer la energía incansable del equipo directivo con Rodrigo y María Isabel. ¡Son lo mejor!
P–. ¿Cómo ve el futuro del festival?
R–. Esperanzador, brillante y en Aranda. Tenemos claro que ha llegado para quedarse.
P–. Ha vivido en Barcelona, Madrid, Valladolid… ¿Cómo es la vida en Aranda de Duero?
R–. Maravillosa. Aquí se vive muy bien. Es un pueblo amable, cultural, donde se puede crecer. Hay talento, ganas y una comunidad que responde. Yo estoy encantado; la gente es increíble. A veces hay esa sensación de que fuera están las grandes oportunidades, pero en sitios como este también se construyen proyectos grandes, sólidos y con alma.