Pájaros inéditos y realismo mágico con altas dosis de «ironía y sentido del humor»

La trayectoria vital y artística de López Herrera es dilatada, pero él mismo la resume de manera práctica y sin artificios: «un ir y venir entre lo que ocurre y lo que se me ocurre». Así interpreta la realidad; a base de observación, boceto y obra. Mucho ensayo para pulir hasta el más mínimo error, he ahí su marca. Y su mente curiosa, sarcástica y algo pizpireta, se mantiene en plena forma. De ello podrá dar fe la ciudad de Burgos, desde el 26 de abril hasta el 16 de junio, gracias a su nueva exposición en la sala Pedro Torrecilla de la Fundación Círculo. 34 cuadros y, ojo al dato, 9 esculturas que jamás han visto la luz hasta ahora. 

¿evolución?, el título de la muestra, da lugar a múltiples interpretaciones. La del autor, tremendamente de certera, se basa en la gente con la que se cruza a pie de calle. Nadie puede negar que «la evolución ha existido», aunque a veces lo ponga en tela de juicio porque «hay animales con más dignidad que muchas personas». Es entonces cuando emerge, tal y como se aprecia en algunas de sus obras, ese contraste entre el hombre del siglo XXI y nuestros más lejanos antepasados. 

Dispuesto desde que tiene uno de razón creativa a poner la realidad «patas arriba», López Herrera consolida su frescura tomando como referencia su labor como copista oficial del Museo del Prado y su posterior paso, de eterno aprendizaje, por Roma, Florencia y Venecia hasta consagrar su formación en Inglaterra. Saltan a la vista esas «reminiscencias a obras clásicas» que tanto le seducen, pero al mismo tiempo saca a relucir sus propias señas de identidad. El «doble sentido», siempre latente, confiere una «carga de ironía y sentido del humor» con la que convertir al público en cómplice. 

Todo un honor para la Fundación Círculo que el artista madrileño se haya decantado por Burgos para mostrar por vez primera su talante escultórico. Se trata de 9 pájaros tallados en madera que forman parte de la idiosincrasia de un autor que destaca por su «imaginación desbordante, magia y ensoñación». Desde esta perspectiva, la directora de la entidad que ejerce de anfitriona, Laura Sebastián, celebra que López Herrera muestre -aquí y ahora- «el gran teatro del mundo». 

Le da la sensación a Sebastián de que estas aves «hayan escapado de sus cuadros». Y en cierto modo así ha sido, tal y como reconoce el autor. Además, los pájaros aportan un «toque de color» capaz de humanizar el lado más surrealista de sus composiciones. 

Después de exponer por medio mundo (desde América hasta China), recibir infinidad de premios y destacar en el ámbito de la publicidad, López Herrera continúa engrandeciendo su legado. Su pasión por el «contrapunto» invita a adentrarse en un mundo que la directora de la Fundación Círculo define, con buen criterio, como «artísticamente inmenso». Y López Herrera, en apariencia de pocas palabras, sonríe mientras deja que su obra hable por sí misma.